BlackRock, State Street e Invesco compiten por el mejor ETF del año

Para buscar grandes rentabilidades en 2022 hay que explorar el sector energético. Estos son los tres fondos cotizados que mejor se comportan entre la gama con altas calificaciones ESG

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Los valores ligados al sector energético son el denominador común en los mejores fondos cotizados del año. State Street, BlackRock e Invesco son las firmas que están sabiendo aprovechar mejor ese contexto, ya que controla los tres ETF con buenas notas en sostenibilidad de acuerdo con MSCI (al menos A) y máEs alcistas en 2022. Todos ellos se anotan alrededor de un 40 por ciento en 2022.

Son el SPDR S&P U.S. Energy Select Sector UCITS (State Street), el iShares S&P 500 Energy Sector UCITS (BlackRock) y el Energy S&P US Select Sector UCITS (Invesco). Los productos de State Street y de Invesco lucen una nota AA, mientras que el de iShares es solo A.

Son tres productos que comparten la característica de que están expuestos al mercado estadounidense y en concreto al sector petrolero, que lleva acumulando razones para avanzar terreno con fuerza en los últimos meses.

Primero, la propia reactivación económica de 2021 tras el fuerte parón por la pandemia fue la que elevó los precios del petróleo y el gas de forma natural por la demanda. Ahora, la guerra de Ucrania ha dado continuidad a esta senda alcista, aunque por el miedo a que se produzca desabastecimiento.

En este contexto, la renta variable estadounidense ligada a la energía ha sido la que mejor rentabilidad ha devuelto a los ETFs que replican sus acciones, superando el 40 por ciento en el acumulado del 2022.

Cómo ‘sacar tajada’ del auge del petróleo

El ETF SPDR S&P U.S. Energy Select Sector UCITS de State Street lidera las subidas con un retorno del 44 por ciento en 2022-supera el 60 por ciento en doce meses-. Es una revalorización superior de la de su índice de referencia, las compañías energéticas del S&P 500.

El fondo cuenta con las valoraciones más altas en sostenibilidad por parte de MSCI, coautor del desarrollo del índice junto a Standard & Poor's. Precisamente, S&P integra métricas ESG en el análisis del fondo, divulgando algunos datos como la huella de carbono total de las compañías integradas, o el volumen de inversiones para reducirlas.

La cartera del fondo tiene una alta exposición al sector petrolero estadounidense. Exxon, una de las ‘majors’ de la industria, ocupa más de una quinta parte del peso, mientras que Chevron, otra de las grandes petroleras, alcanza el 17 por ciento.

El resto de valores no supera una exposición del 5 por ciento en el ETF, aunque dentro de las diez mayores posiciones aparecen otras petroleras como ConocoPhillips, Occidental Petroleum o Marathon. En conjunto, las acciones ligadas al petróleo, gas y otros combustibles fósiles ocupan más de un 90 por ciento, mientras que valores energéticos se reparten el resto.

Desde la perspectiva europea, sin embargo, no sería un fondo sostenible, ya que está clasificado dentro del artículo 6 del Reglamento de Divulgación.

Exclusiones, una forma de puntuar en ESG

La rentabilidad del ETF iShares S&P 500 Energy Sector UCITS de BlackRock es similar al de State Street, con un 43 por ciento en 2022, al contar con una exposición parecida. Toda la cartera está orientada a compañías de petróleo y gas, en sus distintas actividades, desde la exploración y producción hasta la comercialización y el almacenamiento de estos carburantes.

Sin embargo, BlackRock, el mayor inversor del mundo, aplica una política de exclusiones que incluye sectores controvertidos en materia ESG como las armas de fuego o las nucleares, el carbón térmico o el tabaco.

También deja fuera de sus procesos de inversión aquellas empresas que no cumplan con el Pacto Mundial de Naciones Unidas. Algo que valora MSCI a la hora de evaluar el ETF.

El mayor proveedor de ratings del mundo le concede una nota A en ESG. Pesa positivamente en la nota que el ETF considera aspectos sociales y de también incluye los aspectos sociales y de gobierno corporativo. Además, la divulgación sobre huella de carbono es casi completa.

De nuevo, Exxon y Chevron dominan la cartera al representar más de un 40 por ciento del total.

Cuando lo social compensa lo ambiental

Por último, el ETF Energy S&P US Select Sector UCITS de Invesco también ofrece una rentabilidad del 43 por ciento, y es el que contaría con la nota más alta ESG para MSCI.

Es una AA, pero con una calificación interna que roza el 8; es decir, más cerca que 10 que la de State Street (6,94). 

Esto convierte al ETF en un producto especial para Invesco, ya que solo alrededor de un 10 por ciento de los fondos cotizados de la gestora obtienen hoy una calificación tan alta por parte de MSCI. La mayoría, algo más de un 60 por ciento de los productos de Invesco, están catalogados como ‘BBB’, que significa que están formados especialmente por compañías que están mejorando sus métricas.

Con una política de exclusiones similar a la de BlackRock, cerca de un 40 por ciento de las compañías que forman parte de este fondo cotizado cuentan con las mejores calificaciones de MSCI, situándolas como ‘líderes de mercado’ en la gestión de riesgos ESG.

Además del aspecto medioambiental, las altas valoraciones se deben a que los valores en cartera dan una mayor importancia a aspectos sociales -los mejor calificados por MSCI- como la independencia del consejo o la presencia femenina en puestos de dirección.

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