Bolsas y Mercados Españoles (BME) enfocará hacia la ESG su próximo 'marketplace' de financiación digital
Berta Ares, directora general de Inntech, y Gonzalo Gómez Retuerto, director general de Renta Fija y del MARF, avanzan sus líneas estratégicas para los activos con enfoque sostenible
Una vuelta de tuerca a la financiación digital donde el próximo paso tendrá un enfoque ESG. Bolsas y Mercados Españoles (BME) acaba de incluir en el ‘Sandbox’ financiero que impulsa el Tesoro español un ‘marketplace‘ para facilitar la financiación de pequeñas y medianas empresas a través de activos digitales o ‘tokens’.
Este proyecto no tiene un enfoque que priorice, sobre todo, la sostenibilidad medioambiental y social pero, el próximo paso, va a cambiar esta perspectiva.
“Ahora mismo nuestro proyecto va a entrar en el ‘sandbox’ por su componente innovador del modelo y del uso de la tecnología ‘blockchain’, y queremos cerrar un modelo completo, pero en la próxima fase de evolución del proyecto queremos poner el foco en ESG”, adelanta a SOCIAL INVESTOR Berta Ares, directora general de BME Inntech.
Ares no ahonda en cómo será el futuro ‘marketplace’ con foco sostenible, pero sí asume que “es una realidad” que “el mundo de la inversión tiende a tener cada vez más en cuenta los criterios ESG en la toma de decisiones y, evidentemente, es algo que tenemos muy en cuenta a futuro para nuestro ‘Marketplace”.
“Las empresas grandes llevan años trabajando la sostenibilidad y aún queda mucho camino por recorrer, estandarización, gestión de los datos, reporte, difusión de información…”, enumera. “Mucho más si hablamos de las pymes, que en su mayoría no están todavía obligadas a reportar sobre esta materia”.
“La idea en el corto plazo es que podamos ayudar a las compañías en todo ese proceso y, en el medio plazo, cuando la plataforma tenga cierto volumen, pensamos que tiene sentido que haya segmentos de distintos temas y distintas clasificaciones, y uno de los criterios más relevantes es ESG”, avanza.
En esta primera etapa de esta iniciativa de financiación digital para pequeñas y medianas empresas, la ESG no ha sido una prioridad, explica, porque considera que el papel de BME, en un primer momento, “no está en exigir, sino en ayudar”.
“Tenemos que contribuir a que las empresas creen su propuesta ESG y tengan mecanismos que les ayuden a llevar estos propósitos adelante, cumpliendo a la vez con la regulación, que cada vez será más exigente”.
Por ello, matiza, BME está “también trabajando para que dentro de las funciones del ‘marketplace‘ se incluya un módulo ESG que ayude a las empresas a gestionar toda su información y 'reporting' relativa a la sostenibilidad”.
La sostenibilidad del ‘blockchain’
Pero que no priorice la ESG no significa que este ‘marketplace’ para empresas de pequeño tamaño impulsado por BME haya dejado de lado la sostenibilidad.
“Nuestro ‘marketplace‘ simplifica y automatiza todo el proceso de financiación de pymes, lo que supone una mejora sustancial, como el ahorro papel o en desplazamientos; y cuyo consumo de energía o huella de carbono es completamente residual. Es decir, que es sostenible por la tecnología que utiliza”, argumenta la directora general de BME Inntech.
Es una vía, explica, para hacer hacer más eficiente y sostenible el ‘blockchain’ que no es, precisamente, una actividad responsable con el medioambiente.
“Normalmente se asocia la tecnología ‘blockchain’ con una tecnología contaminante por el enorme impacto medioambiental del minado de las criptodivisas como el bitcoin”, indica Berta Ares.
“Estas criptodivisas tienen un mecanismo de consenso basado en ‘proof of work’ que requiere de un consumo elevadísimo de energía y que evidentemente no son sostenibles”. Así, apunta, por ejemplo, que el Bitcoin tiene una huella de carbono superior a la que alcanzan países como Finlandia, Argentina o Suiza.
A por un nuevo máximo en emisiones de bonos ESG
Esta tendencia hacia la ESG se percibe en las nuevas iniciativas de financiación digital, pero se mantiene como tendencia consolidada en las emisiones de bonos en el mercado español. Gonzalo Gómez Retuerto, director general de BME Renta Fija y del MARF, recuerda a SOCIAL INVESTOR que, en 2020, “los volúmenes emitidos en este tipo de productos en España crecieron un 54% respecto de 2019 y superaron los 15.000 millones de euros”.
“El mercado de bonos verdes, sociales y sostenibles fue el primero en recuperarse tras el aterrizaje de la pandemia en Europa a mediados de marzo del año pasado”, apunta, con especial foco en lo social.
“Las emisiones sociales, especialmente importantes en estos momentos para ayudar a paliar los efectos de crisis sobre la sanidad, grupos sociales más desfavorecidos o sectores económicos más impactados, han aumentado de forma muy relevante en los últimos doce meses, con cifras que suponen multiplicar por seis los volúmenes de 2019”.
De cara a este año, Gomez Retuerto confía en mejorar las cifras de 2020, impulsadas por “la conjunción de dos factores positivos”.
“Por una parte, por las previsiones de mejora económica y salida de la crisis a medida que avance el año y el proceso de vacunación, lo que a su vez mejora el crédito y la confianza de los inversores en las compañías emisoras.
El segundo factor es la gran demanda de productos sostenibles existente por parte de los inversores profesionales y gestores de carteras, que provoca un mayor acceso del sector privado a este tipo de valores”, resume.
De cara a los próximos años, el responsable de BME Renta fija señala que los bonos ESG “se han convertido en un 'asset class' en sí mismos. Su utilización por parte de muchas compañías emisoras va a ser estructural en el futuro próximo y supondrá una parte cada vez más relevante de su financiación”.
En este sentido, destaca que el MARF tiene dos importantes oportunidades para su desarrollo. La primera es conseguir que la emisión de títulos de deuda se convierta en una fuente de financiación significativamente mayor para las empresas europeas y más aún para las pymes.
Y, el segundo, consolidarse como instrumento útil para la canalización de la financiación sostenible.
“Las prioridades políticas y económicas definidas tanto a nivel mundial, europeo y español, demandan a las empresas un mayor compromiso hacia la sostenibilidad y ello les exigirá mayores requerimientos medioambientales, sociales y de gobernanza, que también deberán de acometer y financiar las empresas de menor tamaño”, ahonda Gómez Retuerto como clave para los próximos años.