Cellnex, Indra y Tubacex conquistan para España el récord en adhesión al Acuerdo de París
El número de empresas españolas que se ha comprometido a limitar el calentamiento global desde enero ya dobla la cifra total de 2020
Las empresas españolas están acelerando su adhesión a los estándares internacionales ligados a la sostenibilidad. Hasta el jueves 8 de julio, un total de doce compañías españolas habían adoptado un compromiso público, y alineado con los criterios científicos que elabora The Science Based Targets Initiative (SBTi) sobre su ruta hacia las cero emisiones en 2050.
Aunque la cifra es modesta, es relevante si se compara con la evolución en 2020; ya que en apenas seis meses y una semana ya la dobla. El año pasado solo seis compañías españolas se sumaron a esta iniciativa internacional (Iberdrola, Inditex, Siemens Gamesa, Sacyr, Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya y Nechi Group).
La primera cotizada española en sumarse fue Red Eléctrica en 2018
La primera empresa española en asumir públicamente ese compromiso fue Red Eléctrica, que lo hizo en 2018. En 2019, se le unieron otras cotizadas, como Acciona, Telefónica o Meliá Hotels.
Las últimas cotizadas en incorporarse este mes de junio han sido Indra, Cellnex y Tubacex. Y es probable que el número continúe aumentando por el calendario concreto de este año y por la creciente presión desde el mercado.
Por delante está la COP 26 en noviembre, donde se espera una gran escenificación de los compromisos de descarbonización corporativos, y, la presión desde el mercado es creciente; con los grandes inversores instigando a que se asuman compromisos temporales claros, que asienten las declaraciones públicas de suscripción al Acuerdo de París.
Compromisos para todos los alcances en emisiones
Las empresas que adhieren a la iniciativa de The Science Based Targets Initiative (SBTi) se comprometen a proponer objetivos para evitar que el calentamiento global supere los 1,5º respecto a la etapa preindustrial.
SBTi hace las veces de 'auditor' de esos objetivos y valida que, efectivamente, la hoja de ruta esté alineada con la ciencia. Las compañías que declaran suscribir los objetivos deben presentar un plan en 24 meses y, si no, son eliminadas del listado de corporaciones comprometidas.
Las dos últimas IBEX que ha dado ese paso, lo han hecho validadas por SBTi. En el caso de Indra, se ha comprometido a recortar las emisiones 'scope 1' y 'scope 2' un 50% hasta 2030 y completamente hasta 2040; si bien su año base es 2019.
Para las emisiones 'scope 3' (las indirectas) el compromiso de la compañía presidida por Marc Murtra es rebajarlas un 14% en 2030 y un 50% una década después también frente a la cifra de hace dos ejercicios.
Cellnex aumentará el abastecimiento de energía renovable hasta el 100 por 100 en 2025
Por su parte, Cellnex se ha comprometido a reducir las emisiones 'scope 1' y 'scope 2' un 70% en 2030 frente al año base, que es 2020. Y el mismo porcentaje en 'scope 3' en las actividades relacionadas con el combustible y la energía. En el caso de los bienes y servicios en este último grupo de emisiones, la contracción será del 21% para 2025.
Asimismo, aumentará el abastecimiento anual de electricidad renovable, para pasar del del 0% en 2020 al 100% para 2025.
Por último, Tubacex contraerá un 59% sus emisiones 'scope 1' y 'scope 2' por tonelada de acero vendido en 2030. El año base para calcular esta reducción es 2019. En el caso de las emisiones 'scope 3' la reducción será del 30%.
La complicada confluencia de los estándares
Con la mitad de los activos bajo gestión sumándose a las iniciativas de descarbonización, y los grandes inversores institucionales poniéndolo como requisito, parece complicado que las cotizadas puedan esquivar no solo comprometerse a colaborar con la lucha contra el cambio climático, sino también el que los objetivos sean creíbles y valorados.
El Banco Central Europeo (BCE), que a partir de ahora también tendrá en cuenta criterios climáticos en su política monetaria ha echado más leña al fuego, al avanzar que exigiría una serie de datos sobre sostenibilidad en las operaciones con colaterales.
El organismo que lidera Christine Lagarde todavía no ha precisado exactamente qué información requerirá, pero sí que estará en línea con los trabajos que se están haciendo en Europa en materia de información en sostenibilidad.
También modificará los requisitos de su programa de compra de deuda corporativa y aquí, compromisos como los validados a través de SBTi, cobran sentido.
Lagarde explicó durante la rueda de prensa de este jueves que, a medio plazo, lo lógico es pensar en que las compras de deuda corporativa exigirán compromisos climáticos a sus emisores; más allá que los criterios de calidad crediticia que se aplican ahora.
Para las empresas que se benefician de estos programas -y que colaboran a que su financiación en mercado sea más atractiva- es una advertencia relevante para que se vuelquen en la sostenibilidad.