Cellnex y el Santander, las IBEX que más refuerzan sus rating ESG

Durante los doce últimos meses han logrado revisiones positivas de MSCI y Sustainalytics y logran más puntuación en la encuesta anual de S&P

Tobías Martinez, consejero delegado de Cellnex

Tobías Martinez, consejero delegado de Cellnex

A la espera de que S&P publique su Sustainability Yearbook de 2022, de cuyas conclusiones podrían surgir cambios relevantes en el Índice Social Investor, existen dos valores que se están reivindicando como futuros candidatos al índice 'best in class' español en ESG: Cellnex y el Banco Santander.

La compañía que lidera Tobías Martínez es la que más ha aprovechado los últimos doce meses para mejorar su perfil en sostenibilidad. Cellnex acumula revisiones a mejor por parte de las tres firmas cuyas notas de sostenibilidad que utiliza SOCIAL INVESTOR para seleccionar a los valores de su indicador: MSCI, Sustainalytics y S&P.

Así, si Cellnex arrancaba 2021 con una nota en sostenibilidad BBB por parte de MSCI, la que luce hoy es un escalón superior, y se sitúa en A. Respecto al examen de Sustainalytics, la compañía ha reducido su riesgo de 19,4 a 15,5 puntos en el mismo periodo (en la clasificación de la firma del grupo Morningstar, cuanto más baja sea la nota, mejor es el perfil ESG).

En el caso de la puntuación de la Encuesta de Sostenibilidad Corporativa que S&P realiza anualmente (antes la efectuaba RobecoSAM) y sobre la que construye los índices DJ de Sostenibilidad y el Sustainability Yearbook, Cellnex también se refuerza y pasa de 66 a 71 puntos. Con esta puntuación, la española podría aspirar a 'medalla' en la edición del Yearbook de 2022.

S&P otorga en cada una de ellas cuatro 'premios' a las compañías que participan en su encuesta anual sobre sostenibilidad. El oro es para aquellas que se colocan dentro del 1 por ciento mejor de su industria (deben lograr además al menos 60 puntos en la encuesta).

La plata va a parar a los valores que se ubican entre el 1 y el 5 por ciento mejor en su sector; y el bronce lo obtienen quienes se colocan en el rango del 5-10 por ciento más aventajado dentro de su industria.

Además, otorga la calificación de impulsor (mover) a los valores que logran la mejora más significativa de su sector. Por último, también es un reconocimiento ya formar parte de la lista de componentes del Sustainability Yearbook. Solo para acceder a él es necesario formar parte del 15 por ciento con mejor puntuación entre sus comparables.

En la edición del Sustainability Yearbook de 2021, Cellnex lograba ser entrar al libro, aunque sin lograr ni la calificación de oro, de plata o de bronce. Para entrar al índice Social Investor al menos debería lograr la plata y todavía tendría que lograr que MSCI le elevara la nota un escalón más.

El estirón del Banco Santander le pone a tiro del índice Social Investor

El Banco Santander es otro de los valores que ha reforzado su perfil ESG en los últimos meses. Arrancaba 2021 con una calificación de BBB por parte de MSCI y hoy es dos escalones más alta y se coloca en AA.

También avanza en la calificación de Sustainalytics, al pasar de los 27,1 a los 23,9 puntos y en las puntuaciones de la encuesta de S&P. En concreto, ha mejorado hasta los 85 puntos, desde los 83 de la prueba de un año antes.

Con 83 puntos, S&P le otorgaba la medalla de bronce dentro de su Sustainability Yearbook. Si el salto dado le permite recuperar al menos la plata (era oro en la edición de 2020), podría convertirse en el próximo componente del índice SOCIAL INVESTOR.

El Santander ha dado saltos relevantes en materia de sostenibilidad en los últimos meses. Formó parte del grupo fundador de la Net Zero Banking Alliance y su gestora de activos fue la primera española en integrarse en la alianza Net Zero Asset Managers.

Ya ha publicado sus primeros objetivos de descarbonización de su cartera bancaria y de inversiones.

Su actividad en el mercado de deuda sostenible, donde ya figura dentro del grupo de los 15 bancos más activos en operaciones de colocación del mundo, también le da puntos.

De hecho, es un factor que MSCI suele tener en cuenta a la hora de revisar sus calificaciones a la banca.

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