Cepsa presentó su nuevo plan estratégico hasta 2030 mediante el que la petrolera invertirá entre 7.000 y 8.000 millones de euros para reducir sus emisiones.

La estrategia ‘Positive Motion’, lanzada este miércoles, contempla la reducción en un 55 por ciento de sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) Scope 1 y 2, aquellas generadas por la propia compañía o las derivadas de la compra de energía.

En cuanto a las emisiones Scope 3, las que se generan en la cadena de valor, el objetivo es reducirlas entre un 15 y un 20 por ciento para finales de esta década. La fecha marcada en rojo en el calendario del plan estratégico es 2050, cuando Cepsa quiere llegar a ser ‘Net zero’.

60% de la inversión a negocios sostenibles

La segunda petrolera española por detrás de Repsol quiere destinar un 60 por ciento del total de su inversión a negocios sostenibles a partir de 2023 para crear “el principal ecosistema de movilidad sostenible y la mayor red de recarga eléctrica ultrarrápida” de España y Portugal.

También quiere transformar sus 1.800 gasolineras y estaciones de servicio en espacios digitalizados de ultraconveniencia y restauración, incluyendo un cargador con potencia de 150 kilovatios (KW) cada 200 kilómetros.

La compañía centrará esfuerzos también en la producción de hidrógeno verde. Para 2030, quiere contar con una capacidad equivalente a 2 gigavatios (GW). 

Cepsa quiere ser líder en la fabricación de biocombustibles con una producción de 2,5 millones de toneladas anuales que estarán destinadas principalmente para la descarbonización del tráfico aéreo. Para ello, producirá 800.000 toneladas de combustible sostenible para la aviación (SAF). Actualmente, la compañía suministra el 35 por ciento del combustible utilizado por la aviación española.

Asimismo, la petrolera quiere tener una cartera de proyectos de energías renovables, solar y eólica, de 7 GW para consumo propio; de esta cantidad, ya cuenta con 1,5 GW para conexión a la red.

La estrategia se traducirá en una mayor contribución de los negocios sostenibles al EBITDA, pasando del 14 por ciento en 2022 a más de la mitad en 2030.

“Iniciamos un ambicioso viaje para transformar nuestra compañía y ser un motor clave y facilitador de la transición energética. Cepsa es lo suficientemente pequeña para moverse con rapidez, a la vez que lo suficientemente grande para ser un líder en la creación de una economía más verde, justa y sostenible”, dijo Maarten Wetselaar, consejero delegado de Cepsa.

Mención para la ESG

“La estrategia que presentamos hoy es un plan a largo plazo que refleja la oportunidad histórica que tienen España y sus empresas energéticas para convertirse en actores clave en la promoción y producción de energías limpias. Esto ayudará a reforzar la seguridad e independencia energéticas de Europa, y confío en que Cepsa pueda asumir un papel de liderazgo en este proceso”, destacó Wetselaar.

Cepsa hizo especial mención a su "compromiso" con las políticas ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG). Para reforzar ese compromiso, la compañía anunció que ha vinculado la retribución de sus directivos a los objetivos en ESG: entre un 15 y un 20 por ciento de los salarios de su cúpula dependerá del cumplimiento de esos objetivos.

Cepsa ha incluido cuatro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en su estrategia a 2030. Por un lado, el número 7, el acceso a una energía asequible y limpia; el 8, trabajo decente y crecimiento económico; el 12, producción y consumo responsables; y el 13, sobre la acción climática.

La compañía recalca que recientemente obtuvo algunas calificaciones en materia de sostenibilidad por parte de algunas agencias de rating como Sustainalytics, de Morningstar, y S&P CSA, que le concedieron algunas de las notas más altas en función de sus métricas.