La versión sostenible del oro ofrece refugio contra la inflación

El complejo sistema de producción del oro dificulta que se garanticen las medidas de sostenibilidad de las compañías, pero existen alternativas para invertir

oro

En tiempos de inflación como el que ahora toca vivir a los mercados, el oro ha actuado tradicionalmente como activo refugio.

Apostar por el metal ofrece una cobertura contra este tipo de contextos, pero la llegada de las ESG está provocando que cada vez más inversores examinen con lupa los criterios de sostenibilidad en los procesos de producción del oro.

Algo que se refleja en el precio: pese a la confirmación de que la inflación no es transitoria y ha llegado para quedarse, el oro se encuentra a un 16 por ciento de sus máximos históricos, por encima de los 2.000 dólares, alcanzados en agosto del año pasado.

En este sentido, el mayor papel de las ESG está propiciando a su vez que existan más alternativas para invertir en oro sostenible.

La regulación de la LBMA

La producción del oro ha presentado históricamente una serie de riesgos que ahora incumplirían los criterios de la inversión responsable.

Desde su impacto ambiental por las extracciones de las compañías mineras, hasta su refinación y transporte, el oro involucra a un amplio número de actores que dificultan la medición en términos de ESG.

En 2012, la London Bullion Market Association (LBMA), uno de los supervisores del mercado a nivel global, presentó su Guía de oro responsable, en la que recogía una serie de directrices a tener en cuenta por las refinerías de oro.

El principal objetivo era combatir el lavado de dinero, la financiación del terrorismo y los abusos de los derechos humanos, otras de las prácticas asociadas al mercado, y garantizar así que los lingotes de oro provienen de fuentes responsables.

Desde enero de 2012, los refinadores de oro sostenible acreditados por la LBMA deben cumplir con los principios de la Guía, mientras que el supervisor controla a las compañías a través de las auditorías e informes que deben hacer públicos anualmente.

“La estricta regulación de la industria y la presión ejercida sobre las refinerías ha proporcionado formas verificables de garantizar que el oro se haya obtenido de forma ética”, explican los expertos de Invesco, una de las gestoras que apuesta por el oro sostenible.

100% de lingotes posteriores a 2012

Invesco gestiona el mayor ETC de oro de Europa, con más de 14.000 millones de dólares bajo gestión.

Así, Invesco Physical Gold ETC cuenta con el 100 por cien de sus lingotes acuñados desde 2012, en cumplimiento con los criterios de la Guía de Oro de la LBMA.

Este ETC se encuentra vinculado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), entre los que se incluyen el fin de la pobreza, el crecimiento económico o la reducción de las desigualdades, e implementa también la Guía de la OCDE para la gestión responsable de las cadenas de suministros de minerales procedentes de zonas de conflicto, según explican en Invesco.

La gestora se asegura, además, de que las refinerías de oro del que proceden los lingotes estén acreditadas por la LBMA a través de sus propias auditorías.

Solo en “condiciones extremas de mercado”, explican desde Invesco, y en un contexto en el que el oro posterior a 2012 no estuviera disponible, el ETC recibiría oro anterior a 2012 y “trataría de reducir la exposición a cero mediante reembolsos posteriores”.

“Nuestros gestores, con el apoyo de nuestro equipo ESG, están totalmente comprometidos con la participación de las empresas mineras a ayudar a identificar los riesgos ESG, en particular los más relevantes para la industria minera”, señalan en Invesco.

Más presión del activismo

Pese a que la regulación ha contribuido a que se puedan encontrar alternativas sostenibles en el oro, el activismo reclama reforzar la propia legislación.

En abril, la organización Global Witness lideró una asociación de entidades que cargaron contra el programa de fuentes responsables del oro de la LBMA, asegurando que “había fracasado en su intento de garantizar que solo el oro procedente de fuentes responsables llegara a los mercados internacionales”.

Algo que propició la respuesta de la propia LBMA, a través de una carta firmada por su consejera delegada, Ruth Crowell, en la que afirmaba que la Guía “desempeña un papel fundamental en ofrecer confianza al mercado de metales preciosos”.

“Sin embargo, la LBMA también reconoce los desafíos a los que se enfrentan todos los programas de auditorías, y estamos comprometidos con su continua mejora. Nos mantenemos en contacto con los operadores del mercado para hacer frente a los riesgos de la cadena de suministros”, apuntó.

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