A ojos de Bill Gates, convertir las campañas de lucha contra el cambio climático en una "cruzada moral" es un error que no ayudará a cumplir los objetivos reales de descarbonización global, sino que pueden provocar, incluso, revueltas sociales que torpedeen los avances en esta materia.

"Cualquiera que diga que le digamos a la gente que deje de comer carne, o que deje de querer tener una casa bonita, y que simplemente así cambiaremos los deseos humanos, creo que eso es demasiado difícil. Es decir, se puede argumentar a favor, pero no creo que sea realista que eso juegue un papel absolutamente central", explicó el inventor de Microsoft en una entrevista para Bloomberg Green.

"Por ejemplo, cuando Francia puso un impuesto al diésel, se produjo el fenómeno de los chalecos amarillos. El impuesto sobre el gasóleo, que era bastante modesto en términos de incentivos para el cambio, fue absolutamente rechazado. Vivimos en un mundo político, y los votantes franceses reaccionaron a ese aumento", añadió durante la entrevista.

Es decir, que Gates, que lleva tiempo convertido en el centro de críticas y alabanzas por unas labores filantrópicas que algunos consideran una fachada para enmascarar intereses ocultos, y otros, la muestra de que el inventor de Microsoft norteamericano siempre tuvo en mente la mejora de la sociedad a través de la innovación, prefiere centrar su atención sobre objetivos que, a sus ojos, son más relevantes para lograr la transición energética.

Y esos objetivos pasan, principalmente, por seguir invirtiendo en nuevas tecnologías e innovación, para hacer de esta aireada revolución ESG un proceso al que todo el mundo pueda sumarse.

La apuesta de Bill Gates contra el cambio climático es la tecnología

El empresario estadounidense concedió esta entrevista a Bloomberg Green en calidad de fundador de Breakthrough Energy, una aceleradora de tecnologías verdes que ha invertido cerca de 2.000 millones de dólares de 2015 en unas 100 empresas llamadas a impulsar la transición energética en diferentes sectores.

Y la razón por la que Gates considera que la única manera de lograr que las emisiones globales sean realmente cero pasan, sobre todo, por el hecho de que "sin innovación, nunca se resolverá el cambio climático".

"Las herramientas existentes (para lograr la transición energética) solo se aplican a áreas como la generación de electricidad. No se aplican a la mayoría de las emisiones", apuntó Gates durante su entrevista.

"En las conversaciones sobre el clima de 2015 dije que no hemos inventado una forma económica de fabricar combustible para la aviación, o cemento, o acero, y ni siquiera lo estamos intentando", añadió.

Y sin esos avances, Bill Gates no considera que se pueda lograr un cambio real, porque al final del día, incluso si todos los países ricos redujeran sus emisiones a cero, "eso solo representaría un tercio de las emisiones".

La importancia de abrir el abanico, y mantener la calma

El multimillonario incidió en repetidas ocasiones sobre esta necesidad de que la transición energética sea viable para todas las economías.

"Que unos pocos países ricos, unas pocas empresas ricas y unos pocos individuos ricos compren su tiquet de salida para poder decir que no son parte del problema, no tiene nada que ver con la solución del problema", criticó Gates.

"Resolver el problema es encontrar emprendedores que construyan estas empresas innovadoras para poder llamar a la India y decir: Oye, tienes que fabricar acero de esta nueva manera. Cemento de esta forma [...] Tienes que tener algo que motive a los países de ingresos medios, incluyendo India, Brasil, China, para cambiar completamente estos procesos", agregó.

Bill Gates, además, dejó un mensaje contundente para aquellos que piensen que la transición energética puede ser una respuesta clara a los actuales problemas de Europa en este sentido.

"Lamentablemente, la mayoría de las cosas relacionadas con el clima, en el mejor de los casos, son soluciones a 5 o 10 años vista. Así que cuando la gente me dice: Nos encanta tu asunto del clima, porque podemos decirle a Putin que no le necesitamos. Yo digo: Sí, dentro de 10 años. Llamadle y decidle que no le necesitáis".

En consecuencia, Gates no veía descabellado que se reabrieran plantas de carbón, o de gas. Porque la transición energética hacia las emisiones cero es un objetivo por el que apuesta fuertemente, pero que prefiere promover desde una concepción de la dificultad que supone este proceso.