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COP 27. Los países en desarrollo reclaman mayor apoyo financiero

Los países en desarrollo esperan que la conferencia de la COP 27 les permita obtener más ayudas, dado que son los principales damnificados por el calentamiento global si haberlo causado

Las naciones en desarrollo esperan que los países ricos se comprometan a aportar más fondos para la adaptación al cambio climático y líneas financieras que les ayuden a hacer frente a los desastres naturales cuando se reúnan en la cumbre climática COP 27 en noviembre.

Así lo ha apuntado, Barbara Creecy, ministra de Medio Ambiente de Sudáfrica. Creecy fue una de las voces africanas más destacadas antes de la COP 26 en Glasgow el año pasado. Exige a los países que han sido los culpables del mayor volumen de emisiones del mundo, que ahora aporten más ayuda para mitigar los efectos del calentamiento global.

Según Creecy, los países ricos deben cumplir con su compromiso de aportar 100.000 millones de dólares anuales a las naciones en desarrollo. Una cantidad que, en su opinión, debe ser revisada al alza en el futuro, según explicó en una entrevista con Bloomberg.

La ministra defiende que los países en vías de desarrollo deben recibir compensaciones por las inundaciones, sequías y otros desastres naturales que sufren a causa del cambio climático.

“Este continente es uno de los más afectados por cambio climático”, dijo Creecy. “Esperamos que el diálogo alrededor de las pérdidas y los daños se enfoque correctamente y no se traduzca únicamente en una línea de financiación”, señaló.

África está a la vanguardia de las regiones en desarrollo, que defienden que son poco culpables de las emisiones de carbono que ha provocado el calentamiento global, que está provocando desastres que van desde las olas de calor en Europa, hasta sequías en el Cuerno de África e inundaciones en Pakistán y Yemen.

El continente produce solo alrededor del cuatro por ciento de las emisiones totales en carbono y está mal preparado para afrontar el incremento de eventos climáticos.

A principios de este año, la ciudad sudafricana de Durban sufrió las inundaciones más graves en casi tres décadas, mientras que en el Cuerno de África, Somalia y sus vecinos están luchando contra la peor sequía en cuatro décadas.

Eventos extremos

“Un evento extremo puede acabar con una ciudad entera”, señala Creecy. “Mira lo que le pasó a Beira hace unos años”, apunta, refiriéndose al ciclón Idai, que destruyó el 90 por ciento de las viviendas en la ciudad portuaria de Mozambique en 2019.

“Hoy no hay ningún fondo que apoye a países vulnerables para hacer frente a situaciones vinculadas al cambio climático como inundaciones o lluvias no estacionales”, explicó el Ministro de Medio Ambiente de Senegal, Abdou Karim Sall en una conferencia en la capital de la nación de África Occidental, Dakar.

“Necesitamos un fondo para los más países más vulnerables cuando ocurren estos eventos. Los que contaminan deben abrirse los bolsillos”, concluye.

Las naciones en desarrollo quieren que las conversaciones, que se llevarán a cabo en Sharm el-Sheikh en Egipto en noviembre, se centren en la asistencia financiera post 2025, con los 100.000 millones de dólares que parten como base.

En ese año, el acuerdo para proporcionar 100.000 millones anuales que no se ha cumplido, caducará.

“Ahora nos estamos moviendo hacia el entorno posterior a 2025 y hay mucho silencio alrededor de eso”, apunta. Creecy ha supervisado la cartera ambiental en Sudáfrica, en un momento en que el país se ha comprometido a ambiciosos objetivos de reducción de emisiones de carbono y de ruptura de la dependencia con el carbón.

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