La gran pelea política antes de la COP28

Los halcones climáticos maniobran para establecer un objetivo global en la COP28 para las energías renovables como respuesta a las resistencias de Dubái

La COP 27 cerró su edición dejando una sensación de frustración

La COP 27 cerró su edición dejando una sensación de frustración

Por John Ainger (Bloomberg) para Social Investor ● En el tiempo de descuento de la cumbre del clima de las Naciones Unidas en Sharm El-Sheikh del año pasado (COP27), el jefe de la delegación de la Unión Europea, Frans Timmermans, ofreció un gran pacto para romper el punto muerto de las negociaciones. Las discusiones llevaban embarradas más de dos semanas.

Los 27 consentirían la creación de un mecanismo de financiación para pagar las pérdidas y los daños causados por el cambio climático, satisfaciendo una demanda histórica de los países en desarrollo.

Pero el apoyo de la UE solo vendría si todos los países acordaban un mayor compromiso para eliminar el uso de combustibles fósiles.

La promesa del fondo de pérdidas y daños se incluyó en el texto final de la COP27; pero el documento que realmente comprometía a los participantes dejó fuera la propuesta. La derrota todavía duele a Timmermans.

"No lograremos, de ninguna manera, cualquiera de nuestros objetivos si no hacemos más en mitigación”, dijo en el encuentro climático de Petersberg en Berlín, evento destinado tantear el terreno antes de la cumbre anual de la ONU en Dubái a finales de año (COP28). Sin una acción más fuerte contra las emisiones, "hagamos lo que hagamos en finanzas, adaptación, pérdidas y daños, será insuficiente", remató.

La derrota de la UE y sus aliados en materia de emisiones en la COP27 ha establecido lo que ahora será uno de los más duros enfrentamientos antes de la COP28. La nación anfitriona, los Emiratos Árabes Unidos Emiratos, es un petroestado cuya economía depende de las exportaciones de petróleo y gas.

Los halcones de la reducción de las emisiones tendrán que competir con la decisión de los Emiratos Árabes Unidos de nombrar al sultán Al Jaber, jefe de Abu Dhabi National Oil (la doceava productora de petróleo y gas del mundo) como presidente de la COP28.

La empresa petrolera estatal que dirige es, a la postre, autora intelectual de algunos de los planes más agresivos para expandir los combustibles fósiles.

Timmermans tiene la ciencia de su lado. El coste de reducir las emisiones —dejando de lado los daños climáticos menos extremos— será mucho menor que pagar por las mayores pérdidas de un mundo que se calienta. Pero la política se volverá aún más difícil.

Progreso climático

Al Jaber defendió en el evento climático de la semana pasada que los diplomáticos deberían centrarse en la eliminación gradual de las emisiones del petróleo y el gas, en lugar de eliminar esos combustibles de golpe.

Y es una tesis que se interpreta como dejar la puerta abierta a la quema de petróleo y gas mientras se desarrolla la tecnología de captura del carbono. Los diplomáticos de la UE no están convencidos.

"No creo que la captura del carbono sea efectiva", dijo Jennifer Morgan, el enviado climático de Alemania, en una entrevista con Bloomberg TV. "Lo que realmente necesitamos ver, y creo que los países del mundo lo llevarán adelante, es el final de la era de los combustibles fósiles y, por el contrario, la acumulación de energías renovables".

Así que la pregunta es cómo lo hará la UE para lograr su objetivo de acelerar el ritmo de los recortes de la emisiones. En el último año, Sharm El-Sheikh se alineó con el bloque liderado por la India para expandir el lenguaje adoptado en la COP26 sobre la reducción gradual del carbón, gas y petróleo.

Timmermans también quería un compromiso de alcanzar en 202 el pico de emisiones en el sector energético. El esfuerzo fracasó en pleno cabildeo de Arabia Saudita, China y Rusia. Convencieron a la presidencia egipcia de la cumbre para que se abandonara la idea.

De la COP, al caos

Este año, los líderes de la UE anticipan un lenguaje de clara oposición y que pedirá una rápida reducción de emisiones, según los funcionarios europeos presentes en una conversación entre la presidenta de la Comisión, Úrsula von der Leyen, y la ministra alemana de exteriores, Annalena Baerbock.

Ya han comenzado a pedir un objetivo global para implementar las renovables. La medida implicaría un descenso de la contaminación a medida que la energía eólica y solar asumen la parte que suministran los combustibles fósiles.

El mes pasado, la UE acordó impulsar sus propias energías renovables hasta el 42,5 por ciento del mix energético en 2030.

La Agencia Internacional de la Energía, que participará en la elaboración de los objetivos de renovables, estimó que la proporción de esas tecnologías en el suministro mundial total fue de solo el 5,2 por ciento en 2021.

Un resumen del diálogo climático en Berlín incluye una referencia a que la capacidad de la energía renovable necesitaba triplicarse. Al Jaber insistió en su discurso que ello debería ocurrir en 2030, con otra duplicación en 2040.

Tom Evans, asesor de políticas del think tank E3G, dijo que es esencial que cualquier objetivo esté directamente relacionado con la eliminación gradual de los combustibles fósiles en lugar de permitir que las plantas de carbón y gas mantengan su actividad.

"Asistimos a una tensión inevitable que crea un petroestado intentando la cuadratura del círculo", dijo Evans. "Me preocupa que no hayamos visto a esos líderes vincularse con la eliminación de los combustibles fósiles".

El costo de implementar energías renovables, especialmente en los países en desarrollo, es probable que sea enorme.

Las naciones ricas prometieron 100.000 millones de ayudas anuales, que incumplen sistemáticamente. Esperan pagar este año. Pero las naciones más pobres ya han dicho que ese dinero debe abonarse sin ataduras.

Mientras tanto, un objetivo global para impulsar la eficiencia energética podría ser más fácil de lograr, según un funcionario de un organismo europeo familiarizado con el asunto.

La UE ya ha acordado un objetivo para reducir el consumo de energía. "¿Por qué no somos más comunicativos sobre la reducción de nuestro uso de la energía?", dijo Timmermans en Berlín la semana pasada.

"Especialmente los grandes emisores, los principales países industrializados, podemos hacer mucho más en eficiencia energética de lo que estamos haciendo ahora".

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