Costa Rica y Dinamarca invitan a España a su alianza internacional para frenar el petróleo
Se perfila como uno de los ejes de la COP26 de Glasgow, en la que sus firmantes serían socios de primer nivel si ponen fecha tope a las operaciones petroleras en su territorio
Cuando sólo quedan dos meses para la COP26, la Cumbre del Clima amparada por Naciones Unidas que este año se celebra en Glasgow, los países ya están empezando a mover ficha sobre sus prioridades y filtrando documentos y compromisos sobre los que puede versar esta cita internacional.
Y uno de ellos supone la creación de una alianza de estados, similar a algunas que ya existen en el terreno privado -como puede ser Climate Action 100+, por ejemplo- que busca comprometer a los países a poner fecha tope a las operaciones petroleras y de gas en sus territorios.
Los impulsores son dos países que, en teoría, no tienen excesivos nexos en común, aunque sí un claro compromiso por frenar el cambio climático: Costa Rica y Dinamarca.
El primero es uno de los países con mayor diversidad natural, no tiene 'pozos' de crudos y ya basa su energía en las renovables. El segundo ha impulsado su economía en base al petróleo, aunque se ha comprometido a frenar la producción en 2050.
Estas naciones están detrás de una nueva organización internacional, denominada Beyond Oil and Gas Alliance (BOGA), según adelanta la agencia Reuters, que ha tenido acceso a los documentos fundacionales.
Los impulsores ponen de relieve que los combustibles fósiles siguen siendo la principal fuente de emisiones de gases con efecto invernadero.
Apuntan que los gobiernos internacionales, pese a compromisos como el Acuerdo de París de limitar el calentamiento global por debajo de los 1,5 grados, no están ejerciendo una acción colectiva para poner fin a la producción de crudo y gas.
Y se sostienen en premisas impulsadas, por ejemplo, por la Agencia Internacional de la Energía, que insta a virar la actividad más allá del crudo, a dejar de financiar nuevas plantas de carbón, explotaciones mineras y, en esta misma década, marcar el final de nuevas exploraciones de gas y petróleo.
Ese sería precisamente el eje de la nueva alianza de países: ir marcando un calendario para cesar tanto la producción como la exploración.
Miembros de primer y segundo nivel
En este club habría socios de primera y de segunda categoría, en función de los compromisos con los que se alineen.
Los primeros serían los miembros de pleno derecho y serían aquellos que se comprometan a no otorgar nuevas licencias de exploración de petróleo y gas. También a ir reduciendo la producción de ambas materias primas.
Los segundos serían ‘second tier’ y tendrían que comprometerse con medidas para limitar la producción de ambos combustibles, así como dejar de subvencionarlos o tener incentivos respecto a ellos.
Dos requisitos que forman parte de un borrador que aún no es definitivo y que podría cambiar antes de la cita de Glasgow.
Socios aún por definir
Respecto a qué países están a favor de la alianza o se han mostrado proclives a entrar en ella, de momento, no hay nada cerrado.
El ministro de Energía y Clima danés, Dan Jorgensen, asegura a Reuters que tanto su país como Costa Rica están hablando con diferentes Gobiernos y que aún es pronto para adelantar un resultado.
Uno de los que ha confirmado el contacto para formar parte de esta alianza es Nueva Zelanda, que ya en 2018 prohibió la concesión de nuevos permisos de exploración ‘offshore’. De entrada, afirma que estudia su incorporación.
Y entre ellos, puede estar España
La ministra de Medio Ambiente de Costa Rica, Andrea Meza, asegura a la citada agencia de noticias que su país ha contactado tanto con España como con Portugal. De momento, sin respuesta.
De hecho, España podría ser firmante porque ya tiene el compromiso legal de cesar la exploración de crudo en su suelo. Será en 2042, según recoge la Ley de Cambio Climático aprobada hace sólo unos meses.
Otro estado que sí estarían abiertos a participar son Reino Unido, el anfitrión de la cumbre y uno de los que se esperan mayores compromisos climáticos.
A quien no parece probable que se aproxime la Beyond Oil and Gas Alliance es a países como Rusia o Arabia Saudí, que siguen basando sus economías en gas y petróleo gracias a las reservas que atesoran en ambas materias primas.
“Estamos en una situación paradójica, en un momento en la que muchos países se han comprometido a convertirse en neutrales en emisiones de carbono [en 2050], pero en realidad todavía están planeando producir petróleo y gas después de esa fecha”, asegura el ministro danés.
Situación en la que estarían grandes potencias como Estados Unidos.