Credit Suisse: su crisis da una segunda oportunidad a los accionistas rebeldes
Llueve sobre mojado para los accionistas de Credit Suisse. Muchos se negaron a apoyar a los consejeros en 2021, que además quisieron asegurarse que no serían demandados por los accionistas. Y la tensión crece tras 6.000M en pérdidas en bolsa en solo doce meses
Las aguas siguen revueltas en Credit Suisse. El banco suizo presentó este jueves un agujero en sus cuentas del cuarto trimestre por 1.900 millones de euros para cubrirse ante el coste de posibles litigios.
Es el último episodio de una serie de sonados tropiezos que, no solo le llevaron a perder 1.500 millones en 2021, sino que está provocando fuertes pérdidas a sus accionistas.
En un año, los inversores han tenido que digerir el impacto de la quiebra de Archegos y Greensill y la marcha de dos presidentes. El primero, Urs Rohner, por su gestión, que ya fue cuestionada severamente en la junta de 2020 (más de un 20 por ciento del capital voto contra su reelección); el segundo, Antonio Horta-Osorio, por saltarse la cuarentena en plena pandemia.
Para los principales accionistas del grupo la dimisión de Horta-Osorio ha sido un jarro de agua fría -valoraban su incorporación positivamente-, lo que sumado a las fuertes provisiones que acaba de asumir para afrontar posibles indemnizaciones, calienta todavía más la insatisfacción bursátil de los inversores por la mala evolución en bolsa.
Pérdidas de 6.400 millones de valor
En doce meses, Credit Suisse ha perdido alrededor de 6.000 millones de valor, al pasar de los 28.000 millones a los 21.600 millones con los que cerró la sesión del jueves.
Son unas pérdidas todavía más dolorosas porque se producen en un contexto muy positivo para las acciones bancarias. El Stoxx 600 especializado en bancos suma un 44 por ciento en un año.
Los accionistas apoyan la llegada de Axel Lehmann, ex de la aseguradora Zúrich, pero están pidiendo al consejo responsabilidades y que releve a consejeros que no han sabido defender los intereses de los accionistas.
Uno de los que está en el punto de mira es el vicepresidente, Severin Schwan, al que los inversores ven como una de las cabezas visibles de la deriva de los últimos años y le acusan de baja dedicación (es director ejecutivo de Roche), pero son muchos los consejeros que están ya avisados.
Ethos recomendó rechazar la exoneración de responsabilidad del consejo y la directiva en la junta de 2021
En la junta de 2021, hasta nueve de ellos, Schwan incluido, obtuvieron elevadas tasa de rechazo a sus reelecciones, que oscilaron entre el 12 y el 26 por ciento. En el caso del vicepresidente, fue del 16 por ciento.
Su desacuerdo también se traslado a la propuesta de "descargo" que presentó el consejo y que generó rechazo entre los asesores de voto que aplican los estándares más altos en gobierno corporativo.
Así, Ethos, el socio suizo de la alianza europea Proxinvest, cuyo miembro español es Corporance, se opuso a este punto, con el que los accionistas que lo apoyan 'renuncian' a presentar reclamaciones por hechos acecidos durante el ejercicio fiscal. Su recomendación (que no imitaron ni Glass ni ISS) la tuvieron en cuenta los accionistas del banco: un 16 por ciento del capital la rechazó.
No obstante, todos los accionistas mantienen su derecho a presentar reclamaciones por hechos que no hayan sido revelados a los accionistas en el momento de la aprobación de la gestión.
La lista de problemas 'públicos' que arrastra Credit Suisse es muy alto. En 2019 se produjo el escándalo de vigilancia que involucraba a Iqbal Khan, un ex-ejecutivo de Credit Suisse, que fue investigado (y seguido) por tres personas contratadas por Credit Suisse para ver si se llevaba a clientes a UBS.
El banco pidió a los accionistas que descargaran de responsabilidad al consejo y los directivos
Credit Suisse organizó una investigación interna a través de la cual se descubrió que el CEO, Pierre-Olivier Bouée, fue el que contrató a los investigadores y en octubre de 2019 dimitió. Unas semanas más tarde se publicaba en prensa que la vigilancia del Sr. Khan no fue un incidente aislado, sino que el banco lo había hecho varias veces.
También en diciembre 2019, el regulador financiero suizo Finma anunció el nombramiento de un auditor independiente para aclarar las cuestiones pertinentes de gobierno corporativo.
Además, en febrero 2020, el SonntagsZeitung informó de que Credit Suisse también había realizado espionaje contra Greenpeace tras una interrupción por parte de activistas en una reunión del banco en 2017.
Votos de castigo
Según Financial Times, dos de los diez mayores accionistas estarían instando a que se produzca un relevo importante dentro del principal órgano de gobierno del banco, que debería empezar por su vicepresidente.
Este habría tenido la intención de abandonar el consejo, pero habría sido el nuevo presidente el que le habría pedido que se quedara para permitir un traspaso de poderes tranquilo tras la precipitada salida de Horta-Osorio.
Qatar, Harris Associated y Norges son los accionistas más significativos
El mayor propietario de acciones de Credit Suisse es el fondo soberano de inversión de Qatar, que maneja un 5 por ciento de la participación del banco según datos de Bloomberg.
El segundo es Harris Associated, que posee un 4,99 por ciento del capital en Credit Suisse, y que valora positivamente la llegada de Lehman.
“Aunque estamos decepcionados al ver la salida de Horta-osorio dado su talento y el plan de reestructuración que inició, mantenemos la esperanza de que con las diversas mejoras en la gestión, incluido el nombramiento de Axel Lehmann, que Credit Suisse no solo se fortalecerá sino que se revitalizará”, señaló en un comunicado.
En un año, Harris Associated acumula fuertes pérdidas por su participación en Credit Suisse, que además ha ido elevando.
Norges Bank ya votó en contra en 2021
El tercer mayor accionista con un 4,8 por ciento, Norges Bank, que públicamente avanzó su oposición a la reelección de numerosos consejeros el año pasado.
Así, se opuso a la renovación del mandato de hasta 6 de los 9 cargos propuestos por Credit Suisse, entre los que se encontraban pesos pesados como el propio Severin Schwan o Andreas Gottschling y Michael Klein.
En todas sus justificaciones de voto, Norges señala que los accionistas “deben tener derecho a solicitar cambios en la directiva cuando no actúe en su mejor interés”.
“Consideramos si el panel no actuó sobre las peticiones importantes de los accionistas, trató de eludir sus propuestas o implementó cambios de gobernanza que limitan los derechos de los accionistas sin su aprobación”, explica Norges en su archivo de votaciones.
Respecto a la petición de exención de responsabilidades del consejo, el fondo noruego se abstuvo.
Gigantes de la banca de inversión como BlackRock, Vanguard o UBS figuran entre los diez principales accionistas.