Las tormentas extremas y otros desastres naturales le costaron al mundo alrededor de 230.000M€ en pérdidas el año pasado, y menos de la mitad de esa cantidad fue realmente cubierta por las aseguradoras, según datos compilados por Munich Re.

La factura supera el promedio de 10 años e incluye el impacto de las pérdidas catastróficas causadas por los terremotos en Turquía y Siria. Mientras tanto, los Estados Unidos tuvieron una temporada de huracanes menos severa que en 2022 y muchas pérdidas aseguradas se debieron a tormentas eléctricas regionales.

Ernst Rauch, científico climático jefe de Munich Re, afirma que las aseguradoras ahora tienen que repensar cómo clasifican las tormentas.

"Solíamos referirnos a las tormentas regionales como peligros secundarios porque por sí solas sólo causan daños pequeños o medianos", dijo en una entrevista. "Pero a medida que aumenta el número de tormentas, tenemos que pensar en una nueva clasificación".

El año pasado fue el más caluroso jamás registrado en el planeta, lo que distorsionó los patrones climáticos y expuso a millones de personas a temperaturas peligrosas.

Las consecuencias del cambio climático tienen implicaciones importantes para la forma en que la industria de seguros maneja las reclamaciones, y el Banco de Pagos Internacionales advirtió recientemente que cada vez más se deja que los gobiernos paguen la factura.

En general, las pérdidas aseguradas globales cayeron a 87.000 millones de euros el año pasado.

Aumentan las probabilidades de más fenómenos meteorológicos extremos

Los científicos ya predicen que 2024 será más caluroso que el año pasado, lo que aumenta la probabilidad de que se produzcan fenómenos meteorológicos más extremos. "A temperaturas más altas se evapora más agua, y la humedad adicional en la atmósfera proporciona energía para tormentas severas", dijo Rauch.

En 2023, las pérdidas aseguradas por tormentas severas (caracterizadas por fuertes lluvias repentinas, fuertes vientos, así como granizo e inundaciones repentinas) alcanzaron los 46.000 millones de euros en los Estados Unidos y los 8.000 millones de euros en Europa, y ambas cifras representan récords, según Munich Re.

En Europa, granizos de hasta 19 centímetros de diámetro provocaron pérdidas por miles de millones de euros en el norte de Italia y en otras regiones en julio y agosto.

En los Estados Unidos, algunas de las mayores pérdidas relacionadas con las tormentas se produjeron en el Medio Oeste en marzo y en Texas en junio. Los daños causados por los huracanes el año pasado fueron limitados, ya que Idalia azotó partes de Florida que están escasamente pobladas.

Mientras tanto, los devastadores terremotos ocurridos en el sureste de Turquía y Siria en febrero provocaron pérdidas totales de 45.000 mil millones de euros el año pasado. De esa cantidad, sólo 5.000 millones de euros estaban asegurados.