Wizz Air ignora su propia ESG para hacer negocios en Rusia

Wizz Air vuelve a Rusia aunque presumía hace unos meses de apoyar a Ucrania desde su ESG

Wizz Air esquivará las sanciones de la UE para volar a Rusia desde octubre

Wizz Air esquivará las sanciones de la UE para volar a Rusia desde octubre

“No hay nada más importante que garantizar la salud y la seguridad de nuestra gente y de sus seres queridos”, aseguró la Presidenta de la Comisión de Sostenibilidad y Cultura de Wizz Air, Charlotte Pedersen, en el informe anual de cuentas de 2022, que la aerolínea presentó el pasado 8 de junio de 2022.

Pedersen cerraba con esta frase una larga enumeración de medidas que Wizz Air tomó para apoyar a su tripulación en Ucrania, así como “a toda la comunidad ucraniana”, después del inicio de la guerra al este de Europa.

“Fuimos la primera y única compañía aérea que reaccionó de forma proactiva y ayudó a los ciudadanos ucranianos que lo necesitaban para ponerse a salvo fuera del país”, añadía el comunicado emitido por Wizz Air, en el que se hacía gala del “orgullo de haber podido apoyar a los pasajeros ucranianos durante este período tan difícil”.

Poco más de dos meses después del mismo, sin embargo, Wizz Air decidió que su compromiso con las víctimas no era incompatible con la continuación de su negocio en Rusia.

La aerolínea, con sede en Hungría y cotizada en la bolsa de Londres, encontró la forma de sortear las prohibiciones de vuelo a Rusia impuestas por la Unión Europea a las compañías continentales.

Wizz Air anunció que comenzaría a ofrecer vuelos entre Abu Dhabi y Moscú a través de su filial en los Emiratos Árabes Unidos, boicoteando así las sanciones impuestas al país presidido por Vladimir Putin, y convirtiéndose en la primera compañía europea en volar a Rusia desde que comenzó la invasión de Ucrania el 24 de febrero.

Wizz Air y la abstención de los emires

Tal y como se explicaba desde finanzas.com, Wizz Air alegó que la toma de la decisión de reanudar sus vuelos a Moscú desde Emiratos Árabes Unidos se debía exclusivamente a la demanda de unos pasajeros “que desean volar hacia y desde Rusia desde la capital de los EAU“.

La empresa reiteró, asimismo, que si bien las restricciones de la UE prohíben los vuelos a Rusia por parte de empresas con sede en el bloque comunitario, estos vuelos se operarán a través de Wizz Air Abu Dhabi, empresa que es propiedad mayoritaria del holding estatal de Abu Dhabi, y en la que Wizz Air posee una participación del 49 por ciento.

Wizz Air Abu Dhabi es una aerolínea nacional de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) que opera de acuerdo con las normas y políticas nacionales de los emiratos”, apuntó la compañía húngara.

Unos EAU, cabe recordar, que fue una de las únicas naciones, junto a China e India, que se abstuvo de votar en una votación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en febrero, que buscaba condenar la invasión rusa de Ucrania.

Al cierre de la publicación de este artículo, Wizz Air no contestó a las peticiones de comentario de Social Investor, que buscaban saber si la compañía consideraba que esta maniobra podría mandar un mensaje contradictorio a sus empleados ucranianos, y si estaba en disposición de condenar el ataque continuado a la nación europea por parte de Rusia.

En Europa, por otro lado, asociaciones de aerolíneas como One World, de la que forma parte Iberia, o Sky Team, expulsaron a las aerolíneas rusas S7 y Aeroflot.

El precio de la reputación

De acuerdo al informe de cuentas de Wizz Air, más allá del impacto a corto plazo que pudiera tener el cierre de sus rutas con Rusia, la compañía también contemplaba el posible impacto de la demanda a largo plazo, “ya que el potencial del mercado (por ejemplo, en
Ucrania, Rusia, Polonia, Hungría y Rumanía) puede verse mermado y repercutir en las tarifas”.

El impacto en las operaciones de Wizz Air, además, llegó en un momento en que la compañía ocupaba portadas por su clara intención de expandir su área de influencia, como demostró con la propuesta de adquisición planteada a Easyjet.

Parece claro, por tanto, que la empresa húngara antepone ahora la continuidad de este buen hacer financiero y su proceso de expansión, a los teóricos compromisos que tiene en materia de sostenibilidad, y con sus empleados y la comunidada ucraniana.

Una decisión que, como poco, pone en entredicho su manifiesto, que considera que “viajar en avión no debe ser un privilegio”, y que “cuando se trata de un tema crucial como la sostenibilidad, creemos en los hechos de hoy, no en las promesas del futuro”.

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