El peligroso efecto colateral de la tecnología de captura de carbono

La captura de carbono es clave en el proceso de descarbonización global, pero implicará un aumento en el consumo energético que pone de relieve la necesidad de invertir en energías renovables

El mercado de créditos de carbono se enfrenta a la evaluación del ICVCM

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La pujanza de nuevas tecnologías capaces de capturar las emisiones de carbono ha provocado que grandes inversores y gigantes multinacionales entren en la carrera por liderar este sector, pero también puede suponer que el consumo de energía global se incremente considerablemente.

Y es que, según señaló un nuevo informe preparado por la petrolera Shell, un efecto colateral de la expansión de esta tecnología es que su industria puede necesitar más energía de la utilizada para hacer funcionar todos los hogares del mundo en estos momentos.

Eso, claro está, partiendo de un escenario base en el que la tecnología de captura de carbono logre desempeñar un papel significativo en la consecución de los objetivos climáticos mundiales.

Asegurar que este es el caso, por tanto, implicará no solo que se invierta y apueste por esta tecnología, sino también en que la energía renovable crezca hasta niveles de capacidad que le permitan abastecer a tal demanda energética.

La captura de carbono es clave en el proceso de descarbonización global

A pesar de que los objetivos de emisiones netas cero están claros en la mayor parte del mundo, los gobiernos tendrán que hacer grandes cambios para limitar el calentamiento global por debajo de 2 grados centígrados y evitar los peores impactos del cambio climático.

Para conseguirlo, por ejemplo, no bastará con reducir drásticamente el consumo de combustibles fósiles en favor de las energías renovables y de las baterías, sino que también habrá que ampliar las tecnologías de captura de carbono.

El problema, no obstante, es que la tecnología de captura directa del carbono en el aire aún está en pañales y, aunque algún día podría ser una herramienta crucial para el clima, requiere una enorme cantidad de energía.

Y un ejemplo que puede ayudar a entender cómo funciona esta tecnología y por qué requiere tanta energía es que sería equivalente a poner en marcha un aparato de aire acondicionado gigante, con el objetivo de enfriar la atmósfera.

En un escenario en el que el mundo limita el calentamiento global a las líneas marcadas en el acuerdo climático de París, por tanto, la demanda final de energía para la captura directa del carbono aumentaría desde prácticamente cero a día de hoy, hasta casi los 66 exajulios en 2100.

Una cifra que, de acuerdo el informe de Shell, sería superior a la energía necesaria para calentar y alimentar todos los hogares del mundo.

La importancia de esta cifra de captura de carbono

Según apuntó el informe realizado por Shell, a pesar de lo exagerada que pueda parecer esta cantidad de energía estimada, la cifra planteada por la petrolera permitiría que las máquinas de captura de carbono del mundo absorbieran "más de 5.000 millones de toneladas de CO2 al año".

Si eso ocurriera, sería posible que el calentamiento global se situara en torno a 1,24 grados centígrados en 2100, tras haber superado brevemente el límite de los 1,5 grados a mediados de siglo.

La tecnología de captura de carbono sigue siendo incipiente, pero suscita un gran interés, y un ejemplo de esto es que el proyecto de ley sobre el clima del Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prevé importantes subvenciones para ayudar a expandir esta industria.

Otro ejemplo de esta expansión prevista es que el gigante petrolero estadounidense, Occidental Petroleum, ya ha empezado a construir la que será la mayor planta de captura de carbono del mundo.

El éxito de esta tecnología, en definitiva, dependerá de la inversión que se lleve a cabo, así como del desarrollo de la propia industria. Pero también habrá que tener en cuenta que, si el sector crece, se necesitarán muchas más turbinas eólicas y parques solares para suministrar energía baja en carbono.

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