El activismo mantiene la presión sobre Credit Suisse
Ni la decisión de Severin Schwan de no presentarse a la reelección como vicepresidente de Credit Suisse, ni el plan climático presentado por el banco, le está sirviendo para templar los ánimos del activismo
El futuro más inmediato de Credit Suisse se decidirá en la junta general de accionistas que tendrá lugar a finales de mes, pero el banco suizo llegará al evento tras haber agotado su crédito entre el activismo accionarial.
Con la cuenta atrás en marcha para el 29 de abril, el banco tendrá otra cita importante dos días antes de su junta con la presentación de sus resultados del primer trimestre.
Las últimas cuentas presentadas, correspondientes al año pasado, revelaron un agujero de 1.500 millones de euros en el ejercicio a causa de las provisiones reservadas para los litigios pendientes.
Sumado a los escándalos del último año, la quiebra de los fondos Archegos y Greensill y la salida de su presidente Antonio Horta-Osorio por saltarse la cuarentena por Covid de Suiza, Credit Suisse ha tratado de aplacar al activismo con una propuesta climática.
Pero no ha conseguido aplacar al activismo.
Ni el clima contenta al activismo
Un grupo de 11 inversores institucionales coordinados por Ethos Foundation y ShareAction pidió al banco que presentara más información sobre sus objetivos de descarbonización a corto, medio y largo plazo, instándole a alinearse con los objetivos del Acuerdo de París para reducir el calentamiento global por debajo de los 1,5 grados.
Credit Suisse dio a conocer el mes pasado tres propuestas, entre las que se incluye la divulgación de nuevas restricciones relacionadas con la financiación de petróleo y gas en el Ártico; en torno a la minería en aguas profundas y una votación consultiva sobre el informe de sostenibilidad que presentará a sus accionistas en 2023.
Iniciativas que el activismo recibe como insuficientes. “Credit Suisse ha perdido la oportunidad de comenzar de nuevo, restaurar la confianza y hacer que abordar el riesgo climático sea el núcleo de la misión del grupo al no respaldar nuestra resolución”, dijo Jeanne Martin, gerente senior de campañas en ShareAction.
Martin dijo que, si bien “acogen con beneplácito” los más recientes compromisos climáticos del banco, estos no cubren la mayor parte de la financiación y exposición del mismo a activos con alto contenido en carbono.
“Hacemos un llamado a los accionistas para que voten por nuestra resolución y den a conocer su decisión de voto al banco y a sus pares”, apuntó Martin en una carta abierta publicada la semana pasada.
Desde ShareAction instaron al banco a seguir los pasos de varias entidades británicas, como Barclays y HSBC, y advirtieron que publicarían un análisis en profundidad de los compromisos de Credit Suisse en los primeros días de abril.
Presión para cesar a consejeros
Tanto ShareAction como Ethos son los principales movilizadores de accionistas que buscan la renovación del consejo de Credit Suisse después de los vaivenes del último año.
Estos accionistas vieron con buenos ojos la llegada de Axel Lehmann, ex del grupo Zurich y que llegó al banco para suplir a Horta-Osorio. Una tarea difícil teniendo en cuenta que el directivo portugués, pese a su desafío a las autoridades suizas, contaba con una buena valoración por su gestión de una entidad en la que no cesan las aguas revueltas.
Los activistas, sin embargo, no tienen en la misma consideración a muchos de los consejeros de Credit Suisse. Hace aproximadamente un año, en la junta general de 2021, hasta nueve directivos obtuvieron una tasa de rechazo en la votación de sus reelecciones de entre el 12 y el 26 por ciento; bastante elevada teniendo en cuenta que a partir del 10 por ciento se considera un porcentaje de calado a tener en cuenta.
Uno de esos consejeros es el propio vicepresidente, Severin Schwan, exponente de la difícil travesía del barco en los últimos años y al que le atribuyen una menor dedicación por compaginar su cargo con el de director ejecutivo de la farmacéutica Roche.
Schwan anunció en marzo que no se presentaría a la reelección, ni tampoco otros consejeros, como el español Juan Colombás, o Kai Nargolwala, responsable del comité de compensaciones del banco.