Los inversores han contribuido "enormemente" al avance de los derechos humanos en el ámbito de la empresa. Esos pasos se aprecian en las grandes del IBEX 35, pero no todos los sectores caminan al mismo ritmo.

Al menos, así lo relata María Prandi, fundadora y consejera delegada de la consultora Business & Human Rights, una de las voces más autorizadas en el mundo sobre la materia. 

"Se ha avanzado muchísimo (en el respeto a los derechos humanos por parte de la empresa)".

"Hace 20 años, cuando empezamos a trabajar, este tema era totalmente desconocido y hemos visto grandes avances por diferentes motivos", explica Prandi en esta entrevista exclusiva con Social Investor, el portal ESG de finanzas.com. 

Prandi es una voz autorizada en este campo, pues lleva más de 20 años asesorando a empresas de la talla de BBVA, Inditex y Acciona en esta temática. 

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El activismo inversor, motor de los derechos humanos en la empresa

Uno de estos motivos de impulso de los derechos humanos en el espacio corporativo es, precisamente, el activismo inversor. 

"La función de los inversores al preguntar cada vez más sobre estos temas es muy importante. Es un movimiento que ha estado propiciado, sobre todo, por los fondos de inversión", añade esta especialista. 

Asimismo, otro factor que supuso un gran impulso para este asunto fue la aprobación de un estándar internacional en 2011, por parte de la ONU.

Este estándar marca la pauta de lo que las empresas tienen que hacer para asegurarse de que tanto ellas como sus proveedores están respetando los derechos humanos.  

Más allá, actualmente se está gestando un nuevo catalizador para el avance del tratamiento de los derechos humanos en el ámbito de la empresa.

El IBEX 35 da pasos de gigante en derechos humanos

Se trata de la directiva que prepara la Unión Europea sobre diligencia debida en materia de derechos humanos.

Por su parte, el Gobierno de España trabaja también en una legislación nacional sobre el mismo asunto. 

"Esto va a ser un impulso, va a establecer un marco de trabajo conjunto, una línea base común, muy útil para las empresas, pues algunas están ya muy avanzadas, mientras que otras no han empezado a trabajar este tema", asevera Prandi. 

Sobre esto, Prandi considera que las grandes empresas del IBEX 35 han dado pasos de gigante en esta materia. Este es el caso de las compañías energéticas y las textiles. 

Por ejemplo, han mejorado mucho la promoción de los derechos humanos en toda la cadena de suministro.

La industria agroalimentaria española se queda atrás

Si bien, hay un sector donde aún queda mucho trabajo por hacer: el de la industria agroalimentaria, donde existen "amplios abusos de los derechos humanos". 

"El sector agrario en España es uno de los puntales de la economía. Hay casos de buenas prácticas pero, en muchas ocasiones, hay abusos importantes", relata Prandi.

"Principalmente, para aquellos trabajadores sin documentación los abusos son amplios. No hay trabajo infantil o forzoso pero las condiciones no son las mejores, hay mucho margen de mejora", explica. 

Estas vulneraciones son algo que preocupa a los supermercados europeos, que son los grandes clientes de la huerta española.

Las empresas productoras de frutas y vegetales van a tener que solucionar este problema si no quieren tener dificultades a la hora de exportar su producción. 

En Alemania, por ejemplo, el 1 de enero entró en vigor una ley de diligencia debida "bastante exigente", según Prandi, que ha supuesto una cascada de preguntas por parte de los exportadores a ese país.