El coche eléctrico europeo despeja su ruta hacia la descarbonización
Fabricantes como Volkswagen o Stellantis presentan la mejor relación potencial alcista-recomendación de los analistas después de que Europa haya confirmado la fecha del fin del coche de combustión
La ruta hacia la descarbonización de la industria del automóvil parece cada vez más clara después de que la Comisión Europea pusiera fecha para el final de los motores de combustión en la normativa Fit for 55.
Esta semana, el Ejecutivo comunitario dio el visto bueno definitivo a la prohibición de los coches con motores tradicionales en 2035. Trece años para acelerar el desarrollo del coche eléctrico que requerirán de millonarias inversiones para ello.
Con un horizonte temporal definido, los Gobiernos planean conceder una mayor libertad legislativa para los principales fabricantes europeos con planes en eléctricos, que han disparado su potencial en bolsa a raíz de los últimos movimientos.
Mal momento, por ahora
Las grandes automovilísticas europeas no pasan este año por su mejor momento en los parqués. Afectadas por la crisis energética y de suministros global, registran pérdidas a doble dígito en la mayoría de los casos.
Volkswagen ha caído un 15 por ciento; Renault, un 12 por ciento; y Stellantis, un 23 por ciento. La compañía menos afectada es también la de menor capitalización bursátil, la sueca Volvo, cuyas acciones solo han retrocedido un 3 por ciento.
Sin embargo, de acuerdo al consenso de analistas de Bloomberg, la situación podría revertirse a corto plazo. Así, el panel estima un potencial de revalorización para la alemana Volkswagen del 48 por ciento, del 43 por ciento para Renault y dispara el de Stellantis hasta el 72 por ciento a 12 meses. En el caso de Volvo, es la única compañía que tiene un potencial negativo.
El consenso refleja, además, cierta confianza de los analistas en algunas de estas acciones. Cerca de un 80 por ciento apuestan por la compra de Volkswagen y de Stellantis, y siete de cada diez tienen recomiendan la compra de Volvo. Solo existe incertidumbre en el caso de Renault, con los analistas divididos entre la compra y mantener los títulos.
Wall Street quiere pescar
Entre algunos de los analistas que han revisado su posición en los últimos días se encuentran gigantes de la inversión global.
Bancos de Wall Street como JP Morgan y Morgan Stanley mantuvieron su apuesta por Volkswagen, Stellantis y Renault tras la aprobación del nuevo paquete de medidas del plan Fit for 55.
El grupo francés también granjeó la recomendación de grandes entidades europeas como Credit Suisse, aunque en este caso el banco suizo se mantuvo en una posición neutral; la misma que BNP Paribas, aunque el mayor banco de Francia revisó ligeramente al alza el precio del fabricante del Renault Zoe, el segundo modelo eléctrico más vendido en Europa el año pasado tras el Tesla Model 3.
Stellantis, un grupo que incluye marcas de origen italiano como Fiat, recibió también la recomendación de compra de Intesa Sanpaolo, uno de los mayores financiadores de Italia. Se repite la situación con Volkswagen, por la que apostaron los analistas del Banco Santander. Y es que el fabricante alemán, uno de los mayores grupos de Europa, tiene ambiciosos planes en España.
España quiere su trozo del pastel
Casi al mismo tiempo que Bruselas daba luz verde al Fit for 55, España aprobó esta semana el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), que incluye ayudas públicas para que el sector del automóvil aumente la producción en el segmento del coche eléctrico.
En total se movilizarán unos 12.000 millones de euros en inversiones y ayudas para el vehículo eléctrico, siendo Volkswagen el grupo que más ayuda podría recibir. El foco se centra en una mayor producción en las fábricas del grupo en Martorell (Barcelona) y Pamplona, que serán remodeladas para aumentar dicha producción.
También construirá nuevas instalaciones en Sagunto, Valencia, aunque en este caso será una fábrica de celdas de baterías.
A su vez, Stellantis también optará a un amplio volumen de ayudas, que serán inyectadas en sus tres fábricas de Vigo, Madrid y Zaragoza.
Empresas españolas como Iberdrola, que forma parte de una alianza de más de 60 empresas con Volkswagen, y Acciona, en colaboración con el gigante energético chino Envision, se verán beneficiadas de los cerca de 500 proyectos pendientes de aprobación para recibir las ayudas del PERTE.