El greenwashing le cuesta a DWS un CEO y 1.700 millones en bolsa
La investigación por prácticas greenwashing a la gestora de Deutsche Bank deja pérdidas millonarias en los parqués y provoca la dimisión de su máximo dirigente
La magnitud de las acusaciones por greenwashing a las que se enfrenta DWS ha hecho estragos tanto en la cotización como en la cúpula de la compañía.
Este lunes, agentes de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA), de la Fiscalía de Frankfurt e inspectores del regulador alemán, BaFin, llevaron a cabo una redada en las oficinas de DWS en Frankfurt tras meses investigando a la gestora de Deutsche Bank por haber, supuestamente, inflado los parámetros ESG de muchos de sus productos financieros.
La operación se saldó con la dimisión del CEO de DWS, Asoka Woehrmann, y con ingentes pérdidas en bolsa: en apenas dos días, las acciones se han desplomado más de un 10 por ciento. O lo que es lo mismo, DWS ha perdido 700 millones de euros de capitalización bursátil, la mayor sangría desde la crisis del coronavirus en marzo de 2020.
Desde que se iniciasen las investigaciones en torno a DWS, en agosto del año pasado, la gestora ha perdido más de una cuarta parte (un 21 por ciento) de su capitalización bursátil en bolsa; 1.700 millones de euros menos, desde los algo más de 8.000 millones con los que contaba en agosto del 2021 hasta los 6.250 millones actuales.
Supone, además, un aviso para navegantes después de que recientemente otras entidades como BNY Mellon, uno de los mayores bancos de inversión de Wall Street, haya sido acusado por la SEC de cometer las mismas prácticas de greenwashing.
Acusaciones internas, el origen
En el caso de DWS, si bien la presión de los supervisores se ha recrudecido en los últimos meses, las acusaciones comenzaron hace ahora algo más de un año. Y llegaron desde la propia compañía.
En marzo del año pasado, DWS despidió a su entonces directora de sostenibilidad, Desiree Fixler, bajo la excusa de “tomar más impulso” en la estrategia ESG de la gestora de Deutsche Bank.
Fixler, por su parte, alegó que el despido se produjo por haber criticado abiertamente y en público las controversias a la hora de etiquetar los productos ‘sostenibles’. A su juicio, DWS infló las características de muchos productos financieros para hacerlos pasar por ESG.
No fue hasta el pasado septiembre cuando se conoció el inicio de la investigación sobre DWS, iniciada conjuntamente entre la SEC estadounidense y BaFin.
Fixler llegó a demandar a DWS por despido improcedente, pero finalmente en enero de este año un tribunal alemán desestimó la denuncia y dio la razón a la gestora.
Una carga para Woehrmann
Ahora, la investigación ha costado la caída del máximo dirigente de DWS. Woehrmann, CEO de la empresa desde 2018, dijo en el comunicado difundido que, pese a haber contribuido a los “tres años más exitosos” de la historia de la gestora, las acusaciones formuladas se han convertido “en una carga” tanto para él como para la empresa.
“Para proteger la entidad y a mis allegados, me gustaría despejar el camino para dar paso a un nuevo comienzo”, asevera el directivo, que dejará su cargo el próximo 10 de junio en favor de Stefan Hoops, que trabaja para el grupo Deutsche Bank desde hace casi 20 años.
“Su visión estratégica y su experiencia en digitalización proporcionarán un impulso importante para el desarrollo continuo de DWS”, explica la gestora.
Hoops, por su parte, dijo estar “complacido” por el “privilegio” de liderar a la compañía, y asegura que su tarea estará en ampliar la posición y la relevancia en el mercado de DWS.
A pesar del desgaste reputacional que ha supuesto todo el proceso para la gestora, y a las pérdidas millonarias de los últimos días, DWS cuenta con músculo financiero para recobrar el pulso.
2.000 millones en efectivo
Los cambios en la cúpula son un “revés” para DWS, en un entorno operativo “desafiante” y “marcadamente diferente de las fuertes entradas a fondos del año pasado”, según los analistas de Bloomberg Intelligence.
El año pasado, DWS acumuló un flujo de capital de sus fondos por encima de los 42.000 millones de euros. En el primer trimestre, en un contexto desfavorable marcado por la inflación y la guerra de Ucrania, los activos bajo gestión se redujeron en un 3 por ciento.
Esto puede “convertirse en una tendencia”, según Bloomberg Intelligence, pero DWS puede “utilizar su sólido balance” para ganar más presencia a través de fusiones y adquisiciones. En concreto, 2.000 millones de euros en efectivo para estas operaciones, que sin embargo pueden “representar un riesgo adicional para los accionistas”.
Después de que Amundi, tras adquirir Lyxor, superó a la gestora de Deutsche Bank como la segunda gestora con más ETF de Europa, según datos de Bloomberg. Para sus analistas, esto puede dar “un mayor incentivo para defender su cuota de mercado”. El foco, ahora, está en Asia, “un punto ideal para el crecimiento”, aunque “la gobernanza y el control de Deutsche Bank pueden limitar las opciones”.
Por ello, consideran que los 2.000 millones con los que cuenta para acometer operaciones pueden proporcionar un fuerte apoyo financiero si surge la oportunidad de acuerdos de unir fuerzas con otras entidades.