El índice SOCIAL INVESTOR encara otoño con más riesgo sostenible en Caixabank, Iberdrola y REE
En cambio, Amadeus mejora su exposición al riesgo ESG tras un mes en el que el selectivo sostenible es superado por el IBEX
Nueva temporada, vuelta a la rutina y a las puertas de la cita internacional clave en materia de sostenibilidad, la Cumbre del Clima, la COP26 que se celebrará en noviembre en Reino Unido y que acelerará la actividad de las grandes multinacionales en materias ESG.
Una recta final del año a la que las empresas del índice SOCIAL INVESTOR, en el que están presentes las nueve grandes cotizadas españolas con mejores notas en materia de sostenibilidad medioambiental, social y de buena gobernanza, llegan con cambios, aunque de pequeño calado en sus calificaciones.
En concreto, tres firmas, Caixabank, Iberdrola y Red Eléctrica (REE), presentan cambios al alza en su perfil de riesgo ESG, que mide la firma de análisis Sustainalytics. En cambio, una de esas nueve compañías, la tecnológica ligada al sector turístico Amadeus, mejora su nota.
Hay que recordar que el índice SOCIAL INVESTOR es el primer ‘best in class’ de la ESG del parqué español. En él están presentes las compañías que consiguen las mejores calificaciones por parte de tres agencias de ‘rating’ especializadas en esta industria sostenible, MSCI, Sustainalytics y S&P.
Los requisitos para estar en el índice
En el índice, desde su lanzamiento el pasado otoño, están presentes nueve compañías, que también forman parte del IBEX 35. Se trata de Amadeus, BBVA, Caixabank, Enagás, Endesa, Iberdrola, Inditex, Naturgy y Red Eléctrica.
En cuanto a los requisitos para formar parte de este ‘best in class’, básicamente, conlleva superar tres exámenes.
El primero, el que realiza MSCI, que supone lograr una calificación AA o AAA, que supone a las empresas ser líderes de sus respectivos sectores.
El segundo examen es el de Sustainalytics, que mide el riesgo ESG de las empresas. Una exposición a las distintas materias sociales, de medio ambiente y de buen gobierno corporativo que, para estar en el índice, debe ser medio, bajo o nulo.
Por último, las cotizadas tienen que lograr alguna de las ‘medallas’ que otorga S&P SAM y que pueden ser de oro, plata o bronce.
A cierre de agosto, tanto las calificaciones de MSCI como las que publica S&P SAM se mantienen invariables respecto al cierre de julio en el conjunto de los nueve integrantes de este selectivo.
Donde sí hay cambios, por tanto, es en los análisis sobre riesgo ESG que efectúa Sustainalytics.
Cambios en riesgo ESG
En concreto, los cambios corresponden a las tres firmas mencionadas. Tanto en los casos de Iberdrola, como Caixabank y REE se trata de cambios de mínimo calado que no les suponen cambiar de escalón.
Sin embargo, en el caso de la compañía presidida por Beatriz Corredor, está a un paso de pasar su riesgo ESG de inapreciable (puntuación inferior a 10), a bajo (entre 10 y 20). Un pequeño paso atrás que no le impide ser una de las compañías cotizadas españolas con mejores notas de sostenibilidad.
En este sentido, Sustainalytics refleja que el gestor de la red de electricidad es la segunda mejor compañía ESG de todo el sector de las ‘utilities’, que está integrado por 605 empresas. Además, ahonda en que uno de los aspectos donde tiene más fortaleza es su modelo de gestión.
Hay que recordar que este mes de julio, Amancio Ortega -fundador y primer accionista de Inditex- ha adquirido el 5 por ciento de REE a través de su sociedad instrumental Pontegadea y uno de los motivos que ha destacado de este movimiento inversor es el fuerte posicionamiento ESG de la cotizada controlada por el Estado a través de la SEPI, que suma el 20 por ciento del capital.
Iberdrola, segundo paso atrás
En el caso de Iberdrola, la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán ha vivido la segunda revisión consecutiva al alza de su riesgo sostenible por parte de Sustainalytics, que también le dio un toque de atención el pasado julio.
Pese a este paso atrás, la energética está entre las 100 mejores ‘utilities’ por riesgo, en concreto, en el puesto 53 de las más de 600 compañías que analiza la citada firma.
En estos meses, la multinacional ha estado en el foco por la gestión del presunto espionaje encargado al excomisario Jose Manuel Villajero y las imputaciones que ha derivado el caso.
Además de ese enfoque ligado al buen gobierno corporativo, también ha sido protagonista en las últimas semanas por la gestión del alza de precios de la luz en España y por las críticas del Gobierno al vaciado de algunos de los embalses que gestiona.
Una actuación que, para la Ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, podría conllevar reacciones por parte de los inversores ESG que están presentes en su accionariado.
En cuanto a Caixabank, la entidad no ha visto golpeado severamente su rating por el recorte de empleo sellado este año tras su unión con Bankia y pactado con los representantes de los trabajadores. Ahora, Sustainalytics lo revisa y le coloca un riesgo ligeramente superior, ya que pasa de 22,4 a 23,2; aunque no indica las causas de este replanteamiento.
Tampoco las desglosa en el caso de Amadeus, cuya nota mejora de 16,1 a 15,6. Tiene menos exposición al riesgo en materias ESG en una compañía ligada al turismo, con planes para rebajar sus emisiones de CO2 de forma significativa en los próximos años, como adelantó a SOCIAL INVESTOR su responsable de Sostenibilidad y reporting ESG de la compañía, Lucas Bobes.
Por tanto, al cierre de agosto, la prueba de deterioro de los componentes del índice, deja invariable su composición. Si hubiera habido dos revisiones a la baja de calificaciones, por parte de sendas agencias, los valores afectados habrían dejado este selectivo.
Será al concluir septiembre cuando SOCIAL INVESTOR lleve a cabo la revisión en totalidad de las mayores cotizadas en el parqué. Un análisis que no sólo puede desencadenar alguna salida; sino que también abre la puerta a posibles incorporaciones siempre que las cotizadas cumplan con los tres requisitos que se exigen.
Por detrás que el IBEX
Los próximos meses bursátiles van a estar marcados por factores como la incertidumbre de cómo afectará a la economía mundial el avance de la variante delta del coronavirus o si se prolongará la espiral inflacionista. De momento, en agosto, el índice SOCIAL INVESTOR cierra por detrás del IBEX.
Una de las claves es el fuerte peso en este selectivo del sector energético, lo que influye en su evolución. Así, el 'best in class' ESG cierra mes en los 1239,22 puntos, con un avance desde julio del 0,67 por ciento, mientras que en el caso del IBEX el repunte en agosto ha sido del 1,96 por ciento. Lo mismo ocurre en el conjunto del ejercicio, con repuntes del 4,8 y del 9,5 por ciento, respectivamente.