El medioambientalismo calienta otro grado la junta de Credit Suisse
Un grupo de inversores, entre ellos Amundi, exige al banco que informe sobre cómo se alinea con el Acuerdo de París. Una junta en la que el apoyo al consejo está en juego
La junta de 2022 de Credit Suisse tampoco parece que vaya a ser tranquila. Tras la salida de Horta-Osório por saltarse la cuarentena y los números rojos acumulados en el cuarto trimestre de 2021 para cubrirse frente a posibles pagos de indemnizaciones, los accionistas le presionan ahora para que sea más transparente sobre su compromiso con el Acuerdo de París.
Está previsto que Credit Suisse celebre junta de accionistas el próximo 29 de abril; dos días antes el banco presentará sus resultados del primer trimestre.
De acuerdo con Bloomberg, un grupo de inversores, entre los que se incluirían Amundi y un grupo de fondos de pensiones suizos, han presentado una propuesta de cara a la junta instando al banco a que explica cómo alinea sus operaciones con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5° grados.
La propuesta está coordinada por Ethos Fundation y Share Action e insta a que Credit Suisse presente información adicional sobre sus objetivos a corto, medio y largo plazo para reducir su exposición al carbón, el petróleo o el gas.
La iniciativa está muy alineada con la que planteó hace meses ShareAction para las entidades fundadoras de la Net Zero Banking Alliance (NZBA). Entre ellas, los españoles Banco Santander, BBVA o Caixabank.
Credit Suisse se ha comprometido a ser cero emisiones en 2050. En declaraciones a Bloomberg, el banco explica que una de sus prioridades para el carbón, el petróleo y el gas, es plantear objetivos de reducción alineados con la ciencia. El activismo lo que demanda es que avance objetivos, políticas y datos concretos.
¿Es suficiente pagar menos bonus?
Credit Suisse también está dando pasos para tratar de pacificar al máximo la junta del próximo 29 de abril, después ya de varios ejercicios conflictivos con parte de sus accionistas y de que se esté pidiendo una renovación del consejo, después de varios años tocados por diversos escándalos.
En este sentido, ha optado por aplicar una cierta moderación en los salarios. En concreto, habría reducido en un 64 por ciento los bonus de sus principales ejecutivos, tras las pérdidas ocasionadas por la quiebra de Archegos y Greensill.
Uno de los consejeros más cuestionado es Severin Schwan, al que los inversores ven como una de las cabezas visibles de la mala evolución del banco y los últimos años y le acusan de baja dedicación (es director ejecutivo de Roche), pero son muchos los consejeros que están ya avisados.
Ethos recomendó rechazar la exoneración de responsabilidad del consejo y la directiva en la junta de 2021
En la junta de 2021, hasta nueve de ellos, Schwan incluido, obtuvieron elevadas tasa de rechazo a sus reelecciones, que oscilaron entre el 12 y el 26 por ciento. En el caso del vicepresidente, fue del 16 por ciento.
Uno de los accionistas que se opuso fue Norges -varios estarían dispuestos a rechazar la reelección de Schwan en la próxima junta-.
El año pasado, el fondo soberano se opuso a la renovación del mandato de hasta 6 de los 9 cargos propuestos por Credit Suisse, entre los que se encontraban pesos pesados como el propio Severin Schwan o Andreas Gottschling y Michael Klein.
En todas sus justificaciones de voto, Norges señalaba que los accionistas “deben tener derecho a solicitar cambios en la directiva cuando no actúe en su mejor interés”.
“Consideramos si el panel no actuó sobre las peticiones importantes de los accionistas, trató de eludir sus propuestas o implementó cambios de gobernanza que limitan los derechos de los accionistas sin su aprobación”, explicaba Norges.
El gigante es el tercer mayor accionista de Credit Suisse, con un 4,8 por ciento del capital.