El sentimiento de Alemania se ha reflejado en toda Europa: la UE ya tenía objetivos climáticos muy amplios, pero ahora su política energética y climática va de la mano de la política de seguridad. El problema de Europa es, y siempre ha sido, que no tiene suficientes recursos naturales y combustibles fósiles para satisfacer su demanda energética.

Ha llegado el momento de dar un giro monumental a la estrategia energética europea: el 85 por ciento de los europeos cree que la UE debe reducir su dependencia del gas y el petróleo rusos lo antes posible. Las energías renovables son una oportunidad generacional y la única vía realista de independencia energética para Europa.

El objetivo de Europa en materia de producción de energía renovable hasta 2030 es cada vez más ambicioso: del 27 por ciento en 2018 al 32 por ciento en 2020, aumentando al 40 por ciento con "Fit for 55" en 2021, para ser superado el mes pasado por RePower EU y un objetivo del 45 por ciento de renovables en el mix energético para 2030.

Se trata, con mucho, de la política climática más ambiciosa del mundo, y muestra la ambición de Europa por ser líder en la lucha contra el cambio climático.

RePower EU: los objetivos

Las medidas anunciadas para aumentar la autonomía energética de Europa no son realmente nuevas tecnologías, sino más bien soluciones conocidas desplegadas a una escala mucho más rápida y mayor.

Los procesos de concesión de permisos para la energía eólica y solar deben simplificarse. La energía solar y la eólica ya son las fuentes de energía más baratas (sin subvenciones), pero los proyectos pueden tardar entre 6 y 7 años desde su inicio hasta su finalización. Acelerar el proceso aumentaría enormemente el potencial de las energías renovables en Europa.

Una estrategia solar específica prevé duplicar la capacidad fotovoltaica de Europa para 2025 e instalar 600 GW para 2030. Como referencia, la capacidad solar instalada en la actualidad es de 160 GW, lo que supondría multiplicar casi por cuatro las instalaciones para el final de la década.

En 2026 todos los edificios públicos y comerciales nuevos deberán tener energía solar

Dentro de la energía solar, se presta especial atención a la energía solar en tejados, donde la UE tiene previsto eximir de impuestos y acelerar la concesión de permisos.

Para 2026 todos los edificios públicos y comerciales nuevos deberán tener energía solar, para 2027 los edificios públicos y comerciales existentes deberán estar equipados con energía solar en el tejado y para 2029 todos los edificios residenciales nuevos deberán tener instalada energía solar en el tejado.

En cuanto al hidrógeno, el plan prevé una producción nacional de 10 millones de toneladas de hidrógeno renovable y 10 millones de toneladas de importaciones para 2030, lo que supone un aumento masivo de la capacidad y un cambio potencial del hidrógeno gris/azul al hidrógeno verde.

El plan también prevé un aumento de la capacidad de gas natural licuado (GNL) para ser más flexible en cuanto a las fuentes de gas natural en el periodo de transición. También habrá un mecanismo de compra conjunta para negociar las compras de gas en nombre de los Estados miembros participantes.

Por último, pero no por ello menos importante, se presta mayor atención a la eficiencia energética. La energía más limpia es la que no se usa: la UE se propone ahorrar un 13 por ciento de energía para el final de la década.

Una parte se logrará mediante cambios de comportamiento (por ejemplo, bajando la calefacción), pero también los productos, como los sistemas de calefacción de alta eficiencia o los aislantes, obtendrán desgravaciones fiscales.

Además, está previsto duplicar el ritmo de implantación de las bombas de calor.

¿Será suficiente?

Más de un tercio de las empresas de nuestros fondos están directa o indirectamente expuestas a las iniciativas de RePower EU y hemos aumentado nuestra exposición a Europa desde el estallido de la guerra.

Reconocemos que se trata de planes a largo plazo y, según nuestras comprobaciones con las empresas, muchos de los objetivos están actualmente sólo sobre el papel, sin mucha legislación concreta detrás. No obstante, aplaudimos a la UE por sus ambiciosos objetivos. La dependencia de Rusia ha tardado muchos años en crearse, por lo que no será fácil desprenderse de ella.

Pero el Sr. Putin ha calculado mal. La segunda "Zeitenwende" de la historia tiene sus raíces en Rusia, pero sus repercusiones se sentirán en todo el mundo. Ha añadido una urgencia muy necesaria al desarrollo de las energías renovables y a la lucha contra el cambio climático, lo que en última instancia conducirá a una combinación energética más limpia en todo el mundo.