El punto débil en la descarbonización de los grandes inversores

Crecen los inversores institucionales que se comprometen a descarbonizar sus carteras. Sin embargo, son pocos los que establecen objetivos intermedios o miden sus emisiones de alcance 3, pasos imprescindibles para avanzar en la buena dirección. Duración: 19 minutos

Transición energética

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Crece el compromiso de los grandes inversores con la descarbonización de las carteras. En concreto, el 48 por ciento de ellos ha establecido objetivos de emisiones cero neto o está en proceso de hacerlo, por encima del 45 por ciento que se encontraba en esa situación hace un año. 

Esta es una de las conclusiones que se extraen de la encuesta global sobre clima que Robeco ha realizado a 300 grandes inversores globales y que Lucian Peppelenbos, estratega de clima de la gestora holandesa, desgranó en el último podcast de Social Investor. 

Si bien, pese al avance que se ha producido entre los grandes inversores en cuanto al objetivo de descarbonizar por completo las carteras, el mismo estudio refleja que este compromiso presenta algunas lagunas. 

Lagunas en los compromisos de desacarbonización de los grandes inversores

En concreto, solo tres de cada diez grandes inversores han establecido objetivos intermedios de descarbonización (para los próximos cinco años). 

Este paso de establecer objetivos intermedios es considerado fundamental para avanzar en la buena dirección y garantizar que se cumplen las metas de largo plazo. 

“Los inversores están muy decididos a avanzar (pero lo cierto es que) el trabajo duro acaba de empezar. Queda mucho trabajo por hacer para que esos compromisos de descarbonización sean más concretos”, dijo Peppelenbos en los micrófonos de Social Investor.

Falta analizar las emisiones de alcance tres 

Asimismo, mientras que un 55 por ciento ya ha analizado los riesgos climáticos y las emisiones de carbono de sus carteras, solo el 20 por ciento incorpora las emisiones de alcance tres (las que provienen de la cadena de valor de una empresa y, por tanto, no están bajo su control). 

Las emisiones de alcance tres también son consideradas clave para cumplir el objetivo de cero emisiones netas. 

Por otro lado, tampoco son muchos los inversores institucionales (el 27 por ciento) que han adoptado una visión de largo plazo, utilizando indicadores prospectivos (o forward looking), según el mismo estudio. 

“Son fundamentales para gestionar los riesgos y oportunidades del cambio climático (… Por eso, los inversores institucionales) tienen que establecer objetivos claros de corto plazo”, consideró Peppelenbos. 

Aumenta la exposición a petroleras

Otro problema que revela el estudio es que el 47 por ciento de los grandes inversores ha aumentado su exposición a las petroleras en el corto plazo. 

Peppelenbos relacionó ese regreso de los combustibles fósiles a las carteras con el buen desempeño que las petroleras han tenido recientemente en bolsa, con motivo de la guerra de Ucrania. 

Por otro lado, también explicó que, aunque ha aumentado la sensibilidad de los grandes inversores hacia una transición justa, en la que los países emergentes no queden atrás, el 60 por ciento de los inversores indicó que les falta el conocimiento necesario para traducir esa sensibilidad en posiciones concretas en las carteras. 

Avances en materia ESG

En todo caso, este experto también destacó diversos avances en materia de inversión socialmente responsable. 

El 51 por ciento ha reforzado su convicción de que se debe invertir en transición energética (…). Existe una clara conciencia de que la transición climática no será posible a menos que sea inclusiva para todos”, apuntó. 

Asimismo, Peppelenbos añadió un mensaje de realismo: “El camino hacia las emisiones cero neto no es lineal. Es irregular. Se trata de dar dos pasos hacia adelante, uno hacia atrás y otros dos hacia adelante, de nuevo”. 

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