El Sabadell, Fluidra y Solaria dan el mayor salto del IBEX en notas ESG
Durante el tercer trimestre, una veintena de integrantes del principal índice de la bolsa española han sufrido cambios en sus calificaciones, especialmente por las revisiones de Sustainalytics
El trimestre estival ha supuesto una sustancial revisión de los riesgos ligados a la sostenibilidad ambiental, social y al buen gobierno corporativo de las empresas que integran el IBEX 35.
Una veintena de las empresas que forman parte del principal selectivo de la bolsa española ha visto cambiar su exposición al riesgo ESG, según el análisis que realiza la firma Sustainalytics.
Además, otras dos compañías, las que menos tiempo llevan en el índice de mayores empresas cotizadas cuentan, por primera vez, con esta calificación. Se trata de Fluidra y Solaria.
Junto con estas debutantes, llama la atención la reducción del riesgo ESG de una entidad financiera, Banco Sabadell que, al cierre del tercer trimestre del año, ve mejorada su calificación desde 31.7 el 30 de junio a 24.6 al concluir septiembre.
Hay que explicar que Sustainalytics lleva a cabo una calificación de riesgo ESG inversa. Es decir, cuanto más alta es la nota que otorga, peor, porque mayor es su exposición a posibles contingencias ligadas con la sostenibilidad.
Así, las empresas con mejor nota son aquellas con una calificación de entre 1 y 10, considerada como riesgo inexistente o nulo. Una calificación que, entre las empresas del IBEX, sólo consiguen dos sociedades Inditex y Red Eléctrica, con calificaciones de 9.9 y 10, respectivamente.
Y, en el caso de la compañía presidida por Beatriz Corredor con una leve revisión negativa desde junio, dado que cerró la primera mitad del año con una puntuación de 9.8.
Al margen de ese riesgo inexistente, las calificaciones abarcan otros cuatro baremos: bajo, de 10 a 20; medio, de 20 a 30; alto, de 30 a 40; y severo, por encima de 40, una situación en la que no está ninguna gran cotizada española.
El cambio en el Banco Sabadell
En el caso del Sabadell, la entidad financiera está en pleno proceso de transformación. Un giro que está marcado por la llegada de César González-Bueno al cargo de consejero delegado en sustitución de Jaime Guardiola. Meses en los que se han tomado decisiones que se perciben en estas calificaciones, como la de poner en marcha una Comisión de Sostenibilidad.
Hay que recordar que el relevo se produjo con el banco ‘colgándose’ la etiqueta de estar a la cola en notas sostenibles respecto a la competencia, sólo por detrás en riesgo ESG de la ya desaparecida Bankia.
De momento, Sabadell sigue sin tener calificaciones ESG por parte de MSCI y S&P, con lo que aún está lejos de poder posicionarse en el índice SOCIAL INVESTOR, pero en estos próximos meses tiene por delante la exigencia de presentar en esta recta final de año su nueva hoja de ruta en materia ESG, que en principio incluiría metas relativas a su descarbonización.
Los pasos de Fluidra
En el caso de la compañía de piscinas, Fluidra llegó al IBEX el pasado mes de marzo contando con una revisión ESG por parte de S&P, que le otorgó una calificación de 69 puntos.
Sin embargo, no disponía de calificaciones por parte de MSCI y Sustainalytics. La primera aún está pendiente de ser pública, pero la segunda la coloca con una exposición de riesgo medio y una puntuación de 24,6.
De hecho, en una entrevista con SOCIAL INVESTOR, su presidente y miembro de una de las familias fundadoras, Eloi Planes, ya reconocía que la empresa estaba bajo la lupa de las agencias de calificación.
En este sentido, en su última memoria, ya apuntaba información al respecto. Por un lado, aunque los datos de MSCI aún no son públicos, le otorgaba una calificación BBB.
Mientras, en ese informe integrado a cierre de 2020, Sustainalytics la situaba en riesgo alto y una nota de 31.7. Dato que pone de relieve la mejora conseguida por la empresa en lo que va de año.
Un ejercicio en el que, entre otras medidas, ha ligado la retribución de sus principales ejecutivos a la consecución de métricas ESG.
Y los avances de Solaria
En el caso de Solaria, el grupo de energía renovables debuta en Sustainalytics con una puntuación de 21.3 y riesgo medio.
De momento, la compañía centrada en la producción fotovoltaica no cuenta con calificaciones públicas de MSCI y S&P pero, dado que su actividad está directamente vinculada a un negocio sin impacto de CO2, en teoría, no tiene por qué tener una valoración excesivamente negativa en esa materia.
Sustainalytics, por ejemplo, la posiciona como la empresa que ocupa el puesto 64 de todo su sector, integrado por más de 600 empresas.
Como puntos clave para la citada calificación de riesgo medio, no menciona las emisiones, sino su gobierno corporativo, la gestión de sus productos y del capital humano, así como las relaciones con las comunidades en las que opera.