Endesa. La descarbonización bien vale una bajada de rating

Las acciones de Endesa reaccionaron sin virulencia al recorte de calificación de Fitch. Los analistas ven el mayor endeudamiento como un efecto pasajero

Las empresas lo tienen claro: la descarbonización es una de las prioridades de la próxima década. Endesa es el último ejemplo de la importancia de los planes a largo plazo aunque cueste ciertos castigos en el corto.

La agencia Fitch rebajó el pasado viernes el rating de la deuda a largo plazo de Enel, matriz de la ‘utility’ española, ante las previsiones de un mayor apalancamiento, derivado del aumento de las inversiones del grupo entre 2022 y 2024. El argumento arrastró a Endesa, que actualizó en noviembre su plan estratégico para el mismo periodo.

En estos tres ejercicios, Endesa planea aumentar la inversión prevista en su estrategia Vision 2030 en un 22 por ciento hasta superar los 31.000 millones de euros para cumplir con el adelanto a 2040 del objetivo de descarbonización.

Las acciones de la empresa del IBEX se dejaron un 2 por ciento este lunes -ya caen un 6 por ciento en 2022-, en la primera sesión en la que pudo reaccionar tras la rebaja. El descenso estuvo en línea con las pérdidas del índice español, aunque fue algo superior al del sector.

El subíndice de utilities de Stoxx se dejó un punto porcentual, mientras que los títulos de Enel cedieron un 3 por ciento.

Los analistas, sin embargo, descartan que la rebaja de Fitch vaya a tener efectos en la cotización a medio plazo.

Endesa, con mejor calificación individual que su matriz

“El aumento del apalancamiento del grupo impulsa la rebaja. Las oportunidades de inversión que surgen de la transición energética han llevado a Enel a ampliar progresivamente su plan de inversión”, explica la nota difundida por Fitch el viernes.

La batería de inversiones asociadas a la descarbonización disparará el apalancamiento del grupo a corto plazo. Según Fitch, el promedio para el periodo 2022-2024 será de 4,6 veces, por encima del promedio de 3,7 veces del plan de 2017-2020. Un ratio por encima del nivel óptimo de 4,2 veces que maneja Fitch y del propio objetivo de 2,9 veces de Enel.

“Enel ejerce un control total sobre la filial Endesa. Bajo este enfoque, cualquier cambio en la calificación de Enel se refleja en la de Endesa”, apuntan en Fitch. Sí mantuvieron, de esta forma, el perfil crediticio individual (SCP, en inglés) de la compañía española al entender que la última actualización del plan de negocio hasta 2024 mantiene “sin cambios el objetivo de la compañía en 2,3 veces”.

“El apalancamiento que espera Fitch de Enel está por encima de los niveles positivos, por eso revisan las de todas las filiales. Pero Endesa tiene un apalancamiento muy inferior, por debajo de Iberdrola, Red Eléctrica o Naturgy”, explica Ángel Pérez, analista de Renta 4.

“Endesa ha subido su apalancamiento, que estaba en el 1,8 veces, pero es una cuestión más de una inversión muy fuerte, se espera que vuelva a bajar. Esto es una cuestión más de Enel que de Endesa”, detalla.

¿Afectará a la futura financiación a través de deuda?

Una nueva aceleración del plan de inversión podría, sin embargo, conducir a una rebaja a la baja de Endesa, según apuntó Fitch. Aún así, no parece un escenario probable.

“Es cuestión de que inviertes y no recibes los ingresos hasta dentro de 2 o 3 años. Tienes un capex que sube, sube la deuda neta, pero es una cuestión temporal. Tienes una estrategia de crecimiento por inversión y eso incrementa el apalancamiento, pero a priori vas a recuperarlo si obtienes los rendimientos que esperas”, apunta Ángel Pérez.

Otro de los matices que introdujo Fitch en su análisis fue la estructura de la deuda de Enel, que superó los 67.000 millones de euros a finales de septiembre según datos de la propia compañía. Así, Endesa “sigue estando materialmente financiada” a través de préstamos entre empresas y una línea de crédito renovable que emite la matriz, lo que se utiliza “principalmente como respaldo de su papel comercial”.

A pesar de las previsiones de un mayor apalancamiento del grupo, la financiación de la compañía española no debería verse afectada.

“El crédito depende de la calificación. Si a Endesa la bajan sí que podría ser que le cobrasen más de tipo de interés, pero al final es un préstamo ‘intercompany’ y, en principio, no debería tener efecto en el aumento del coste”, explica Ángel Pérez.

Las acciones de Endesa cotizan en el entorno de los 18,85 euros, su nivel más bajo desde el pasado octubre. En lo que llevamos de año pierden un 6 por ciento. Existe, no obstante, optimismo en el consenso de Bloomberg: la compañía no cuenta con ninguna recomendación de venta y la de compra es mayoritaria, con un 60 por ciento de analistas a favor.

Firmas como Alantra, JB Capital o Bestinver mantuvieron el lunes su recomendación de compra, con precios objetivo por encima de los 22,50 euros, mientras que el promedio del panel de Bloomberg se sitúa en los 23,96 euros. Esto significa un potencial de revalorización de las acciones de Endesa del 27 por ciento a doce meses respecto a su precio actual.

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