¿Es posible contribuir a la sostenibilidad con nuestros hábitos de ahorro?

Nuestro ahorro puede jugar un papel crucial en la construcción de un futuro más sostenible y puede ser una palanca para mitigar el cambio climático

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Que levante la mano quien no esté preocupado por los cambios que estamos sufriendo por el cambio climático, por cómo vemos subir la temperatura cada verano, por los fenómenos atmosféricos extremos a los que nos enfrentamos y la falta de agua.

Es innegable que esta es una de nuestras mayores inquietudes, algo que se está reflejando en nuestro comportamiento y en nuestros hábitos diarios. También en la manera en que producimos o ahorramos.

En este contexto, surge la pregunta de si es posible contribuir a la sostenibilidad del planeta a través de nuestros hábitos de ahorro. Y la respuesta es un rotundo sí.

Nuestro ahorro puede jugar un papel crucial en la construcción de un futuro más sostenible y puede ser una palanca para mitigar el cambio climático.

Crece la demanda de las finanzas sostenibles

Cada vez más personas desean alinear sus decisiones de inversión y ahorro con sus valores y principios, motivo por el cual se está produciendo un aumento en la demanda de productos financieros sostenibles.

La inversión en planes de pensiones se ha convertido en una tendencia en alza y existen buenas razones para ello.

Al optar por estos productos financieros, no solo estamos protegiendo nuestro futuro económico, sino también apoyando iniciativas que promueven prácticas responsables con el medio ambiente y la sociedad.

Porque estos productos canalizan sus fondos hacia empresas que han asumido un compromiso activo con la sostenibilidad y la responsabilidad corporativa.

Y al elegir, por ejemplo, un plan de pensiones sostenible estamos apoyando directamente a aquellas empresas que se esfuerzan por reducir su huella de carbono, por minimizar la contaminación, por promover la eficiencia energética y por respetar los recursos naturales.

Y esta apuesta por la sostenibilidad, además, no está reñida con la rentabilidad. De hecho, las inversiones sostenibles pueden ser tanto, e incluso más rentables que las opciones convencionales.

Esto se explica porque las empresas con una buena calificación ASG tienden a ser percibidas positivamente por los clientes y la sociedad en general, por lo que se genera una mayor demanda de los productos o servicios de estas empresas, lo que a su vez impulsa su crecimiento y rentabilidad.

Las empresas sostenibles tienden a ser más eficientes en el uso de recursos, lo que les permite reducir costes operativos y mejorar su rentabilidad.

Además, eligiendo productos de ahorro sostenibles mientras nos preparamos para la jubilación, no solo estamos asegurando nuestro futuro financiero, sino también estamos contribuyendo activamente al bienestar del planeta y a la prosperidad de las generaciones venideras.

Porque mediante estas decisiones, tenemos la oportunidad de marcar la diferencia y ser agentes del cambio.

Garantizar el futuro

En conclusión, contribuir a la sostenibilidad a través de nuestro ahorro es no solo posible, sino también necesario y urgente.

Al elegir planes de pensiones y productos de ahorro sostenibles estamos asumiendo nuestro rol como actores clave en la construcción de un futuro más sostenible.

La suma de pequeñas acciones puede generar un impacto significativo, preservando el medio ambiente y asegurando un futuro más próspero para las generaciones futuras.

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