Bonos verdes y transición energética crean las oportunidades ESG para el inversor
FORO SOCIAL INVESTOR | Las inversiones ESG han frenado recientemente su brillante trayectoria. Si bien, los expertos creen que existen oportunidades en áreas como los bonos verdes y la transición energética
La inversión socialmente responsable ha frenado recientemente su brillante trayectoria, tanto a nivel de mercado como de activos gestionados.
En concreto, las inversiones centradas en temáticas puramente sostenibles (como la transición energética o la deuda verde) sufrieron en bolsa en 2022 y también en 2023, ante la agresiva acción de los bancos centrales y la escalada bélica en diferentes partes del mundo, entre otros factores.
Carlos Farrás, socio director y CIO de DPM Finanzas, habló de ello durante su intervención en el Foro Social Investor, organizado por la revista Inversión.
“Toda la renta fija ha sufrido. Y más en el caso de la deuda sostenible porque suelen ser bonos a mayor duración y, por lo tanto, tienen más sensibilidad en el precio a las subidas de los tipos de interés. El año pasado, llegaron a caer por encima de doble dígito”, dijo.
Caen las emisiones de deuda sostenibles
Las subidas de tipos son, también, una de las razones que explican la reciente caída en las emisiones de deuda sostenibles desde el 27 al 22 por ciento del total, según David Maroto, director de financiación en Telefónica.
“Han provocado que el coste de los proyectos sea mayor, que el nivel de exigencia de los inversores sea también mayor y que la oferta haya sido menor”, apuntó Maroto.
Básicamente, las empresas encuentran menos incentivos para financiarse a intereses elevados.
Pero, además, la fragmentación existente entre los distintos estándares de bonos verdes y sostenibles tampoco ha ayudado, según Maroto.
“Para nosotros, es importante saber cuál es el camino a seguir, cuál es la etiqueta que realmente va a ser la que prefieran los inversores. Actualmente y para nosotros, son los principios de ICMA (la Asociación Internacional para los Mercados de Capitales). Si no se produce una estandarización, podemos ir hacia una estabilización de este tipo de inversiones y no volver a ver este boom que ha habido”, advirtió el director de financiación de Telefónica.
Aunque el endurecimiento de la política monetaria no solo ha afectado a la renta fija.
También ha impactado en la renta variable sostenible (sobre todo, la centrada en la transición energética y las renovables), al tratarse de compañías que venían de subir un 300 por ciento en bolsa y que, además, utilizan un elevado apalancamiento para financiar sus proyectos.
Por eso, Andrea González, directora general de Spainsif, pidió prudencia y evitar el triunfalismo “a la hora hacer grandes declaraciones respecto a la mayor rentabilidad de la inversión sostenible”.
Y es que, aunque se aprecia una correlación positiva en el largo plazo en favor de las inversiones sostenibles (sobre todo, cuanto mayor es el nivel de sofisticación de la estrategia y de experiencia del gestor), eso "no quiere decir que vaya a comportarse mejor sistemáticamente en todos los casos”, avisó González.
Oportunidades de inversión ESG
Sea como fuere, en lo que coincidieron diferentes participantes en el Foro Social Investor fue en aseverar que la sostenibilidad representa una oportunidad empresarial y de inversión ahora mismo, si se sabe aprovechar.
En ese sentido, Farrás opinó que tanto los bonos verdes como las acciones ligadas a la transición energética son buenas ideas de inversión.
“En la parte de renta fija hay una oportunidad porque estamos cerca del final de la subida de los tipos de interés y, en lugar de estar en letras del Tesoro que me pagan un tres y pico a 6 meses, me puedo garantizar un bono al 4-5 por ciento a cinco años”, razonó Farrás.
“¿Por qué? Porque no sabemos cuánto tiempo van a estar ahí arriba las rentabilidades, pero lo normal es que vuelvan a bajar. En ese sentido, los bonos verdes tienen duraciones más largas y tiene sentido incorporarlos a las carteras”, añadió.
Finalmente, también apuntó la posibilidad de diversificar la cartera con alguna posición en proyectos de renovables tanto a través de empresas cotizadas como no cotizadas.
A ese respecto, recordó que el regulador ha bajado los tickets mínimos de inversión en private equity hasta los 10.000 euros para acercar esta modalidad al inversor minorista (antes superaban los 100.000 euros).