Hay una categoría de fondos ESG que está superando a la mayoría de las demás en los Estados Unidos. Los activos de los llamados fondos de transición climática aumentaron un 304 por ciento a 9.300 millones de dólares en el período de 18 meses finalizado en junio, dijo Morningstar en un informe.

Las nuevas cifras añaden algunos matices a las especulaciones sobre hasta qué punto la reacción política contra los criterios ESG está obstaculizando la estrategia de inversión en los Estados Unidos.

En un contexto de altos precios de la energía, una venta masiva de acciones verdes y ataques del Partido Republicano a la ESG, los activos de los fondos climáticos estadounidenses en general lograron alcanzar un récord de 32.000 millones de dólares, según Morningstar.

Pero aparte de los fondos de transición climática, atraer nuevo dinero para estrategias como bajas emisiones de carbono, bonos verdes, soluciones climáticas y tecnologías limpias "no ha sido fácil" para los gestores de fondos estadounidenses, indicó Morningstar. Y el clima como clase de fondo general creció sólo un 4 por ciento en el período.

Los activos de fondos climáticos alcanzan los 534.000M$

Europa sigue siendo el mayor mercado para nuevos fondos climáticos y representa el 84 por ciento de los activos globales. La cuota de mercado de China es del 8 por ciento, mientras que la de los Estados Unidos es del 6 por ciento.

A nivel mundial, los activos de los fondos climáticos aumentaron casi un tercio en los últimos 18 meses, alcanzando los 534.000 millones de dólares en junio.

La narrativa en torno a la inversión para reflejar los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza sigue complicada por la controversia y el desacuerdo, avivados principalmente por la política estadounidense y la crisis energética que siguió a la guerra de Ucrania.

Una encuesta reciente de Bloomberg entre los participantes del mercado financiero encontró que dos tercios odian hablar sobre ESG con los clientes, pero reconocen que no hay forma de eludir la estrategia de inversión.

En ese contexto, se han lanzado más fondos ESG de los que se han liquidado. A nivel mundial, en lo que va del año se cerraron 90 fondos ESG, en comparación con los 253 que se abrieron. Incluso en EEUU se crearon 25 fondos ESG más de los que se cerraron, según datos proporcionados por Morningstar Direct.

La unidad de gestión de activos de Goldman Sachs abrió el mayor fondo climático de este año en llegar al mercado europeo, con una estrategia de bonos verdes de 2.400 millones de dólares.

Los inversores cambian a exposiciones de mayor duración

"Al igual que con el universo más amplio de renta fija, los inversores en bonos verdes han estado cambiando a exposiciones de mayor duración este año, con la expectativa de que el actual ciclo de ajuste monetario esté avanzando lentamente hacia el final a medida que la inflación esté alcanzando su punto máximo", indicó Morningstar.

Las estrategias de transición y bajas en carbono generaron el “crecimiento más significativo” entre los fondos climáticos de Europa y los activos en ambas categorías se duplicaron. Las estrategias de transición climática representan ahora casi la mitad de los activos de los fondos climáticos de Europa.

Mientras tanto, aún no está claro hasta qué punto están funcionando bien los fondos ESG. En lo que respecta a los fondos climáticos, Morningstar señala que ninguna de las empresas con mayor participación en las carteras que analizó está alineada con el objetivo de limitar el calentamiento global al umbral crítico de 1,5°C.

"Las acciones más populares en las carteras climáticas del mercado general están más desalineadas que aquellas en carteras que apuntan a soluciones climáticas", dijo Morningstar, con aumentos de temperatura implícitos de entre 3,3 ° C y 2,4 ° C.

Según Sustainalytics, unidad de Morningstar, el 87 por ciento de las más de 5.000 empresas que cotizan en bolsa con operaciones globales están en camino de alcanzar al menos 2,1°C de calentamiento.

Morningstar dijo que identificó más de 1.400 fondos abiertos y cotizados en bolsa con un mandato relacionado con el clima en junio, frente a menos de 200 en 2018.