Fortnite será verde en 2030
El grupo Tencent, que controla Fortnite, se desmarca de los objetivos de descarbonización de China en 2060, y será verde treinta años antes
El grupo chino Tencent quiere ser verde en 2030. El dueño del videojuego Fortnite anunció su compromiso de alcanzar la huella neutral de carbono para esta finales de esta década, 30 años antes del objetivo del Gobierno de Xi Jinping. El propio ejecutivo había pedido a las grandes tecnológicas un mayor esfuerzo en materia climática.
Tencent es uno de los grandes conglomerados del sector a nivel global que solo el año pasado produjo más de 5,1 millones de toneladas de dióxido de carbono; más o menos, la misma cantidad que emitió la cadena de suministros del rival de Amazon, Alibaba, que también anunció a comienzos de este año su compromiso de descarbonización para 2030.
La mayor parte de las emisiones procede del elevado consumo energético por sus centros de datos. El foco es, según informó el grupo, potenciar el uso de energía de origen renovable. El año pasado, Tencent ya compró unos 500 gigavatios (GW) de energía eólica, el equivalente al uso energético de 40.000 hogares.
“Es responsabilidad de Tencent ayudar a lograr la neutralidad de carbono. No solo creemos que esto es lo correcto para la sociedad, sino que estamos ansiosos por jugar nuestro papel”, dijo en un comunicado Pony Ma, presidente del grupo.
La hoja de ruta hasta 2030
En 2021, Tencent publicó su informe para alcanzar la huella de carbono total tras revisar de forma interna sus emisiones. Los resultados concluyeron que las emisiones propias (Scope 1) y las derivadas de la compra energética (Scope 2) supusieron algo más del 46 por ciento del total. Las denominadas Scope 3, aquellas emisiones que se generan en la cadena de proveedores, representaron más de la mitad.
Según el grupo, el informe sirve de guía para lograr los compromisos de descarbonización.
Uno de los primeros pasos lo dará hacia la mejora de la eficiencia energética de sus centros de datos. El dueño de WeChat, una red social con más de 1.200 millones de usuarios mensuales, impulsará el uso de la tecnología T-Block para permitir un ahorro de 250 GW de electricidad anuales.
También incorporará nuevas soluciones para la refrigeración de sus centros de datos como la plataforma de inteligencia artificial Tnebula, que aporta un mayor número de datos sobre las emisiones y permite mejorar las estrategias para reducirlas.
Tencent aumentará significativamente el consumo de energías verdes como la fotovoltaica, para la que prevé distribuir sistemas de alimentación en sus centros de datos con capacidad de 80 megavatios/hora (MW/h), lo que generará una capacidad anual de 80 GW en un periodo de 3 a 5 años, según explicó el director de sostenibilidad, Xu Hao.
“Reducir las emisiones directas es nuestra principal prioridad, y después el uso de la energía verde. La compra de compensaciones (créditos al carbono) sería lo último”, dijo.
Entre otros compromisos, Tencent tratará de conectar sus centros de datos a centrales eléctricas renovables y adquirirá otros 500 gigavatios de energía verde en 2022.
Músculo financiero para su transformación ecológica
Para acometer todas estas operaciones, el grupo necesitará músculo financiero tras un año asfixiado por las autoridades chinas.
A mediados del año pasado, los reguladores del gigante asiático ampliaron la vigilancia sobre las grandes tecnológicas que cotizan en Wall Street, al entender que el elevado volumen de datos que manejan suponía un riesgo para la privacidad de los usuarios.
China llegó a suspender de cotización a un amplio número de compañías como Didi, que tiene un modelo de negocio similar a Uber, el grupo Full Truck Alliance y la propia Tencent. En agosto, el Gobierno llegó a catalogar a los videojuegos como “opio espiritual” y “drogas electrónicas”, lo que dejó fuertes caídas para el grupo, conocido también por títulos como Honor of Kings y Peacekeeper.
“El crecimiento de los ingresos se vio afectado por las regulaciones sobre protección de menores que se implementaron en septiembre”, explican los analistas de Huatai Research en un comentario. El impacto regulatorio ralentizará el incremento de las ventas de videojuegos para este año, pasando del 11 por ciento en 2021 a un 9 por ciento; ritmo que mantendrá también para 2023, según los analistas.
En el acumulado del ejercicio, las acciones de Tencent perdieron un 13 por ciento, mientras que este año ya han caído un 1,8 por ciento. No obstante, el grupo encontrará alternativas en otros mercados más allá de China.
“Confiamos en el crecimiento de los ingresos por juegos en el extranjero, y esperamos que su contribución al total de ventas para 2023 sea del 31 por ciento”, explican en Huatai. En cifras absolutas supondrá más de 200.000 millones de dólares en ventas.