La próxima junta de Naturgy, que se celebrará el 15 de marzo, no someterá a consulta de los accionistas la posible reelección de Francisco Reynés.

Celebrándola en marzo -Naturgy también optó el año pasado por agendarla pronto- el presidente y consejero delegado elude pedir a los accionistas que le renueven su confianza.

Su cargo vencería en el junio, por lo que no tendría que ser ratificado hasta la siguiente junta. Según el 'Periódico de la Energía', Naturgy estaría trabajando en una junta extraordinaria en otoño en la que se daría luz verde a la fusión -así lo habría avanzado el secretario general del consejo a los analistas el viernes pasado-.

La ratificación de Francisco Reynés también podría ser uno de los puntos a incluir en ella, dado que entonces el cargo sí que habría vencido y, además, es lo que exige la normativa.

"Según el Artículo 244 de la Ley de Sociedades de Capital (LSC), se deberá ratificar a un consejero elegido por cooptación en la siguiente Junta, sea ordinaria o extraordinaria", recuerda Alicia Prieto, desde Corporance, el proxy español integrado en la red europea Proxinvest.

Sin cita extraordinaria, el presidente y consejero delegado podría continuar en su puesto (solo ratificado por el consejo) hasta 2023.

La reelección de Reynés como consejero delegado y presidente era uno de los temas clave a resolver en la junta y una manera de visualizar los apoyos con los que cuenta el primer ejecutivo de Naturgy antes de que puedan producirse movimientos accionariales relacionados con dicho proyecto de división y tras el fin de la oferta pública de adquisición de IFM.

Además, era un punto clave para valorar el grado de apoyo al primer ejecutivo de sus accionistas; tanto de los antiguos fondos (CVC y los March y GIP), como de los nuevos.

El Confidencial publicó durante el proceso de opa, que una de las ideas que manejaba IFM era trabajar en que la estructura de gobernanza de la compañía del IBEX cambiara y se separaran los roles del presidente y consejero delegado.

Esta estructura se considera más adecuada porque reparte del poder, es la que más gusta a los asesores de voto y también a inversores relevantes de la bolsa española, como Norges. Se considera que es una forma de preservar la independencia del consejo, aunque esta es una materia en la que Naturgy está dando pasos atrás.

Examen indirecto de los proxy y de los accionistas

Francisco Reynés no es el único consejero cuyo cargo se prolonga hasta junio de 2022, que no será ratificado o reelegido en la junta del próximo 15 de marzo.

Junto a él, el 27 de junio de 2018, se votaron los nombramientos o reelecciones de Ramón Adell, Francisco Belil, Claudi Santiago Ponsa, Pedro Sáinz de Baranda y José Antonio Torre de Silva.

Ramón Adell, que ha ejercicio doce años como independiente, pasa a ser el nuevo consejero dominical de Criteria, y su nombramiento sí se presenta a la junta del próximo 15 de marzo.

Pero las renovaciones de Santiago Ponsa, Sáinz de Baranda y Torre de Silva no están propuestas en el orden del día. Los dos primeros son independientes y el último dominical (CVC y los March).

Así, solo se votarán los nombramiento de los dominicales Enrique Alcantara-García Irazoqui (Criteria), Jaime Siles Fernández-Palacios (IFM) y el propio Adell, cuyas elecciones reducen el peso de los independientes en la compañía; algo que puede ser un motivo de controversia con los asesores de voto.

El peso de los independientes se reduce al 25%

En este sentido, la nueva estructura de gobernanza de Naturgy, se quedará con apenas tres independientes; dos de ellos pendientes de renovar en la siguiente junta. Teniendo en cuenta que el consejo está formado por 12 componentes, el peso de los independientes será de apenas el 25 por ciento y la representación femenina también quedará por debajo de la óptima.

Las recomendaciones de gobernanza hablan de que el peso de este tipo de consejeros debe ser de al menos el 50 por ciento; una proporción que en Naturgy ni siquiera existía antes de la renovación del consejo, en la que Criteria ha ganado peso (tendrá tres consejeros en vez de los dos actuales) e IFM se incorpora ocupando un puesto.

Si los proxy y otros accionistas institucionales minoritarios no ven adecuada esta estructura, recomendarán votar en contra de los nuevos dominicales, aunque dado el peso de los accionistas de referencia, si unos no se bloquean a otros, la designación estaría asegurada.

Por el momento, donde se notan más tensiones con el plan de división de Naturgy y con las perspectivas de la compañía es en mercado. Los analistas financieros continúan empeorando su recomendación sobre Naturgy.

De acuerdo con Bloomberg, ahora mismo el 73,9 por ciento de los consejos que pesan sobre la compañía son de venta y ninguna es de compra.