El G7 promete acelerar el cambio a la energía limpia

Los ministros del G7 acuerdan avanzar hacia una eliminación más rápida de los combustibles fósiles

El ministro japonés de Economía, Comercio e Industria, Yasutoshi Nishimura, el ministro de Medio Ambiente, Akihiro Nishimura, y otros delegados asisten a la sesión fotográfica de la Reunión de Ministros del G7 sobre Clima, Energía y Medio Ambiente en Sapporo, Japón, el 15 de abril de 2023, en esta foto difundida por Kyodo. Crédito obligatorio Kyodo via REUTERS

El G7 ha fijado nuevos objetivos colectivos para la energía solar y la energía eólica marina, acordando acelerar el desarrollo de las energías renovables y avanzar hacia una eliminación más rápida de los combustibles fósiles.

Sin embargo, no llegaron a aprobar la fecha límite de 2030 para la eliminación progresiva del carbón que Canadá y otros miembros habían promovido, dejando la puerta abierta a la inversión continuada en gas y afirmando que este sector podría ayudar a hacer frente a posibles déficits energéticos.

"En un contexto de crisis energética sin precedentes, es importante adoptar medidas para hacer frente al cambio climático y promover la seguridad energética al mismo tiempo", declaró en rueda de prensa el ministro japonés de Industria, Yasutoshi Nishimura.

"Si bien reconocemos que existen diversas vías para alcanzar la neutralidad de carbono, coincidimos en la importancia de aspirar a un objetivo común hacia 2050", añadió.

Nueva urgencia tras la invasión rusa

Los ministros del G7 concluyeron dos días de reuniones sobre política climática, energética y medioambiental en la ciudad de Sapporo, en el norte de Japón. Las fuentes de combustible renovables y la seguridad energética han adquirido una nueva urgencia tras la invasión rusa de Ucrania.

"Al principio la gente pensaba que la acción por el clima y la acción por la seguridad energética podían entrar en conflicto. Pero los debates que mantuvimos y que se reflejan en el comunicado demuestran que, en realidad, funcionan conjuntamente", declaró Jonathan Wilkinson, ministro de Recursos Naturales de Canadá.

En su comunicado, los miembros se comprometieron a aumentar colectivamente la capacidad eólica marina en 150 gigavatios para 2030 y la capacidad solar en más de 1 teravatio.

Acordaron acelerar "la eliminación progresiva de los combustibles fósiles no renovables" —la quema de combustibles fósiles sin utilizar tecnología para capturar las emisiones de C02 resultantes— para alcanzar el cero neto en los sistemas energéticos en 2050 a más tardar.

En cuanto al carbón, los países acordaron dar prioridad a "medidas concretas y oportunas" para acelerar la eliminación progresiva de la "generación nacional de electricidad a partir de carbón", como parte del compromiso adquirido el año pasado de lograr al menos un sector energético "predominantemente" descarbonizado para 2035.

Canadá tenía claro que la producción de electricidad a partir de carbón debía eliminarse para 2030, y Ottawa, el Reino Unido y algunos otros miembros del G7 se comprometieron a cumplir esa fecha, declaró Wilkinson.

"Otros aún están tratando de averiguar cómo podrían llegar a esa fecha dentro de sus plazos correspondientes", dijo Wilkinson.

"Estamos tratando de encontrar la manera de que algunos que dependen más del carbón que otros encuentren vías técnicas para lograrlo", añadió.

Declaraciones de "enorme importancia"

"Los compromisos en materia de energía solar y eólica son declaraciones de enorme importancia en el sentido de que contarán con los superpoderes energéticos de la energía solar y eólica para eliminar gradualmente los combustibles fósiles", afirmó Dave Jones, responsable de análisis de datos del grupo de reflexión sobre energía Ember.

"Es de esperar que esto suponga un reto para Japón, para el que la energía eólica marina es la pieza que falta en el rompecabezas que podría hacer que su sector energético se descarbonizara mucho más rápido de lo que creía posible".

El país anfitrión, Japón, que depende de las importaciones para casi todas sus necesidades energéticas, quiere mantener el gas natural licuado (GNL) como combustible de transición durante al menos 10 o 15 años.

Los miembros del G7 afirmaron que la inversión en el sector del gas "puede ser apropiada" para hacer frente a los posibles déficits del mercado provocados por la crisis de Ucrania, si se lleva a cabo de forma coherente con los objetivos climáticos.

Se fijaron como objetivo 2040 para reducir a cero la contaminación adicional por plásticos, adelantando el objetivo una década.

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