Iberdrola ya calienta motores de cara a la junta de accionistas que celebrará el próximo 17 de junio, marcada por los efectos de la crisis energética en los consumidores y en la que previsiblemente estará muy presente la imputación de su presidente, Ignacio Sánchez-Galán, en el caso Villarejo.

La eléctrica reinventa las antiguas primas de asistencia, y las rebautiza a "dividendo de involucración", que se abonará en el caso de que se alcance un determinado nivel de quorum.

Por el momento, la compañía no ha dado información sobre el porcentaje de asistencia que será necesario alcanzar para poder cobrarla ni tampoco sobre el importe a abonar. Solo ha avanzado su intención de ponerlos en marcha.

La eléctrica repartirá este dividendo entre todos los accionistas, no solo entre los que estén presentes o representados en la junta. Tampoco se ha publicado todavía el orden del día, aunque el consejo ya lo habría aprobado e incluiría una lista de 20 propuestas.

Lograr más involucración

El objetivo de Iberdrola sería lograr la “máxima involucración” de sus más de 600.000 accionistas en las decisiones “más relevantes”, señala la compañía en un comunicado.

Algunas son habituales, como la aprobación de las cuentas anuales y la aplicación de sus resultados financieros, pero otras no tanto. En este grupo se incluirían dos nuevas ediciones del sistema de dividendo opcional ‘Iberdrola Retribución Flexible’, así como la modificación de los estatutos sociales.

De estos estatutos, Iberdrola someterá a voto la reformulación del preámbulo y el artículo 7 para “consolidar” la generación del dividendo social.

“Esta nueva iniciativa, alineada con la estrategia de desarrollo sostenible, consolida a Iberdrola a la vanguardia de las mejores prácticas internacionales” en materia de sostenibilidad y gobernanza, defiende la compañía.

Reelecciones y recompra de acciones

También se incluirá en el orden del día la reelección de los consejeros independientes Isabel García Tejerina, María Ángeles Alcalá Díaz y Anthony Gardner, y se propondrá mantener los 14 asientos que forman la cúpula de la compañía.

El consejo de Iberdrola llegó a un acuerdo también para llevar a cabo un nuevo plan de recompra de acciones para “cumplir con el compromiso” de mantener estable el número de acciones en circulación sobre las que sirven para calcular el beneficio por acción (bpa) que será de unos 6.200 millones.

El programa tratará de amortizar algo más de 197,5 millones de acciones, que representan el 3,069 por ciento del capital social de la compañía.