Iberdrola, Repsol, Acciona, Enel… las energéticas defienden sus posiciones ante la taxonomía europea
Comparten el objetivo final de lograr las cero emisiones contaminantes en 2050, pero instan a que la hoja de ruta no sea excesivamente rígida
La Unión Europea tiene por delante uno de los pasos clave para el futuro de la nueva economía más respetuosa con el medio ambiente. Será la publicación de la normativa definitiva incluida dentro de la nueva taxonomía, que define las actividades consideradas sostenibles.
Un texto polémico porque podría dejar fuera a sectores e industrias no suficientemente 'verdes' y que ha regenerado más de 46.000 respuestas en su proceso de consulta pública. Las mayoría de grandes empresas energéticas españolas han enviado sus comentarios a la Comisión Europea.
Hay que tener en cuenta que algunas materias primas, como el petróleo o el gas; así como la energía nuclear, podrían quedarse fuera de este listado de actividades sostenibles, lo que perjudicaría a compañías con foco en ellas. Es el caso, por ejemplo, de Naturgy, que no ha querido a entrar a valorar su posición con SOCIAL INVESTOR.
No discriminar a biocombustibles
Repsol, según indican fuentes de la compañía, sí que ha participado en la consulta pública de la Unión Europea.
Desde la petrolera apuntan que esta puede verse como una iniciativa relevante y útil a la hora de orientar capital hacia inversiones sostenibles. Y recuerdan que la empresa está haciendo sus deberes, porque fue la primera compañía de su sector en comprometerse con el objetivo de alcanzar las cero emisiones netas en el año 2050.
Sin embargo, indican que esta definición de actividades sostenibles también puede ser demasiado rígida en lo relativo a algunas actividades necesarias para el desarrollo de la transición y para alcanzar objetivos comunes.
Una opción pasaría por promover todas las formas sostenibles de biocombustibles, en línea con la Directiva europea de energías renovables, apuntan las citadas fuentes.
La generación de energía es responsable de más de una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE
De esa forma, la fabricación de biocombustible podría ser clasificada como actividad ambientalmente sostenible. Además, la energética aboga porque, en la fabricación de tecnologías bajas en carbono para el transporte, y en general en todas las secciones sobre transporte, se aplique el enfoque de ciclo de vida, en lugar del de emisiones que salen del tubo de escape.
Por otro lado, respecto al hidrógeno, consideran necesario que se incluyan todos los métodos de producción sostenible del mismo.
Petición común de Iberdrola, Acciona o Enel
Otras compañías, como Iberdrola, Acciona o Enel (la matriz de Endesa) han hecho grupo en sus peticiones sobre la taxonomía. Estas empresas están entre las firmantes de una declaración en la que valoran la taxonomía y en la que destacan que son representantes del sector energético europeo comprometidos con la energía limpia y segura.
En esa misiva, muestran su “apoyo a los umbrales de la taxonomía basados en la ciencia climática y medioambiental”.
“Reconocemos el esfuerzo del Grupo de Expertos Técnicos y de la Comisión para evaluar las emisiones de combustibles fósiles y preparar los criterios científicos, lo que permite inversiones a futuro y tecnologías basadas en la energía limpia”, destacan.
Al mismo tiempo que reconocen que “la generación de energía es responsable de más de una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE”, apuntan que “la electrificación será clave para alcanzar los objetivos climáticos de la UE para 2030 y 2050, especialmente para los usos finales de la electrificación en otros sectores, como el transporte”.
Otro aspecto que ven positivo se refleja en que los firmantes dan “la bienvenida” al “límite de intensidad del ciclo de vida de 100 g de CO2e / kWh para una contribución sustancial” de cara a mitigar el impacto de las emisiones en el medio ambiente.
“Para alinearse aún más con los objetivos de Europa, estos umbrales también deben reducirse con el tiempo”, añaden las empresas, donde también están EDP o Solar Power Europe, entre otras.
“Nos sumamos a la comunidad científica en el objetivo de reducir el umbral de emisiones. Los criterios técnicos de selección para la generación de energía que pueden definirse como ecológicos deberían seguir las recomendaciones de Grupo de Expertos y establecerse en menos de 100 g de CO2e / kWh, reduciendo, con el tiempo, a 0 g de CO2e / kWh para 2050”. Es decir, una reducción progresiva.