La absorción de Activision une a dos suspensos en inclusión
La empresa de videojuegos, conocida mundialmente por títulos como Call of Duty, World of Warcraft o Candy Crush, despidió a más de 30 trabajadores tras una serie de denuncias por acoso sexual y discriminación
Microsoft dio un golpe sobre la mesa del sector de los videojuegos al anunciar la compra por 68.700 millones de dólares de Activision, conocida mundialmente por títulos como Call of Duty, World of Warcraft o Candy Crush o por ser el fabricante de la consola Xbox.
La operación supone para Microsoft la adquisición de una de las referencias de la industria, pero también adquiere una compañía que arrastra su propio historial de escándalos sexuales y políticas discriminatorias contra sus trabajadoras.
La compra llega justo una semana después de que el gigante tecnológico anunciase que elaborará un informe para investigar sus propias acusaciones por acoso sexual en el trabajo.
Dos años de investigaciones y 700 casos
Activision lleva meses en el foco de los reguladores estadounidenses. En julio del año pasado, el Departamento de Igualdad Laboral de California interpuso la primera demanda contra la empresa con sede en Santa Mónica tras dos años en los que se investigaron más de 7000 casos.
En ese periodo, se recogieron varias acusaciones por casos de acoso sexual a trabajadoras, discrminación o desigualdad salarial.
La investigación de los reguladores incluía denuncias contra una “cultura de fraternidad” para encubrir este tipo de casos. Un reportaje publicado por Wall Street Journal destapó que el director ejecutivo de Activision desde 1991, Bobby Kotick, no solo era consciente, sino que muchas de las acusaciones recogidas iban contra él.
Kotick, que sigue al frente de la compañía, tuvo que pedir disculpas públicamente y Activision se vio obligada a presentar, a finales de año, un Comité de Responsabilidad Laboral para supervisar la gestión de la compañía.
Presidido por Dawn Ostroff, consejera independiente desde 2020, el órgano pedirá informes frecuentes tanto a Kotick como al resto de la cúpula de Activision con el objetivo de “medir el progreso y garantizar la rendición de cuentas”.
Recientemente, fue precisamente el Wall Street Journal el que desveló los planes de Kotick para abandonar Activision en 2023 tras más de tres décadas al frente de la compañía. 2.000 trabajadores de la firma llegaron a exigir su dimisión en una carta después de conocerse que el directivo también estaba involucrado.
Microsoft: las acusaciones llegan hasta Bill Gates
Microsoft, por su parte, también lleva años envuelta en acusaciones de prácticas de acoso sexual en la compañía. Algunas de las denuncias apuntaban incluso a su fundador, Bill Gates.
La magnitud de las denuncias espoleó a los accionistas de Microsoft a exigir al grupo que tomara cartas en el asunto.
Arjuna Capital, el fondo activista que gestiona la inversora Natasha Lamb, presentó una propuesta para pedir a la compañía que elaborara un informe para esclarecer la eficacia de las políticas contra el acoso sexual y la discriminación de trabajadoras a las que Microsoft se había comprometido.
“La mayoría de los inversores están pidiendo a la empresa que arroje luz sobre el acoso sexual”, dijo Lamb. La propuesta de Arjuna contó con el respaldo de proxy advisors como Glass Lewis, además de obtener finalmente el apoyo del 78 por ciento de los accionistas.
Hace justo una semana, MIcrosoft anunció la contratación del bufete de abogados Arent Fox para hacerse cargo de la elaboración del informe, que detallará aspectos concretos como la cantidad de casos de acoso sexual investigado, el resultado de las investigaciones y el plan de actuación que seguirá el grupo tecnológico. Para la presentación del documento habrá que esperar, no obstante, hasta la primavera.
Activision: más de 30 trabajadores despedidos
La actuación de Activision, por el contrario, ha actuado con mayor rapidez, pero le costará librarse del daño reputacional.
A raíz de las investigaciones de los últimos meses, la compañía ha despedido en este periodo a un total de 37 empleados y ha abierto expedientes disciplinarios contra otros 44 trabajadores.
“Claramente ha manejado mal las acusaciones de abuso sexual y acoso, y parece haber cultivado una cultura de la dominación masculina y un historial de protección de los depredadores”, dijo Natasha Lamb sobre la compañía. “Microsoft obviamente no es inmune a estos problemas y tendrá mucho que hacer en su limpieza”, dijo la fundadora de Arjuna.
Con todo, la compra de Activision ha servido para que sus inversores tomaran beneficios. Las acciones se dispararon un 30 por ciento el martes, tras conocerse la operación, a pesar de las controversias que rodean a la compañía.