La amenaza invisible: invertir por un aire más limpio
Para acelerar la transición y afrontar los desafíos asociados a la contaminación es clave impulsar la inversión en compañías capaces de dar un impulso a las renovables o la limpieza de la industria
La contaminación atmosférica supone un elevado coste para la economía mundial. En 2018, alcanzó los 2,9 billones de dólares, lo que representa un 3,3% del PIB mundial.
Durante ese mismo año, la mala calidad del aire causó 1.800 millones de días de absentismo laboral en todo el mundo. Otros cálculos sugieren que la contaminación atmosférica cuesta cinco billones de dólares cada año a la economía mundial en materia de bienestar social.
La quema generalmente incontrolada de basura y residuos agrícolas, la combustión y la evaporación de combustibles fósiles -procedentes fundamentalmente de centrales eléctricas, la industria y los motores de los vehículos- representan la principal fuente de contaminación del aire.
Una producción constante de partículas y gases de efecto invernadero (GEI) que afecta cada día a miles de millones de personas de todo el mundo, expuestas constantemente a contaminantes atmosféricos microscópicos.
Esta amenaza invisible también acecha en los espacios interiores y provoca millones de muertes prematuras al año, dado que procede principalmente de actividades como cocinar y calentar utilizando combustibles sólidos como la madera y otros derivados de biomasa. Según las OMS, la reducción de la contaminación atmosférica podría prolongar la esperanza de vida mundial media en 2,2 años.
El creciente ritmo de urbanización es la principal causa de contaminación del aire. El rápido aumento de la población urbana viene acompañado de una creciente necesidad de edificios residenciales y comerciales.
Procesos como la excavación, la fabricación de ladrillos y el transporte de residuos derivados de la construcción dan lugar a un aumento de las emisiones, y, por consiguiente, a una mayor concentración de partículas contaminantes. Los estudios sugieren que una cocción más eficiente en la elaboración de los ladrillos puede reducir las emisiones contaminantes en más de un 90%.
El creciente ritmo de urbanización es la principal causa de contaminación del aire
Desde la perspectiva de la contaminación en interiores, la ventilación natural o pasiva de los edificios favorece la entrada de aire contaminado. Con el deterioro del aire exterior y el aumento de las temperaturas asociado al cambio climático, se cree que para 2050 la demanda de energía mundial de los aparatos de aire acondicionado se multiplicará por tres.
Esto tendrá repercusiones significativas sobre la calidad del aire mundial. Unos sistemas de filtración que retengan el calor y que ofrezcan una mayor eficiencia energética pueden ayudar a reducir las emisiones y el consumo de energía.
Movilidad y transporte
Para mejorar la calidad del aire en las ciudades, es necesario invertir para “descarbonizar” los sistemas de transporte público y la movilidad. Diversos gobiernos se están replanteando el futuro del transporte: incentivando y subvencionando la producción de vehículos eléctricos, así como una completa infraestructura de recarga y modernizando sus flotas de transporte público para que alcancen la neutralidad en carbono.
Prohibir la circulación de vehículos de gasolina y diésel en los centros de las ciudades o incluso su venta y, al mismo tiempo, promover los vehículos eléctricos o impulsados por hidrógeno, representa un paso en la dirección correcta para combatir la contaminación atmosférica.
Para acelerar la transición y afrontar los desafíos asociados a la contaminación, en Allianz Global Investors buscamos empresas innovadoras dedicadas al suministro de electricidad a partir de fuentes de energía renovables y filtración industrial que cumplen los estándares más elevados. Invertimos en compañías que fabrican catalizadores de control de emisiones para la generación de energía -así como colectores de polvo, humo y aerosoles, y sistemas de filtración del aire utilizados en las turbinas de gas industriales-.
También hemos identificado empresas que fabrican catalizadores para la automoción que permiten limpiar los gases de escape de los motores de combustión interna y materiales para baterías de iones de litio que allanan el camino hacia una movilidad más ecológica.
Las inversiones en estas empresas pueden ayudar a redirigir el capital hacia soluciones más sostenibles que contribuyen a una mejora de la calidad del aire en exteriores e interiores, así como a mitigar el impacto de la “amenaza invisible” de la contaminación atmosférica para la salud humana y la producción económica mundial.