Aunque es una de las grandes peticiones de la industria de la gestión de activos la armonización de datos empresariales ESG no será todo lo rápida como está pidiendo la industria de la gestión de activos y la banca.

Uno de los puntos débiles del acuerdo logrado la semana pasada entre el Parlamento y el Consejo europeo sobre la Directiva de informes de sostenibilidad corporativa, la Corporate Sustainability Reporting Directive (CSRD, por sus siglas en inglés) fue retrasar hasta 2025 la obligatoriedad para empresas que hasta el momento no presentan información no financiera para publicar los nuevos estándares en 'contabilidad' sostenible.

El espíritu de esta directiva es unificar la información en materia de sostenibilidad que presenten todas las cotizadas europeas; de manera que sea consultable y comparable entre todas ellas. Esta unificación, además, busca simplificar el acceso a los datos, por lo que vendrá de la mano con la creación de un punto de acceso único donde se podrá recopilar toda la información.

En un principio, se había propuesto que la obligatoriedad entrara en vigor en 2024, en base a los datos del ejercicio de 2023, pero el pacto alcanzado por el Parlamento y por el Consejo Europeo habrían creado un calendario progresivo.

En este sentido, se contemplarían tres fechas de implementación:

• El 1 de enero de 2024 cuando comenzarían a publicar el informe las compañías ahora mismo obligadas por la Directiva de Información No Financiera
• El 1 de enero de 2025, que sería la fecha en la que tendrían que comenzar a publicarlo las empresas que ahora mismo no están afectadas por la Directiva de Información No Financiera
• El 1 de enero de 2026, cuando entraría en vigor para pymes cotizadas

El EFRAG está trabajando en cómo tendrá que ser dicha información y se espera que el primer grupo de estándares se publique en 2023 y un segundo, específico para sectores de 'alto riesgo', llegue en 2024.

Una de las novedades que afecta a los trabajos del EFRAG es que finalmente esta nueva información de sostenibilidad podrá ser recogida en un documento único, integrada con la información financiera.

Lo que se mantiene es la figura de los nuevos 'auditores' que podrán dedicarse a avalar esta información. El Parlamento Europeo ha trabajado en que se abra a nuevas entidades, que además contarán con pasaporte europeo.