China se comprometió ante la comunidad internacional a alcanzar un pico de emisiones de carbono para 2030, pero una ralentización económica continuada adelantaría este umbral.

Un estudio publicado el miércoles por el Centro de Investigaciones para el Desarrollo, uno de los mayores think tank estatales del gigante asiático, cifró el pico de emisiones para 2028. 

En ese año, China emitiría unos 11.000 millones de toneladas, según afirmó Guo Jiaofeng, uno de los responsables del estudio.

A lo largo de 2021, la economía china mostró una mayor fortaleza tras la pandemia de Covid-19 frente a otras potencias como los Estados Unidos o Rusia, y muy lejos de la mostrada por el conjunto de la Unión Europea. Incluso estrenó este mismo año su propio mercado de emisiones.

Sin embargo, el crecimiento de su producto interior bruto (PIB) ha ido mostrando síntomas de ralentización en un ejercicio en el que la crisis sanitaria sigue siendo uno de los mayores motivos de incertidumbre para los mercados.

La apuesta por las renovables, clave

El PIB chino creció al 18,3 por ciento en el primer trimestre del año. Pese a ser un incremento a doble dígito, se situó siete décimas por debajo de las estimaciones iniciales.

El primer varapalo llegó en el segundo tramo del año. En julio, la Oficina Nacional de Estadística china comunicó que el crecimiento se redujo al 7,9 por ciento -también dos décimas por debajo de las proyecciones previas- mientras que en el tercer trimestre se ralentizó en otros tres puntos hasta el 4,9 por ciento.

“Las incertidumbres en el entorno internacional actual están aumentando y la recuperación sigue siendo inestable y desigual”, valoró la Oficina de Estadísticas en octubre tras conocer los datos.

Un mes después llegó la COP 26, en la que la negativa de China a establecer un objetivo de reducción de emisiones más ambicioso fue uno de los focos de atención de la cumbre climática.

El menor crecimiento, y la apuesta gubernamental por las energías renovables, adelantaría el pico de emisiones. 

Precisamente, el Gobierno anunció recientemente un plan para invertir 300.000 millones de dólares para establecer una red de infraestructuras de energías ‘limpias’ en las principales ciudades del país. La cifra supone casi cinco veces más que el plan de infraestructuras del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, de 65.000 millones, y se centrará en el suministro de energías renovables como la eólica o la solar.

Más restricciones a los combustibles fósiles

El Centro de Investigaciones para el Desarrollo estipuló que el máximo de demanda de energías procedentes de combustibles fósiles como el carbón llegará en 2025, con 4.200 millones de toneladas.

El Ministerio de Industria anunció esta semana más restricciones al uso del carbón, principalmente en los sectores químico y siderúrgico, como parte de su plan a cinco años.

El objetivo es reducir las emisiones de carbono procedentes del uso de materias primas como el aluminio, en un 5 por ciento, o del 2 por ciento por cada tonelada de acero producida hasta 2025.