Las grandes energéticas aceleran la carrera por vender sus activos 'tóxicos'
El gigante australiano BHP Billiton negocia la venta de su negocio de petróleo y gas valorado en más de 12.700 millones
Las grandes compañías energéticas aceleran los tiempos en la carrera mundial por vender sus activos tóxicos ligados al negocio petrolero o gasístico, que elevan su huella de carbono y que penalizan los inversores más comprometidos con el medio ambiente.
Es el caso del gigante australiano BHP Billiton que mantiene negociaciones con Woodside Petroleum enfocadas en la venta de su unidad de petróleo y gas, según recoge la agencia Bloomberg.
Una actividad valorada en cerca de 15.000 millones de dólares, el equivalente a más de 12.700 millones de euros.
Una operación de venta que incluirá activos situados, sobre todo, en Australia, pero también en el Golfo de México.
Centrarse en minería ligada a las renovables
El motivo de esta operación es la intención de BHP de abandonar los negocios más ligados a los combustibles fósiles y centrarse en la principal actividad productiva de la compañía, la minería. En concreto, de cobre y de hierro.
La división de petróleo "simplemente ya no encaja dentro de las carteras o estrategias de cara al futuro", asegura a Bloomberg Saul Kavonic, analista de Credit Suisse. "BHP debe ser consciente de que es mejor salir del petróleo más pronto que tarde".
De concretarse la venta de su actividad de petróleo y gas, para BHP sería un paso más en su cambio de eje de negocio. La multinacional vendió en 2018 la mayor parte de su unidad de esquisto a BP, valorada en más de 10.500 millones de dólares.
Además, tiene en cartera planes para desinvertir en las actividad mineras ligadas al carbón térmico, así como al metalúrgico. Lo que dejaría su exposición a los combustibles fósiles como casi residual.
El consejero delegado del grupo australiano, Mike Henry, ya ha señalado en las últimas semanas que la compañía quiere focalizar su negocio en actividades mineras ligadas a materiales vinculados a las energías renovables y a la electrificación, como el cobre o el níquel.
Aunque ninguna de las compañías implicadas en esta operación corporativa da por concluidas las negociaciones, estas forman parte de una tendencia global, porque las grandes compañías energéticas del mundo aspiran a revisar su exposición al petróleo y al gas.
Presión de los accionistas activistas
Una situación que ha quedado patente esta pasada primavera, en las tensas juntas de accionistas de gigantes como Exxon o Total, en los que los accionistas más implicados con las cuestiones medioambientales han obligado a la alta dirección de las compañías a dar pasos claros para priorizar las renovables.
En el caso de BHP Billiton también tiene presión dentro de su accionariado. El activista Market Forces ha instado en las últimas juntas a que la compañía desglosara a sus inversores sus planes para ir retrocediendo posiciones en los negocios más contaminantes hasta alcanzar las cero emisiones netas de carbono en el año 2050.
Una presión por parte de Market Forces que llegaba después de que la multinacional se comprometiera a invertir más de 800 millones de dólares en proyectos petroleros situados en el Golfo de México.
El peso de sus activos internacionales
La salida de los negocios de petróleo y de gas sería un "cambio muy relevante" en las credenciales ESG de BHP, aseguraba el analista de Morgan Stanley, Rahul Anand, en un análisis recogido por la agencia Reuters.
En cuanto a las valoraciones de la operación, los activos más relevantes serían los situados al Sur de Estados Unidos, que superarían los 10.000 millones de dólares y que representan la cuarta parte de la producción del gigante australiano, que alcanza los 103 millones de barriles de crudo.
En cambio, los activos energéticos australianos son considerados más maduros y están más enfocados a la actividad gasista, que dejarían su valoración de mercado entre los 3.000 y los 5.000 millones de dólares.
Este mismo martes se pueden desvelar más detalles de la operaciones y de los planes de futuro de BHP Billiton, porque presentará al mercado los resultados de su último año fiscal.