La deuda verde empuja a las gestoras a rearmar su oferta
La financiación sostenible se duplicó en 2021 y acaparará al menos el 40% de las emisiones en 2022. El contexto fuerza a las gestoras a ampliar su oferta
La oferta de nuevos productos vinculados a deuda ESG sigue creciendo y algunas gestoras relevantes están aprovechando este gancho para lanzar versiones estrella de sus fondos de renta fija.
Una de los últimos ha sido Jupiter AM, que ha clonado su fondo estrella de renta fija para lanzar una versión sostenible. La gestora británica ha lanzado este lunes el Jupiter Dynamic Bond ESG en respuesta a la demanda de sus clientes.
La proporción de deuda sostenible sobre el total podría alcanzar el 40-50% este año
Las emisiones de bonos corporativos sostenibles siguen ganando cuota y marcaron un récord al alcanzar una proporción del 32 por ciento sobre el total de las emisiones el año pasado, de acuerdo con datos Société Générale. Para este año, las proyecciones apuntan a que podrían alcanzar el 40 o el 50 por ciento de las totales.
Esta tendencia está obligando a la industria de la gestión de activos a revisar su gama, como ha sucedido en el caso de Jupiter.
El nuevo fondo sostenible de la gestora estará liderado por el mismo equipo que gestiona el de renta fija tradicional -Jupiter Dynamic Bond-, que cuenta con un patrimonio de 9.960 millones de euros y está clasificado bajo el artículo 6 del SFDR.
Incluirá, además, una política de exclusión de valores por sectores y países para determinar qué valores tener en cartera.
El nuevo producto refleja la creciente apuesta de Jupiter AM por la ESG en renta fija. “Una gestión deficiente de los riesgos de gobierno corporativo, medioambientales y sociales puede echar por tierra oportunidades en títulos de deuda corporativa aparentemente atractivas o en vías de mejora”, explica Ariel Bezalel, director de renta fija de la gestora.
Recientemente, Jupiter AM incorporó a su departamento a Anna Karim, que ejercerá como directora ESG de renta fija tras más de dos décadas en gigantes de la banca de inversión, como Bank of America (BofA) y Citi.
Su cometido será el de “promover unas sólidas prácticas” de inversión responsable para incorporar en la gama de fondos, según explicó la gestora en una nota. “Consideramos que ofrecemos un mejor servicio a nuestros clientes mediante inversiones que generan un impacto positivo con su dinero en materia ESG”, dijo Warren Tonkinson, responsable global de distribución.
2021: dobla volúmenes en España
El año pasado, la financiación sostenible marcó un récord en España al alcanzar un volumen de 54.951 millones de euros, según las estadísticas del Observatorio Español de la Financiación Sostenible (OFISO) publicadas este lunes. En otras palabras, 15 de cada 100 euros financiados en mercados de capitales domésticos fueron destinados a inversiones ESG.
Las emisiones de bonos verdes, sociales y sostenibles se elevaron hasta los 28.548 millones de euros, prácticamente el doble que en 2020. Solo los bonos verdes movieron 2 de cada 3 euros del total emitido, y permitieron, a su vez, un ahorro anual de 4,63 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), el equivalente a las generadas por millón de coches en un año.
Los bonos verdes movieron 2 de cada 3 euros emitidos
2021 trajo también algunos hitos para el mercado de deuda sostenible, como el estreno del Tesoro español, que en su primera emisión de la historia colocó 5.000 millones de euros. Otros momentos clave para el mercado fueron las emisiones de Iberdrola y Repsol, con captaciones de 2.000 y 1.250 millones de euros, respectivamente; un movimiento de dos de las mayores IBEX 35 que podría arrastrar al resto de grandes cotizadas.
Para 2022, OFISO espera que el debate sobre la inclusión del gas y la energía nuclear en la taxonomía europea; la publicación de la taxonomía social por parte de la Plataforma de Finanzas Sostenibles europea y la COP27, que se celebrará en El Cairo (Egipto), centren el foco de la comunidad inversora.
Las tendencias, por su parte, estarán marcadas este año por una mayor supervisión de los bancos centrales por los test de estrés climáticos a las entidades, así como por el crecimiento de la demanda de profesionales especializados. En cuanto a temáticas, el hidrógeno verde “puede experimentar un fuerte desarrollo como elemento para la transición energética”, lo que podría traer “nuevas inversiones” para abaratar los costes de producción.