Los alcistas de Tesla celebraron la semana pasada que Elon Musk optara por abortar la adquisición de Twitter. Pero ese alivio duró poco: las acciones de Tesla continuarán influidas negativamente por la operación.

La adquisición de la red social ha perseguido a Tesla desde el comienzo. La primera preocupación de Wall Street fue que la operación desviara la atención de Elon Musk de la compañía de coches eléctricos.

Pero también influyó muy negativamente el miedo a que Musk se viera obligado a vender una parte de su participación para asumir la compra de Twitter.

En los tres meses transcurridos desde que Musk presentara su oferta a 54,2 dólares, Tesla ha perdido 332.000 millones de dólares de capitalización. Y la batalla legal que viene por delante se plantea complicada.

La batalla legal mantiene los interrogantes sobre la cotización de Tesla

Ross Gerber, un gestor de fondos que ha invertido tanto en Tesla como en Twitter, primero celebró el trato, pero ahora lo ve como una debacle.

Suponiendo que Musk y Twitter no puedan llegar a un acuerdo extrajudicial, la demanda presentada por Twitter en Delaware se abre camino. Twitter ha solicitado que el caso se vea con urgencia en septiembre.

Las probabilidades de que las dos partes lleguen a un acuerdo para que Musk pague una liquidación en efectivo o cambie el precio de la oferta compra, se desconocen.

La compañía ha rechazado las acusaciones de Musk de que tergiversó la cantidad de robots de spam en su servicio y prometió que haría cumplir el acuerdo y expuso las razones por las que cree que Musk ha operado de mala fe.

Musk también está dispuesto a enfrentarse a todos en los tribunales. En 2014, mucho antes de que SpaceX cuajara, Musk demandó a la Fuerza Aérea de EEUU por el derecho a competir por lanzamientos militares lucrativos.

En aquel momento pareció un loco, pero ¿cuándo una empresa de cohetes ha litigado contra el gobierno con el que busca cerrar contratos?

Pero las dos partes llegaron a un acuerdo al año siguiente, y SpaceX se ha convertido en un importante proveedor para defensa.

El único lado positivo para los alcistas de Tesla es que en este caso Twitter está buscando una decisión rápida. Y, si hacemos caso a los abogados de la red social, solo necesitarán cuatro días para solucionar su caso. La compañía espera que comience el 19 de septiembre.