Los retos de la descarbonización de los camiones

Las emisiones de camiones, autobuses y furgonetas comerciales representan aproximadamente un 30 por ciento del total de gases contaminantes que emite el transporte global

El transporte se ha convertido en uno de los grandes retos para la descarbonización de la economía al representar aproximadamente una quinta parte de las emisiones contaminantes a nivel global.

Las previsiones indican que la demanda de transporte por carretera seguirá aumentando a lo largo de esta década, en un periodo clave para reducir a la mitad el total de emisiones mundial.

Dentro de esta industria, el uso de vehículos como camiones, autobuses y furgonetas comerciales representa cerca del 30 por ciento de las emisiones del transporte, según datos de la plataforma activista climática IIGCC.

Por ello, el compromiso, apunta el informe Acelerando la transición en el sector de camiones y su cadena de valor de IIGCC, debe llegar de un amplio número de actores para lograr la consecución de los objetivos Net Zero.

Cómo pueden contribuir los fabricantes

En primer lugar, el foco se sitúa en los fabricantes. Su contribución puede llegar desde acelerar la transición hacia vehículos 100 por cien libres de emisiones o establecer objetivos de ventas de este tipo de modelos con plazos determinados.

IIGCC subraya también la necesidad de incrementar gradualmente estos objetivos a lo largo de la década, y divulgar, a su vez, los progresos en el apartado de las ventas de forma anual.

Así, se puede “garantizar que los inversores puedan realizar un seguimiento de los avances” y los fabricantes puedan “fomentar una transparencia más sólida”.

Entre otros datos que puedan ser susceptibles de divulgación, la plataforma apunta a los gastos en capital (capex) que se destinarán a la fabricación de vehículos de cero emisiones ya que “los objetivos de ventas no tienen sin sentido sin un capex alineado”, explican en IIGCC.

Por otro lado, la plataforma reclama más fondos para I+D en aras de garantizar “que se aprovechan las oportunidades que presenta la transición” hacia una economía de bajas emisiones.

Y, en lo relacionado con los fabricantes, el apoyo debe venir también por parte de las políticas públicas, con “medidas de los Gobiernos para apoyar a los inversores en la fabricación de camiones de cero emisiones”.

Propietarios de grandes y pequeñas flotas: ¿hay distinciones?

Si bien los fabricantes son un actor clave, IIGCC apunta una serie de recomendaciones para las multinacionales que poseen las mayores flotas de vehículos a nivel mundial.

Una de estas actuaciones pasaría por mostrar un compromiso para desplegar las flotas de camiones de cero emisiones “primero en comunidades de bajos ingresos”. 

“Priorizar estas comunidades puede ayudar a aliviar las desigualdades que presenta el transporte con combustibles fósiles y una planificación justa de la transición”, explican en IIGCC.

Empresas como Amazon, líder del ecommerce a nivel global, ya han dado los primeros avances al mostrar su compromiso para que todos sus envíos estén libres de emisiones para 2040, así como acuerdos para adquirir una flota de 100.000 de las furgonetas completamente eléctricas de la marca Rivian.

Otras como AnheuserBusch han llegado a acuerdos similares para apostar por vehículos propulsados con hidrógeno, mientras que líderes como DHL o FedEx también han establecido como fecha límite para su descarbonización entre 2030 y 2040.

El informe de IIGCC también pide a las principales empresas del transporte que se comprometan a divulgar sus avances y su planificación de forma anual, así como los gastos que se destinarán para la descarbonización.

Para compañías de menor tamaño, que actúan como socios de las multinacionales en función de cada región, las recomendaciones son similares, mientras que el informe añade que este tipo de empresas pueden “participar en instrumentos de financiación de deuda” para acelerar el despliegue de camiones de cero emisiones.

Inversores: cómo aprovechar la transición

De vital importancia será también la contribución desde la industria de gestión de activos, y ahí los inversores pueden encontrar formas de aprovechar la transición hacia la descarbonización.

Desde IIGCC proponen a los propios inversores actuaciones como “pedir a los fabricantes que se comprometan con los objetivos de cero emisiones”; buscar compromisos públicos para que las empresas en cartera usen flotas 100 por cien libres de emisiones o “interactuar con los transportistas para fomentar la adopción” de dichos objetivos o planes integrales para la transición.

Así, proponen herramientas como los Estándares Internacionales de Sostenibilidad (ISSB, en inglés) o apoyar “las oportunidades políticas para catalizar” la llegada de las flotas de cero emisiones. 

“Estos esfuerzos ayudarían a los inversores a garantizar que las carteras cumplen sus objetivos”, detallan en IIGCC.

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