Los supervisores de los mercados mundiales alertan de la falta de independencia de los rating ESG

La IOSCO lanza a consulta pública un documento para determinar si las agencias deben estar reguladas, tras detectar problemas de transparencia y posibles conflictos de interés

Rating. Imagen de Unsplash

Las agencias de calificación ESG están bajo la lupa. Lo están por las dudas e interrogantes que presentan sus calificaciones y su modelo de medición a la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO), la organización que integra a los supervisores del mercado a nivel internacional, entre ellos, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Y, ante esas incertidumbres, el consejo del IOSCO ha solicitado el ‘feedback’ de los diferentes ‘stakeholders’ o grupos de interés para conocer cuál es la percepción real sobre la actividad de calificaciones ESG (como MSCI, Sustainalytics o S&P, entre otras) y sobre los proveedores de esta información en materia de sostenibilidad medioambiental, social y de buen gobierno corporativo.

Un periodo de consulta y valoración que estará abierto en pleno periodo estival, hasta el próximo 6 de septiembre.

El creciente peso de la ESG

IOSCO constata que esta información ESG es relevante para el mercado, por la creciente importancia que tienen las cuestiones sobre sostenibilidad a la hora de tomar decisiones de inversión. 

Sin embargo, asume que la supervisión de las agencias de calificación ESG no está, de momento, bajo responsabilidad de los reguladores del mercado, entre otros motivos, porque sigue sin haber marcos regulatorios al respecto.

El objetivo del IOSCO es, por tanto, tratar de mitigar los diferentes riesgos para el mercado de este tipo de productos y calificaciones. Es decir, conocer mejor cuáles son las lagunas, errores y situaciones que se dan en el mercado en orden de aportar una mayor certidumbre y evitar que se venda ‘gato por liebre’ en materia de información y calificaciones ESG. 

Los puntos negros de un ‘ejercicio de investigación’

No se parte de cero, porque para llegar a cabo esta consulta a los ‘stakeholders’, IOSCO ya ha llevado a cabo lo que denomina un ‘ejercicio de investigación’ que pone de relieve riesgos significativos.

En su investigación, IOSCO hace énfasis en la falta de transparencia de las agencias de calificación ESG sobre las metodologías que sustentan sus análisis y valoraciones, así como una cobertura desigual de los productos que ofrecen al mercado sobre las diferentes áreas geográficas e industrias que analizan. 

El organismo internacional ha observado que este modelo de cobertura podría dar lugar a lagunas e inconsistencias cuando estas recomendaciones son aplicadas a estrategias de inversión.

IOSCO va un paso más allá, porque señala que estas lagunas pueden aumentar la preocupación sobre la gestión acerca de posibles conflictos de interés, como el modelo en el que estructuran sus tarifas o la insuficiente separación de las diferentes líneas de negocio, en relación a la actividad de los contratos de consultoría para mejorar las calificaciones ESG por parte de firmas que, al mismo tiempo, se encargan de medir ese evolución de las materias sostenibles. 

El análisis a las firmas de calificación 

En este trabajo de análisis de cómo desarrollan su actividad las agencias de calificación, el organismo internacional explica que estas firmas de análisis aportaran su propia valoración sobre su experiencia como calificadoras. 

Por ejemplo, aseguran que les resultaría útil que las empresas emplearan un mismo modelo de informe anual en lo relativo a información ESG, de forma equiparable a la información financiera. 

En este mismo sentido, las calificadoras reclaman a las empresas más “coherencia” en los KPI sobre sostenibilidad en las informaciones que hacen públicas y una mayor “comparabilidad” con ejercicios anteriores, permitiendo series con mayor alcance temporal

También, más diálogo y transparencia por parte de las compañías respecto a las firmas de análisis, así como un calendario respecto a cuándo van a hacer públicos sus resultados en cuestiones ESG -similar a lo que ocurre con los datos financieros- para que las agencias de calificación revisen con frecuencia y periodicidad claras sus propias ‘notas’. 

Principales focos de interés

A partir de este marco, entre firmas de análisis y firmas analizadas, el organismo internacional que integra a las diferentes ‘CNMVs’ pone el foco en 10 puntos, donde centrar sus conclusiones y sobre los que pide sus valoración concreta a los diferentes ‘stakeholders’, abiertos a respuestas por parte de estos.

En primer lugar, si consideran que los reguladores deben supervisar y prestar más atención a los proveedores de calificaciones ESG y a los a los análisis que estos realizan y, en este sentido, si deben supervisar los posibles conflictos de intereses.

Por otro lado, si estos proveedores de calificaciones ESG deben tener unas metodologías definidas y mayor transparencia en materia de información sobre sostenibilidad.

Y cómo deben garantizar que sus decisiones y valoraciones son independientes y están libres de de posibles conflictos de interés respecto a otros trabajos o análisis que realicen esas mismas compañías. Es decir, si estas firmas debería dejar de realizar o poner 'murallas chinas' a determinadas actividades que puedan causar esos conflictos. 

Otro aspecto donde busca recabar la valoración del mercado es el relativo a cómo mejorar la transparencia no sólo en la información que se hace pública sobre los rating, también en las metodologías que se emplean para elaborarlos, y qué información debería permanecer cómo confidencial porque sea necesario para la propia operativa del mercado. 

Las últimas cuestiones donde el IOSCO pide la colaboración de los agentes del mercado financiero ESG hacen referencia a la propia operativa interna de las empresas, a si consideran que debe haber más transparencia sobre las ‘due diligence’ en cuestiones ESG que luego son analizadas por las agencias de calificación, para mejorar la medición de estas. 

Finalmente, cómo mejorar la recopilación de información, que no se dejen fuera de los análisis cuestiones relevantes y simplificar la divulgación de información ESG en función de los distintos requisitos legales en los diferentes mercados, dado que no hay uniformidad de criterios.

Hasta ahí las solicitudes de información y de valoración del mercado. Ahora, toca esperar varios meses hasta conocer cuáles son las conclusiones finales y si las agencias ESG van a estar supervisadas y, sobre todo, cómo.

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