Hasta los activistas financieros más clásicos, como Carl Icahn, están incorporando las estrategias de sus homólogos ESG dentro de sus estrategias.

En una entrevista con Bloomberg, el famoso inversor ha adelantado que está dispuesto a comenzar una guerra contra el consejo de McDonald’s si no exige a sus proveedores que preserven el bienestar animal.

Icahn amenaza con proponer la entrada de varios consejeros en el principal órgano de gobierno del gigante de la comida rápida si la compañía no evita que sus proveedores eviten el hacinamiento de cerdas preñadas. Una práctica, que en opinión de Icahn, no es adecuada.

“Vamos a luchar tanto como podamos”, avanzó el inversor activista en una entrevista con Bloomberg TV. “Estamos al 90 por ciento de posibilidades de promover la propuesta”, avanzó.

Carl Icah, no obstante, ha dejado la puerta abierta a continuar negociando con McDonald’s sobre el asunto, pero si la empresa no realiza cambios, está preparado para dar el paso y presentar una lista de propuestas de consejeros para la cúpula de la compañía estadounidense de cara a la junta de accionistas.

Con esta estrategia, Engine 1 consiguió el año pasado incorporar varios consejeros a Exxon con una representación en el capital inferior al 1 por ciento. El activista, más conocido por sus operaciones de tinte financiero, que con toque ESG, estaría jugando una carta similar.

La clave, además de conseguir pasar la nominación, es lograr el apoyo de los accionistas institucionales. En el caso de Exxon, por ejemplo, logró que BlackRock apoyara el nombramiento de varios de sus consejeros y también arrastró a una importante parte del capital, logrando que prosperaran dos de sus propuestas.

Tan bien le salió la estrategia a Engine 1 que ya ha lanzado varios ETF con la intención de contar con posiciones en muchas compañías e instar al cambio climático. El primero, sobre el S&P 500, lo que hace anticipar que este tipo de operaciones serán mucho más habituales.

El capital de McDonald’s, además, está muy atomizado entre grandes inversores institucionales. Vanguard, BlackRock y State Street son los principales accionistas, con participaciones comprendidas entre el 8,83 y el 4,95 por ciento.

McDonald’s también está en el punto de mira del activismo medioambiental por sus emisiones de metano. La ganadería intensiva se considera una de las actividades económicas más emisoras.

“McDonald’s me llamará”

El problema con los proveedores de MacDonald’s se remonta a 2012 cuando la cadena de hamburgueserías anunció que exigiría a sus proveedores de carne de cerdo en los Estados Unidos que describan sus planes para eliminar, gradualmente, el uso de las denominadas ‘granjas de gestación’ de cerdas, demasiado pequeñas para que los animales se muevan o incluso puedan recostarse.

La decisión, en ese momento, fue apoyada por la plataforma animalista Humane Society.

Icahn instó a que se fomentaran cambios sobre el trato de los animales bajo la influencia de su hija, Michelle Nevin Icahn, miembro de Humane Society. El inversor ha explicado que inicialmente se involucró porque la sociedad protectora de animales no pudo contactar con el director ejecutivo de McDonald’s por teléfono él optó por hacer la gestión en su nombre.

“Dije que me devolverían la llamada”, recordó Icahn. Después de discutir sobre el tema, McDonald’s señaló que daría el paso de eliminar las jaulas de gestación en un plazo de 10 años, de acuerdo con declaraciones de Icahn a Bloomberg. La cadena de ‘fast food’, sin embargo, no habría estado a la altura de su promesa.

“Debe cumplir su promesa”, insistió, y apuntó que este movimiento no es de corte financiero, ya que solo posee unas 100 acciones de McDonald’s. El verdadero problema para él es “emocional” y el “sufrimiento innecesario” que experimentan los animales.

“Creo que hay una forma en la que puedo ser realmente útil”, explica Icahn a Bloomberg. “Esa es una situación que simplemente es horrible. Es obscena. Todas estas empresas haciendo están ganando mucho dinero y los animales están sufriendo sin ninguna razón”, insistió.

Icahn es uno de los rostros activistas más conocidos de la Bolsa de Nueva York. A través de su fondo, Icahn Associates, ha llevado a cabo diversas campañas. Según Forbes, su patrimonio asciende a 17.000 millones de dólares.