Megatendencias, financiación empresarial y regulación para 2022
Este año volverá a ser frenético para las finanzas sostenibles. Ya ha empezado intenso con la propuesta de la Comisión Europea para el gas y la nuclear, pero no ha hecho más que empezar
Se presenta otro año frenético para el entorno de las finanzas sostenibles. Durante los próximos 12 meses, algunos de los hitos regulatorios de los que llevamos hablando desde 2018 aterrizarán mientras conviven, como hasta ahora, con la evolución de las prácticas de mercado de inversión con criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza).
La interacción entre prácticas de mercado y regulación suele presentar asimetrías, donde una de las dimensiones avanza más rápidamente que la otra y pretende generar un efecto arrastre.
En el caso de las finanzas sostenibles, se está dando un fenómeno singular: ambas dimensiones avanzan a gran velocidad, en ocasiones por caminos distintos (el regulador dirigido a medidas generales para el mercado y las prácticas enfocadas en la innovación financiera), pero con objetivos comunes.
Las megatendencias temáticas de inversión sostenible
La celebración de la COP26 dejó varios frentes temáticos de inversión abiertos para el año venidero. Entre ellos, la adaptación al cambio climático, la transición justa o la inversión con criterios ambientales en economías emergentes.
De igual modo, quedó sobre la mesa un gran abanico de compromisos net zero cuyos objetivos intermedios de descarbonización, en buena parte de los casos, se declararán a lo largo de 2022 y 2023.
En el ámbito de las cuestiones climáticas, será igualmente un año donde se insista en la necesidad de transparencia en las emisiones de gases de efecto invernadero en los mercados privados (private equity y venture capital).
Sobre objetivos ambientales no climáticos, los estudios sobre tendencias y temáticas de inversión crecientes en popularidad apuntan a que le llega el turno a las cuestiones relativas al agua, la economía circular y la biodiversidad (entre otros, respecto a polinización, uso de antibióticos en agricultura y alimentación, o capital natural).
La óptica de financiación empresarial
Tanto en los productos de inversión como de crédito, se espera que los avances de los fondos de recuperación y el Pacto Verde europeo comiencen a materializarse en el acceso a capital y financiación de las empresas españolas, independientemente de su tamaño.
En el ámbito de la inversión de renta fija, el mercado de bonos verdes, sociales, vinculados a ODS y de impacto social continúa imparable. La publicación en 2021 del estándar de bono verde europeo y la emisión del primer bono verde soberano del Reino de España (que ya ha anunciado una reedición para el año que comienza) son algunos de los sucesos de 2021 que hacen pensar en un crecimiento aún mayor de emisiones de este tipo de productos para los próximos meses.
Todo apunta a que el crecimiento de la emisiones verdes será todavía mayor en los próximos meses
En cuanto a la financiación con criterios de sostenibilidad, venimos del año en que se mostraron los primeros ejemplos de préstamos sostenibles, préstamos verdes, préstamos sociales, líneas de crédito sostenibles, garantías y avales sostenibles y letras sostenibles de la banca a la empresa española.
En este segmento, por su relativa juventud, cabe esperar todavía dosis elevadas de innovación financiera y, acompañando a los objetivos políticos, una inclusión progresiva de las pequeñas y medianas empresas en la ecuación de la financiación con criterios ASG.
La actividad del regulador europeo
En el nexo entre el fin y comienzo de año, como si del ojo de un huracán se tratara, se ha abierto el espacio para decidir el desenlace de uno de los temas más cruciales para la descarbonización de los estados miembros de la UE y para la credibilidad del marco regulatorio de finanzas sostenibles: los términos de la inclusión de la energía nuclear y el gas natural en la taxonomía de actividades verdes de la Unión Europea.
Bruselas se encuentra en pleno proceso de discusión del proyecto legal donde se reconocen ambas fuentes de energía como actividades bajas en emisiones y para las que de momento no existe alternativa tecnológica o económicamente viable.
Hasta el 12 de enero se escuchará a los expertos de la “Plataforma para las Finanzas Sostenibles” y el “Grupo de Expertos de los Estados Miembros sobre Finanzas Sostenibles” y, en el tiempo restante del mismo mes, se prevé que la Comisión Europea adopte el acto delegado complementario. Desde entonces, a 6 meses vista, el Parlamento Europeo y el Consejo podrán, bien plantear objeciones, bien aprobarlo, según proceda.
También durante las primeras semanas del año, se espera la publicación de la propuesta final de la Plataforma Internacional de Finanzas Sostenibles a la Comisión Europea sobre la Taxonomía Social; una vez incorporadas las respuestas a la consulta pública sobre el tema que se activó el pasado julio de 2021.
Para agosto, como parte de la modificación de MiFID II, se espera que los asesores financieros incorporen al test de idoneidad las preferencias de sostenibilidad de los clientes.
El potencial de esta medida para aumentar la inversión sostenible entre el cliente particular es enorme; si bien desde EFPA Europa han solicitado posponerla unos meses (del 2 de agosto del 2022 al 1 de enero de 2023) con el objetivo de hacerla coincidir con el calendario de la normativa de nivel 2 (los RTS) de la directiva de divulgación SFDR, y así garantizar que la oferta de productos sostenible que hace el asesor al cliente final sea lo más informada, homogénea y estable posible; pues la implementación y supervisión de dichos RTS puede suponer una revisión al alza y a la baja de algunos de los fondos sostenibles ofertados en el corto plazo.
Igualmente, se espera que a lo largo del año se establezca algún tipo de traslación de la oferta de productos sostenibles con la SFDR (sobre todo, en lo que tiene que ver con los productos que promueven características sociales y ambientales), así como con el proyecto de ecoetiqueta financiera.
Es importante recordar que el cliente 'retail' no se ha expuesto aún necesariamente a los avances en en regulación de divulgación de información ASG para productos de inversión o al comportamiento financiero de los fondos sostenibles.
En este momento, la búsqueda de herramientas para facilitar la conversación del cliente con el asesor financiero sobre estas cuestiones, centrándola en las diferencias de la inversión sostenible con la filantropía y los productos solidarios, y en el perfil de sostenibilidad del propio cliente, será objeto de atención durante todo el año que comienza.