Naturgy diseña una hoja de ruta estratégica para ganarse al activismo climático
Prevé reducir un 24% sus emisiones de CO2 en 2025 y alinea el 80% de las inversiones previstas con la taxonomía de la Unión Europea
Con un año de retraso y en plena oferta pública de compra (OPA) del fondo IFM, Naturgy ha lanzado su nuevo plan estratégico 2021-2025 centrado, básicamente, en las renovables. A ellas destinará 8.700 millones de euros de los 14.000 del conjunto de las inversiones previstas para estos cinco ejercicios.
“Una compañía no puede estar sin un plan”, ha asegurado su presidente ejecutivo Francisco Reynés durante la presentación del plan a los medios de comunicación, en referencia al porqué de este plan en plena OPA, que no ha querido entrar a valorar. No obstante, durante la opa de Abertis, no se presentó ninguna actualización de su hoja de ruta.
El foco de esta inversión está en las renovables y en las redes. A estas últimas destinará más de 4.000 millones. En conjunto, según la presentación de la compañía, el 80% de la inversión quedará dentro de los parámetros que marca la taxonomía de actividades sostenibles de la Unión Europea donde, de momento, el gas se ha quedado fuera.
No es un dato baladí teniendo en cuenta que Naturgy es una de las compañías consideradas claves en la lucha contra el cambio climático y que, además, necesita atar inversores para no quedar a expensas de la OPA de IFM. Mantener atados a estos inversores le ofrece una confortabilidad y un colchón para mantenerse sobre el precio de la oferta.
Su estrategia de retribución es otro gancho.
Los ejes 'verdes' del plan estratégico
El foco inversor ‘verde’ de Naturgy se sostiene sobre dos ejes. Por un lado, crecimiento orgánico en países estables. Descarta nuevas desinversiones, aunque estudiará compras si se presentan. Por otro, también cambia el mix de negocio en renovables.
Respecto a esto último, actualmente, el 47 por ciento de su generación procede de la hidroeléctrica, un 44 por ciento de la eólica terrestre y un 9% de la solar.
Cuando acabe este plan estratégico, la previsión de Naturgy es alcanzar un 45% de solar fotovoltaica, un 16 por ciento de eólica y sólo tener un 16 por ciento de hidroeléctrica.
Este cambio de foco pasa por poner en marcha 9,4GW en los próximos cuatro años y alcanzar los 14 GW en actividad. Y es ahí donde entra la operativa solo en mercados 'seguros', dejando de lado países que le presenten inestabilidad, como le ha ocurrido, por ejemplo, con Egipto.
De entrada, prevé contar con 5,2 GW en Europa (incluida España), Australia (2,2) Estados Unidos (1,2) y Chile (0,7).
Reynés ha asegurado que se trata de “rebalancear las tecnologías para conseguir que el Ebitda de la división de renovables crezca a un ritmo 20 por ciento anual, con la incorporación de las inversiones previstas. “Tenemos que estar alineados con la transición renovable”.
Nuevas metas en ESG
Más allá de esa inversión en renovables, el grupo energético quiere acelerar en ESG. Ese 'capex' verde le ayudará a hacerlo en el foco medioambiental.
Naturgy asume que quiere ser neutro en emisiones en 2050 y se pone metas a medio plazo. En 2025, su reducción de emisiones de gases con efecto invernadero será del 24 por ciento.
En cuanto al aspecto social, asegura que quiere tener más de un 40 por ciento de mujeres en puestos de dirección al final del plan estratégico, cuando al cierre de 2020 representaban el 27 por ciento.
Sobre el consejo no se ha pronunciado -la cuota femenina es de apenas el 25 por ciento- sobre el 40 por ciento recomendado en el Código de Buen Gobierno de la CNMV para 2022.
Y en buen gobierno, eleva el peso de las métricas ESG en las retribuciones de la alta dirección. Este año serán el 10 por ciento del variable del ‘management’ frente al 3 por ciento previo.
El gancho de la remuneración
Para la retribución al accionista, su previsión es repartir 5.900 millones de euros en el conjunto del periodo de cinco años. “Tenemos el compromiso de mantener el rating de S&P en triple BBB, para asegurar el balance”, ha indicado Reynés.
El dividendo base es de 1,20 euros por acción. “Si mejora el plan en su ejecución revisaremos en 2023”, ha asegurado el primer directivo de la energética.
En cuanto al Ebitda en renovables alcanzaría en 2025 los 990 millones (el triple de los 360 millones de 2020), mientras en redes se elevará hasta 2.730 millones (frente a los 2.470 del último año). En conjunto, el Ebitda ascendería a 4.800 millones en 2025, cuando en 2020 fueron 3.700 millones en un resultado golpeado por la pandemia.
Hay que recordar que, en su anterior plan estratégico, ya preveía alcanzar los 5.000 millones de Ebitda en 2022, pero la crisis del Covid ha evaporado esta meta a ese corto plazo.
En concreto, esa rentabilidad de negocio deberá crecer un 5%, según ha apuntado Reynés; mientras que el beneficio avanzaría a un ritmo del 12 por ciento.