El gobierno Noruego ha dado orden a Norges para que comience a deshacer sus posiciones en Rusia, tras el ataque a Ucrania. Al cierre de 2020 (los datos de 2021 todavía no se han publicado) Norges Investment Management exponía solo el 0,3 por ciento de su activos a Rusia (3.500 millones de dólares).

El fondo soberano es el primer gran inversor que se mueve tras la entrada de Rusia a Ucrania y podría arrastrar a otros. Tras el golpe de estado en Birmania, Noruega también se movió y forzó la salida de Telenor del país.

Por el momento, Norges no contaría con un plazo determinado para deshacer sus posiciones, por lo que podrá ir moviéndose poco a poco, de acuerdo con Bloomberg.

Al cierre de 2020, las exposiciones más relevantes a Rusia en término de acciones estaban en Sberbanz, Gazprom o Lukoil. También contaba con exposición a deuda. Esta misma semana el fondo soberano actualizará su cartera de participadas.

¿El primero de otros?

El paso dado por Norges podría ser imitado por otros grandes fondos soberanos, en un movimiento de presión para forzar a Vladimir Putin a negociar con Ucrania y frenar la invasión y su amenaza contra los países de la OTAN.

El golpe de estado en Birmania sí que forzó algunos movimientos alineados entre inversores, pero no se creó un patrón de actuación común en el caso de los fondos soberanos.

Tampoco existe un modelo único en la industria de la inversión colectiva, que probablemente vaya a anunciando en los próximos días medidas individuales concretas.

No obstante, en línea con lo que ha hecho Norges, es probable que cualquier movimiento que tenga que ver con las desinversiones no cuente con un plazo establecido. La fuerte caída de los activos rusos fuerza a ir rotando poco a poco las carteras.