El plan australiano de 9.500M€ de Brookfield que amenaza a Iberdrola, Acciona y Naturgy
El fondo de inversión canadiense, Brookfield, cerró un acuerdo de adquisición en Australia que está llamado a revolucionar el sector de las energías renovables del país
El vasto continente australiano lleva tiempo erigiéndose como una tierra prometida para aquellas empresas energéticas dispuestas a invertir con fuerza en energías renovables, como ocurre con Iberdrola, Acciona y Naturgy. Pero como suele ocurrir en estos casos, estas promesas han provocado que más y más firmas vuelquen su atención sobre la nación oceánica.
La última de ellas, de hecho, ha optado por irrumpir con fuerza en Australia, y en su ímpetu, ha llevado a cabo una inversión de cerca de 9.500 millones de euros.
Esta es la cifra por la que un consorcio liderado por el fondo de inversión canadiense, Brookfield, ha llegado a un acuerdo de compra con la empresa energética australiana, Origin.
De acuerdo al comunicado remitido por Origin, la compañía australiana aceptó el lunes una oferta de adquisición de 15.350 millones de dólares australianos (cerca de 9.500 millones de euros) por parte de un consorcio liderado por Brookfield.
Una vez cerrado el acuerdo, Origin se dividirá en dos empresas: una centrada en mercados energéticos, que quedará en manos de Brookfield, y otra centrada en el negocio integrado de gas, que irá a parar a manos de MidOcean Energy, una empresa filial de EIG, el fondo que se hizo con un 25 por ciento del negocio renovable de Repsol.
Brookfield, asimismo, contará con el respaldo de los fondos singapurenses Temasek, y GIC, que en estos momentos se encuentra en guerra con TCI por Cellnex.
Y si bien esta operación sirve para ilustrar el apetito de los grandes fondos por invertir en energías renovables, también sirve para mandar un aviso de que, en esta carrera, la competición no hará más que intensificarse durante los próximos años.
Porque tal y como apuntó Brookfield en su comunicado sobre el acuerdo alcanzado, "Origin es fundamental para la transición energética y la seguridad energética del país", y tanto ellos como EIG pretenden utilizar la adquisición "para crear plataformas independientes que ayuden a la transición de Australia hacia un futuro de cero emisiones".
Brookfield priorizará la energía eólica en Australia
En esta hoja de ruta trazada por Brookfield para convertirse en líder de las energías renovables en Australia tras adquirir Origin, Bloomberg informó de que el fondo canadiense dará mayor prioridad a los proyectos de energía eólica que a los solares.
Según explicó el medio norteamericano, la empresa canadiense planea construir entre 10 y 11 gigavatios de generación eólica y 4 gigavatios de baterías para sustituir a las centrales de carbón de las que Origin depende actualmente.
Y es que, en estos momentos, Australia sigue obteniendo la mayor parte de su energía de la combustión del carbón, pero la rápida transición del país hacia las energías renovables lo ha hecho atractivo para inversores en energías limpias, como Brookfield.
De cara a 2032, de hecho, se espera que cerca de la mitad de las casas tengan instalados paneles solares en sus tejados, frente a la tasa actual de aproximadamente un tercio.
"Ahora mismo estamos centrados en la energía eólica porque Australia ya tiene 20 gigavatios instalados de energía solar en tejados", afirmí Stewart Upson, socio director de Brookfield, y responsable regional de Asia-Pacífico.
La escala de la inversión propuesta por Brookfield, por tanto, puede provocar una convulsión en el mercado nacional de energías renovables.
El brazo de análisis de Bloomberg, BloombergNEF, preveía este año la construcción de 19,5 gigavatios de nueva energía eólica y solar a gran escala para 2030, así como 15,3 gigavatios de paneles principalmente residenciales.
Pero teniendo que Brookfield — que el año pasado fracasó en un intento de hacerse con otra empresa de servicios públicos australiana, AGL Energy —, tiene planes para reducir las emisiones de alcance 1, 2 y 3 de Origin en un 70 por ciento para 2030, estos cálculos pueden dispararse, acelerando la transición energética de un país que cuenta con una fuerte presencia de empresas del IBEX.