Por dónde se escapa el dinero de los fondos ESG
Las estrategias pasivas son la que monopolizan los productos con mayores pérdidas de patrimonio tanto en Europa como en Estados Unidos
Las captaciones de los fondos sostenibles sufrieron en el primer trimestre la mayor desaceleración de los tres últimos años.
El universo de los fondos sostenibles atrajo 96.600 millones de dólares entre enero y marzo, lo que supone una reducción del 36 por ciento respecto a los más de 150.000 millones en aportaciones del cuarto trimestre del año pasado, según los datos del informe trimestral de Morningstar.
La inflación, la incertidumbre sobre la subida de los tipos de interés y la guerra de Ucrania fueron determinantes para esa ralentización, que superó incluso a la caída del 33 por ciento registrada en el primer trimestre de 2020, cuando la crisis del Covid-19 asoló los mercados financieros.
Las caídas afectaron por igual a Europa y Estados Unidos, en los que el número total de activos sostenibles se redujo en un 4 por ciento al cierre de marzo. Sin embargo, la huida de inversores ESG refleja distintas motivaciones en función de las carteras de los fondos más afectados.
Las estrategias pasivas se hunden en Europa
La caída de los fondos sostenibles en Europa fue menor en comparación a sus pares tradicionales, que experimentaron un retroceso trimestral del 7 por ciento. “Sugiere que los productos sostenibles fueron más resistentes ante la creciente preocupación por una recuperación económica más lenta”, explican en Morningstar.
Pese a que Europa sigue manteniendo el indiscutible liderazgo en patrimonio ESG, los activos repartidos en fondos sostenibles cayeron hasta los 2,28 billones de dólares.
Siete de los diez fondos con más salidas fueron estrategias pasivas. El que más se desangró fue un fondo ‘verde oscuro’ -clasificado como artículo 9 según el SFDR europeo- de Blackrock, el iShares Green Bond Index Fund, con casi 2.000 millones de dólares menos al cierre del trimestre.
La exposición del fondo refleja el mal momento que atraviesa la renta fija por la incertidumbre que genera el contexto macroeconómico.
El mayor peso se inclina hacia bonos de deuda sostenible de Francia, de la Unión Europea, de Italia y de Países Bajos, mientras que también aparecen estrategias en Irlanda y Alemania entre las mayores posiciones.
Una política parecida sigue el segundo fondo más afectado, Multi Manager Access II - US Multi Credit Sostenible, aunque en este la cartera se centra en deuda soberana estadounidense y de gigantes de la inversión como JP Morgan.
Emergentes, otra debilidad
Pero las caídas no solo se dieron en fondos de renta fija. Tres de los cinco productos que más salidas registraron fueron fondos cotizados -ETF- con distintas tipologías de acciones en sus carteras.
Northern Trust Emerging Markets Custom ESG Equity Index Fund, otro de los fondos más damnificados, tiene casi la mitad de su cartera orientada a mercados emergentes de Asia, con cotizadas de gran capitalización como Taiwan Semiconductor, Tencent o Samsung entre las mayores posiciones.
El fondo de UBS Lux Fund Solutions MSCI Japan Socially Responsible UCITS sigue una estrategia similar, con la totalidad del portfolio orientada a acciones de la bolsa japonesa, aunque la caída de casi el 10 por ciento que registra su principal indicador, el Nikkei, refleja que no es el momento óptimo para invertir en este mercado.
Otro fondo de Blackrock, iShares MSCI EMU ESG Screened, clasificado como ‘verde claro’ -artículo 8 del SFDR- estuvo entre los fondos con más salidas de capital, al tiempo que su cartera se centra en algunos de los mayores valores europeos como ASML, LVMH y TotalEnergies. No obstante, en Morningstar son optimistas respecto al futuro de Europa.
“Los fondos sostenibles representaban más del 17 por ciento de los fondos europeos a finales de marzo. Esperamos que este porcentaje siga aumentando en los siguientes trimestres. La entrada en vigor de Mifid II tiene el potencial de acelerar la adopción entre inversores minoristas”, detallan los analistas.
EEUU: las captaciones se reducen a la mitad
Por el contrario, Estados Unidos profundizó en la brecha en materia ESG que le separa de Europa. El flujo de capital cayó un 26 por ciento hasta los 10.600 millones, lo que supone la mitad del récord histórico del primer trimestre del año pasado, cercano a los 22.000 millones de dólares.
Dos fondos de Blackrock, iShares MSCI USA ESG Select y iShares ESG MSCI USA Leaders; el Xtrackers MSCI USA ESG Leaders; el First Trust Nasdaq Cln Edge GrnEngy; y el fondo sostenible de Parnassus de la gama Core Equity Fund, fueron los cinco que más salidas de capital registraron entre enero y marzo, con una pérdida conjunta de más de 1.200 millones de dólares.
Todos tienen en común la composición de sus carteras. Las mayores posiciones se centran en algunas de las acciones más lastradas de Wall Street y entre las que sobresalen ‘Big Techs’ como Microsoft, Amazon, Alphabet y Apple entre las primeras posiciones.
También cuentan con una fuerte exposición a líderes ESG puros como Tesla, Enphase Energy y SolarEdge, pero en definitiva están orientadas a la renta variable de Wall Street, si bien los principales indicadores constatan el delicado momento de la bolsa estadounidense. El S&P 500, una de las referencias, ha caído un 16 por ciento este ejercicio hasta sus mínimos en más de un año.