¿Qué son los índices ESG?
Los índices ESG facilitan a los inversores seguir el valor de las acciones de las empresas sostenibles
Los índices de sostenibilidad son índices bursátiles que atienden a los aspectos de responsabilidad medioambiental, social y de gobierno corporativo de las empresas.
Su existencia está justificada por la información que aportan a inversores institucionales y minoristas que contemplan criterios extra financieros en su decisión de compra de acciones, junto con su rentabilidad.
La perspectiva ESG influye en las cotizaciones globales y por su vínculo con la competitividad de las empresas se refleja de manera evidente a largo plazo en las carteras de inversión.
Conociendo los índices bursátiles sostenibles
Igual que una empresa que pasa a cotizar en el IBEX 35 se considera un referente de la economía española, los índices sostenibles distinguen a las empresas que han sabido conjugar en una misma frase la responsabilidad sostenible y el éxito económico. Desde que se creó el índice bursátil pionero en 1884 han sido muchas las listas de valores que han surgido hasta la llegada del primer índice sostenible.
En 1990 el Índice Social Domini 400, fue uno de los primeros socialmente responsables incorporando por primera vez cuestiones sociales supervisando el comportamiento socialmente responsable o ético de 400 empresas de Estados Unidos.
El decano de los índices sostenibles a nivel mundial, y el único nacido en el siglo XX -1999-, fue el Dow Jones Sustainability Index (DJSI), ligado a la bolsa de Nueva York y seguido un par de años después por la creación en 2001 del FTSE4Good ESG, vinculado al mercado de valores londinense. Son los pioneros y considerados los referentes a nivel global, junto con el MSCI ESG, de Morgan Stanley Capital International, creado en 2010.
El decano de los índices sostenibles fue en 1999 el Dow Jones Sustainability Index (DJSI), ligado a la bolsa de Nueva York y seguido un par de años después por la creación en 2001 del FTSE4Good ESG
Además de los anteriores, encontramos otros indicadores como el Ethibel Sustainabilty Index y el Euronext de VigeoEiris o el Stoxx de Sustainalytics. Existen algunos relacionados con áreas más específicas de la RSC, como la medioambiental (FTSE Environmental Opportunities Index Series) o la social, como sería Calvert International Responsible Index.
Algunas empresas proveedoras de selectivos incluyen a los índices bursátiles éticos (Ethical Indexes), de gobierno corporativo (como el Índice de Gobierno Corporativo de la Bolsa de Valores de Lima), de emisión de CO2 (como el Carbon Efficient Index de la Bolsa de Valores de Sao Paulo), de energía limpia (como el S&P Global Clean Energy Index), de cuidado del agua (como el índice S&P Global Water Index), entre otros.
La mayoría de los índices de sostenibilidad se construyen sobre acciones, aunque también existen algunos basados en instrumentos de deuda como el S&P ESG Sovereign Bond y su familia de índices que agrupa bonos soberanos.
Filtrando los valores sostenibles, la exclusión frente a la puesta en valor
Como en otros productos, la manera en la que los índices reflejan su visión sostenible es mediante la apuesta por aquellos valores que mejor encarnan una nueva perspectiva de respeto al medio ambiente, las cuestiones sociales y la gobernanza.
En la práctica, esta teoría se traduce en la exclusión como método más habitual de aplicación de los criterios ESG, es decir, se descartan como opciones a grandes rasgos aquellas industrias, países o empresas controvertidas por no respetar los tratados internacionales o generar una polémica desde el punto de vista ético. Es también llamado filtrado negativo, que se aplica en los fondos o en otras inversiones sostenibles.
Los principales motivos de exclusión en la inversión con criterios ESG son los siguientes:
- Armas controvertidas
- Riesgo climático
- Aceite de palma
- Materias primas blandas
- Tabaco
- Pacto mundial de las Naciones Unidas
Sin embargo, el filtrado negativo tiene dos objeciones: siempre habrá alguien dispuesto a comprar determinada acción y dejar un activo fuera de un selectivo no contribuye a mejorar los motivos de incumplimiento de los criterios ESG.
Por ello, la tendencia es el filtrado positivo, en lugar de excluir por cuestiones concretas, que los inversores opten por aquellos valores que representan un ejemplo positivo por su política respetuosa con el medio ambiente, los asuntos sociales y la gobernanza.
La tendencia es que los inversores opten por aquellos valores que representan un ejemplo positivo por su política respetuosa con el medio ambiente, los asuntos sociales y la gobernanza.
Esta metodología exige un análisis más complejo que va más allá de dar luz roja o verde a una inversión, ya que pretende hallar el mejor candidato al que destinar una inversión, por motivaciones que trascienden la rentabilidad y que conllevan un hilado más fino.
Qué son los sin stocks o mercados pecaminosos
Valores pecados o mercados pecaminosos es el nombre que reciben aquellas actividades que son cuestionados cuando se aplican condicionantes éticos y que habitualmente son filtrados mediante políticas de exclusión.
El concepto de lo que es ético y lo que no ha evolucionado con el paso del tiempo y no se ha desarrollado igual en la multitud de países que conforman el planeta y por ello la aplicación de estos criterios es adaptada a cada cultura o sociedad. Si bien en casos como la deforestación o la explotación infantil parece haber consenso unánime, otras actividades pueden provocar opiniones dispares como por ejemplo el alcohol, ya que en algunos países no tiene la misma consideración ética la elaboración de cerveza artesanal o la producción vitivinícola que otros tipos de bebidas.
En algunos países no tiene la misma consideración ética la elaboración de cerveza artesanal o la producción vitivinícola que otros tipos de bebidas
Según algunos estudios, los valores pecaminosos suelen obtener rentabilidad superior al resto de acciones y ello podría deberse a dos motivos: que se trate de un mercado infravalorado porque es evitado por muchos inversores o que la compensación mayor se deba a que quienes participan en él asumen un mayor riesgo tanto en la reputación como en posibles imprevistos.