Qué tienen de especial los fondos con mayores captaciones
Invesco gestiona el fondo ESG con mayores captaciones en Estados Unidos, y un producto de la gestora sueca SPP fue el que más dinero captó en Europa
El flujo de capital hacia fondos sostenibles se redujo considerablemente en el primer trimestre en medio de las tensiones de la guerra de Ucrania y las preocupaciones inflacionistas.
A nivel global, las aportaciones a fondos ESG de todo el mundo estuvieron cerca de los 97.000 millones de dólares, lo que supone una caída del 36 por ciento respecto al último trimestre de 2021, según el último informe publicado por Morningstar.
Europa continuó liderando las captaciones, con casi 78.000 millones de dólares, o un 81 por ciento del total de dinero que se movió entre enero y marzo. En Estados Unidos, el flujo superó los 10.000 millones de dólares, algo más de una décima parte del capital global.
En este periodo, la gestora Invesco gestionó el fondo que recibió más aportaciones en Estados Unidos, mientras que otro producto de la firma sueca SPP fue al que llegó más dinero en territorio europeo. Entre ambos existen más diferencias que similitudes.
Europa sigue siendo más ‘verde’ que EEUU
El fondo líder en aportaciones en Europa, SPP Usa Plus, recibió más de 6.300 millones de dólares en los primeros tres meses del año, cinco veces más que los algo más de 1.200 millones que captó el fondo líder en Estados Unidos, Invesco Floating Rate ESG.
Junto al flujo de capital total, que se multiplicó por siete en Europa, la cifra sirve para reflejar cómo los inversores ESG europeos continúan a años luz de los norteamericanos.
Otra de las diferencias reside en la rentabilidad ofrecida por los dos productos, si bien los dos arrastran un rendimiento ‘en rojo’ en lo que llevamos de año.
En 2021, el fondo de Invesco se anotó un 6 por ciento en un contexto de mercado más favorable para la inversión sostenible y responsable (ISR). Pero en el mismo año, la rentabilidad del fondo de SPP fue cinco veces mayor, superando el 32 por ciento en el ejercicio.
La situación se repite en los últimos ejercicios. A excepción del controvertido ejercicio del 2020, marcado para siempre por la pandemia de Covid-19, las rentabilidades apenas alcanzaron el 1 y el 4 por ciento, respectivamente.
A medio y largo plazo ocurre lo mismo. El fondo de Invesco obtiene una rentabilidad positiva de apenas un 2 por ciento a tres años frente al 41 por ciento que ganó el de SPP; en los últimos diez años, el primero apenas se ha revalorizado un 3 por ciento, mientras que el segundo, de creación más reciente, obtuvo ganancias del 84 por ciento en el último lustro.
Diferentes carteras
Las visibles diferencias en términos de rentabilidad se hacen aún más patentes atendiendo a las carteras de ambos fondos.
El fondo de Invesco tiene una estrategia que busca los mejores retornos de capital a través de la inversión en bonos senior otorgados por empresas a bancos y otras instituciones financieras. “Integrando al mismo tiempo criterios ambientales, sociales y de gobernanza”, explica el equipo de gestores dirigido por Thomas Ewald.
Por ello, este tipo de bonos supone un 90 por ciento del total de la cartera, mientras que la deuda corporativa es la segunda categoría con la mayor exposición, del 5 por ciento.
El mayor peso lo tienen los bonos de empresas de tecnología (17 por ciento del portfolio) y de servicios (12 por ciento), mientras que en el top 10 de posiciones aparecen cotizadas como las firmas financieras Crown Finance y Intelsat Jackson Holdings o el reconocido desarrollador de antivirus Mcafee.
SPP, por su parte, centra su exposición en renta variable de gran capitalización, seleccionando a empresas con una huella de carbono baja y altas calificaciones en materia de sostenibilidad, según explican los gestores.
Si bien es el fondo líder europeo, la mayor parte de la cartera (64 por ciento) está compuesta por acciones estadounidenses, con Apple, Microsoft, Amazon y Alphabet encabezando las primeras posiciones. Solo la compañía de la manzana supera, no obstante, un peso del 5 por ciento.
La tecnología supone, además, una cuarta parte de la cartera, seguida de empresas del sector sanitario como UnitedHealth, que también aparece en el top 10 de posiciones.
Es reseñable la política de exclusiones del fondo de SPP, que incluye no invertir en empresas con cargas en materia de derechos humanos, corrupción y daños ambientales.
Tampoco se incluyen armamentísticas y mineras, dos de las tradicionales exclusiones de la ESG, ni empresas que superen un 5 por ciento de facturación procedente de los combustibles fósiles, el tabaco, el alcohol, los juegos de azar o el cannabis.