Rusia fuerza a Europa a revisar el despliegue de su ruta net zero
Bruselas reescribe su 'Fit for 55' con un nuevo plan que requiere 270.000M en inversiones adicionales. A corto plazo habrá que ahorrar energía. A medio plazo, eleva los objetivos de renovables, hidrógeno y biometano
Del Fit for 55 al RePower EU. El paquete de medidas estrellas para la transición energética que la Unión Europea presentó el pasado verano no contaba con que Rusia invadiría Ucrania y el gas del Kremlin, crítico para la primera economía europea, tendría que dejar de nutrir a Alemania y a Europa para evitar financiar la guerra de Vladímir Putin.
La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, presentó este miércoles un triple paquete de medidas relacionadas con la guerra de Ucrania y el primero de ellos estaba centrado en tratar de reducir la dependencia del gas ruso.
La nueva propuesta de la Comisión es un mix entre el mensaje de que va a ser necesario aplicar medidas de ahorro energético y un programa en el que se impulsa con más fuerza las renovables.
En total, los cambios propuestos requerirán de 270.000 millones en inversiones adicionales a las contempladas en el Fit for 55. Un sobrecoste que Bruselas cree que se puede cubrir parcialmente.
"La implementación del marco Fit for 55 y el plan REPowerEU ahorrará a la Unión Europea unos 80.000 millones de euros en gastos de importación de gas; 12.000 millones de euros en gastos de importación de petróleo y 1.700 millones de euros en gastos de importación de carbón al año para 2030", apunta la Comisión Europea.
Este paso llega después de que algunos analistas hayan advertido de que Europa, a raíz de la invasión rusa de Ucrania, tendrá muy complicado reducir su volumen de emisiones a corto plazo.
Por el momento, sin embargo, la Comisión mantiene sus compromisos y así lo ha querido dejar claro este miércoles. RePower no modifica "la ambición de lograr al menos una reducción del 55 por ciento de las emisiones de gases invernaderos en 2030 y la neutralidad climática en 2050, pero propone cambios legislativos para elevar los objetivos de eficiencia energética y de energía renovable", insiste.
La Comisión espera dejar realizar importaciones de petróleo desde Rusia a finales de año y de gas antes de que termine la década. Y el carbón tendrá que dejar de importarse en agosto. No obstante, ha dejado la puerta abierta a ser flexible con los países más dependientes.
Ahorro energético
El invierno podría ser complicado en la Unión Europea. La propia Von der Leyen explicó que Europa ha reducido en casi veinte puntos el gas adquirido en Europa, pero la falta de recursos naturales propios y la necesidad de rehacer contratos y buscar nuevos países que abastezcan a la unión, pueden plantar un invierno complicado dentro de las fronteras europeas si las hostilidades en Ucrania persisten o el conflicto armado se expande.
La Comisión no se atreve a presentar propuestas concretas y delega en los estados miembros que aseguren que se fomente el ahorro energético que, en su opinión, es la manera más barata de asegurar la ruptura de la dependencia de rusa, pero podrían surgir tensiones entre unos países y otros.
De hecho, ya están surgiendo alrededor de las sanciones a Rusia. Eni, de la que el estado italiano controla un 30 por ciento del capital, habría abierto una cuenta en rublos para poder pagar los hidrocarburos a Rusia. En teoría, es una práctica prohibida derivada de las sanciones a Rusia.
Bruselas quiere que las medidas se reflejen en la actualización de los Planes Nacionales de Energía y Clima
Bruselas espera que se tomen medidas pronto y que legalmente queden reflejadas a lo largo del año que viene en la actualización de los objetivos, planes y medidas incluidas en los Planes Nacionales de Energía y Clima. "La Comisión publicará guías para los estados miembros a finales de año", avanza.
En paralelo, insta a los ciudadanos a implicarse y a asumir prácticas de uso más conservadoras, que podrían ser complicadas de gestionar en ciertos momentos; como, por ejemplo, la reducción de la temperatura de la calefacción.
La ecuación se resuelve con más renovables
El plan RePower EU recurre a la aceleración de los planes de renovables para tratar de salvar los muebles y eleva algunos de los objetivos recogidos en el Fit for 55.
En concreto, el plan eleva del 40 al 45 por ciento el objetivo la representatividad 'obligatoria' de las renovables en el mix energético en 2023, lo que requiere realizar una enmienda a la Directiva de Energía.
La energía solar y la utilización del hidrógeno ganan peso en la actualización del Fit for 55. Sobre lo primero, establece el objetivo de que la instalación de infraestructura solar supere los 320 GW de nuevas instalaciones de cara a 2025; lo que supondría doblar el nivel actual. Para 2030, el objetivo se coloca en 600 GW.
Los edificios públicos nuevos y las promociones tendrán que contar con placas solares
El sector inmobiliario cobra una especial importancia en este segmento y contempla una propuesta para llenar los tejados de instalaciones solares. En este sentido, los nuevos edificios públicos o comerciales tendrán que contar con panales solares de manera obligatoria y también serán necesarios para las nuevas producciones residenciales, aunque se introducirán en distintas fechas.
20 millones de toneladas de hidrógeno en 2030
También se revisan los objetivos para el hidrógeno. En concreto, para 2030 se fija el objetivo de producir 10 millones de toneladas de hidrógeno a nivel doméstico y se establece un volumen similar para las importaciones con la meta de "reemplazar el gas natural, el carbón y el petróleo en industrias complejas de descarbonizar y en el transporte", puntualiza.
Esta nueva meta requiere de nuevas legislaciones y la propuesta de la Comisión viene acompañada de dos actos delegados en los que se concreta la definición y la producción de hidrógeno renovable. "Para acelerar los proyectos se aprueban 200 millones adicionales para investigación", señala la Comisión.
También se compromete a agilizar la evaluación de proyectos y avanza que los primeros estén listos de cara al verano.
Por último, también fija un plan específico para el biometano, con el objetivo de alcanzar los 35 bcm de producción anual en 2030.
"Este biometano puede utilizarse en la industria, la energía y la calefacción, reemplazando rápidamente y directamente el gas natural", afirma.